"Esta experiencia a pesar de lo difícil, la vencí y eso me tiene lleno de energía"
SALUD. Ya de alta, relata cómo vivió la condición de tener covid-19 y cómo se aferró a la vida.
La pandemia del covid-19 se empieza a traducir en cientos de historias de seres humanos que han logrado batallar contra esta enfermedad sin precedente, en una cama de unidad de terapia intensiva. Uno de ellos es Ricardo Sánchez Opazo, director (s) del Servicio de Salud Ñuble, quien ha sido dado de alta médica, luego de pasar por las etapas de contagio, presencia de síntomas, ingreso al Servicio de Urgencia, hospitalización en piso, traslado y hospitalización en UCI, conexión a un equipo de ventilación, mecánica, traqueteomía, y luego todas estas etapas, pero en reverso, ahora tiene la oportunidad de contar en primera persona que es ser un paciente del virus SARS- CoV-2 en Ñuble.
-¿Cómo se siente, luego de haber batallado por su vida?
-Son sensaciones contradictorias, por un lado, tranquilo y contento, porque me encuentro en recuperación y vencí esta verdadera batalla. Hoy estoy bien y con energía, con muchas ganas de volver al trabajo. Pero también, en ocasiones, recuerdo con tristeza que fueron momentos muy duros para mí, para mi esposa Sandra y mis hijos Bárbara y Ricardo, seres queridos y para mi equipo de trabajo; los que logramos sortear, gracias al apoyo de las personas que estuvieron siempre preocupadas por mí y sin duda, a la gran labor que hicieron los equipos de salud, sobre todo, de quienes trabajan en la UCI del Hospital de Chillán: de su jefa; de todo el equipo de médicos; enfermeros; técnicos paramédicos; kinesiólogos y auxiliares, hoy estoy bien e infinitamente agradecido de todos.
-¿Qué fue lo primero que pensó cuando le confirmaron que había resultado positivo al COVID-19?
-La verdad es que no sentí gran preocupación y dije: 'Me tocó'. Soy un hombre acostumbrado a trabajar en contextos difíciles, y he forjado un temperamento y carácter que hacen que pocas veces sienta temor por algo. Sabía que esta era una enfermedad que podía "tirarme a la cama", darme una gripe fuerte, pero jamás imaginé por todo lo que tendría que pasar.
Soy una persona que ha hecho deporte toda su vida, tengo 59 años, entonces tampoco sentí que fuera parte de la población de riesgo y efectivamente, uno nunca no se pone de inmediato en el peor de los escenarios y en mi caso, estuve al borde de la muerte y no es una exageración.
-Luego qué ingresa al HCHM, que sabe que va a enfrentarse a esta enfermedad ¿se aferró a alguna fe, Dios o creencia, para lograr superar este momento?
-La verdad es que al cariño de mi familia y a la confianza, que es la que debemos tener todos y todas, que los profesionales de salud trabajan con mucha vocación y hacen un gran esfuerzo para salvar a cada uno de sus pacientes. Pero tampoco tuve mucho tiempo para reflexionar, porque mi condición de salud se agravó muy rápido, fue de un momento a otro.
Sin embargo, con el paso de los días me enteré de muchas cadenas de oración, cultos de acción de gracias y de mucho afecto que mi familia recibía con los deseos de mi pronta recuperación, lo que agradezco desde el fondo de mi corazón.
-Ser el director del SSÑ y además convertirse en uno de los primeros pacientes críticos en la región, ¿lo hacía entrar en debate consigo mismo?
-La verdad es que nuestra Región fue una de las que, de manera temprana, se vio afectada fuertemente por la pandemia. En ese contexto, uno como autoridad está expuesto, sobre todo porque nosotros estuvimos en muchos encuentros, donde en mi caso particular, me reuní con personas que en ese momento estaban asintomáticas y así me contagié. Por mi trabajo recorrí muchos centros de salud también y aunque adopté las medidas preventivas, no fueron suficientes. Por eso es necesario tomar conciencia y evitar la cercanía física con otras personas, porque todos podemos enfermarnos. Es un virus altamente contagioso.
En algunos momentos iniciales, cuando recién supe del contagio, me cuestioné y lamenté que el covid no me permitiera continuar liderando la red, pero hubo un equipo que continuó haciendo una gran tarea y que a pesar de las dificultades, ha seguido desarrollando importantes iniciativas para que las familias de Ñuble tengan la atención, orientación e información que necesitan, en la misma línea de lo que habíamos diseñado tempranamente y que nos permitió contar con mayor número de camas críticas, los equipos de salud reforzados y todos los insumos dispuestos para la atención y la protección del personal.
