Avanzar hacia la sustentabilidad
Hay distintas certificaciones del comportamiento sustentable de organizaciones y empresas.
La actual crisis generada por el corona virus, ha provocado una serie de cambios importantes en la sociedad y su entorno, demostrando que muchas de las cosas que habitualmente hacemos, como parte de nuestra rutina, son prescindibles y que lo importante está en cosas sencillas que muchas veces la vorágine de la vida no nos deja ver. Pero esta sensación de cambio, se suma a un cúmulo de noticias previas que hablaban de la urgente necesidad de cambiar también nuestro comportamiento, para revertir el calentamiento global y su consecuente cambio climático. De esta forma, se unen las señales que veníamos recibiendo, respecto a la necesidad de repensar la forma en que la sociedad se interrelaciona entre sí y cómo se relaciona con el medio ambiente que sustenta la vida.
Sin duda, después de la crisis del corona virus y la amenaza del cambio climático, tendrán mayor presencia una serie de propuestas conducentes a construir un planeta sustentable. Propuestas que demanden importantes cambios en el actuar de las personas, las empresas y el gobierno, para hacer de sus comportamientos acciones compatibles con la anhelada sustentabilidad. Sin embargo, confiar en este cambio de actitud no será fácil, pues la codicia y la ambición prevalecen en nuestra sociedad y hay muchos que, en aras de acumular riqueza, no dejarán de impactar negativamente a la sociedad y al ambiente.
En este escenario en que se requerirá cambiar radicalmente, muchos no estarán dispuestos a hacerlo; por ello toman relevancia las distintas certificaciones o sellos que de una u otra manera, permiten dar fe a la sociedad del comportamiento sustentable de organizaciones y empresas. Desgraciadamente, en Chile esto ha tenido poco desarrollo, y acciones como la Certificación B, que señala las empresas sustentables en el ámbito empresarial; el sello Sustentable FEN, otorgado a pymes por la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, y el Premio Sustenta de la UTEM, que reconoce a las empresas sustentables que cumplan estrictos requisitos, no cuentan con suficiente difusión en la ciudadanía, para que ésta tome decisiones en base a estos reconocimientos.
Otro reconocimiento que tampoco ha tomado la fuerza que merece, es la serie de sellos que otorga el programa HuellaChile del Ministerio de Medio Ambiente, a las empresas que cuantifican, verifican y neutralizan su huella de carbono.
Urge, entonces, idear formas de masificar este tipo de información y que pase de ser un tema importante y urgente para unos pocos, a un tema conocido e importante para todos, para privilegiar a aquellas empresas e instituciones que pueden demostrar de verdad un compromiso con la sustentabilidad.
Oscar Mercado Director del Programa de Sustentabilidad de UTEM