-En algún momento transcendió que debido a su cargo, lo iban a trasladar a Santiago, porque aquí no lograban observar una evolución exitosa, ¿fue esto cierto?
-En algún momento se pensó mi traslado al Hospital Militar, debido a mi sistema de previsión, soy coronel (R) del ejército. Sin embargo, el equipo médico del Hospital de Chillán decidió no hacerlo, dado que mi estado de salud era de extrema gravedad y en este centro estaban todas las condiciones para asegurar un tratamiento óptimo. Es algo de lo cual estoy muy agradecido, pues hicieron un gran trabajo, muy consciente y salvaron mi vida, ya que nadie asegura que habría resistido el viaje, tal vez la historia sería diferente.
-¿Considera, que el personal sanitario que labora en el HCHM, respondió en su caso a las demandas de atención que usted solicitaba, hay algún tipo de reconocimiento para con ellos?
-Lo he dicho en reiteradas ocasiones y no me cansaré de repetirlo, todos los funcionarios de salud, aquellos que están en la primera línea, realizan un trabajo extraordinario, tanto en el Hospital de Chillán como en la posta rural más apartada que tenemos en la Región. Todos ellos se enfrentan día a día con el virus, dejan de lado sus propias preocupaciones y temores, exponen su salud para salvar la vida de sus pacientes y eso es algo de lo que debemos estar agradecidos y debe ser una razón más para cuidarnos.
Esto no lo digo como director (s) del SSÑ, sino como paciente, como enfermo y recuperado de covid, porque vi cómo daban lo mejor de sí para salvar a todos los que en ese momento peleábamos por nuestras vidas.
-Actualmente se encuentra en etapa de recuperación, post hospitalaria, ¿podría explicar un poco en qué consiste?
-Una vez que salí del Hospital, es necesario pasar por todo un proceso de recuperación. El tiempo que uno pase conectado a un ventilador mecánico no pasa en vano y es necesario seguir estrictamente las recomendaciones de los profesionales.
Tuve que trabajar para fortalecer mi musculatura, preocuparme mucho de mi alimentación y rehabilitar mi voz que resultó un poco dañada. Gracias a la ayuda de excelentes profesionales he presentado avances muy importantes en mi recuperación.
Seguí con todas mis evaluaciones y esta semana recibí el alta, por cierto, con todos los cuidados necesarios porque las medidas preventivas debo seguir tomándolas.
-¿Qué fue lo más difícil o duro de ser un paciente covid- 19?
-Lo más duro de ser un paciente covid positivo es que nunca tienes la certeza de si sobrevivirás o no. No sabes cómo se desarrollará la patología. En mi caso, lo más complejo es que hubo muchos momentos en los que no sabía si seguiría con vida. Enfrentarse a esa realidad, pensar en tu familia y en lo difícil que puede resultar eso, es algo devastador. Lo cuento porque siento que mi experiencia también puede servir a otros y sobre todo, a quienes aún no toman conciencia de la importancia de cuidarse y de no exponerse al virus sin adoptar todas las medidas preventivas.
-A pesar de las múltiples informaciones que hay, aún hay personas que son incrédulas ante la enfermedad ¿qué le puede decir a ellas?
-Sé que aún hay personas incrédulas, que piensan que se pueden contagiar, lo ven lejano o como un resfrío común que no les causará la muerte. A ellos quiero decirles que están equivocados. Si bien a algunos no les afecta en mayor medida, hablamos de un virus nuevo, que lo conocemos hace menos de 6 meses y que está matando a miles de personas en el mundo y que ya ha cobrado la vida de cientos de chilenos y chilenas, entre ellos, vecinos de Ñuble.
Tal vez si eres joven y no tienes enfermedades crónicas, puedes correr con un poco más de suerte, pero sí tú, de manera asintomática desarrollas la enfermedad, puedes contagiar a tu papá, a tu mamá, a tu abuela, a tu hijo que tiene asma, a tu hermano que si bien es joven tiene hipertensión y ellos sí pueden ver más afectada su salud, o puedes estar poniendo en riesgo su vida.
Si las personas vivieran la dura experiencia de estar conectado a un ventilador mecánico, o vieran el gran sacrificio que realizan los equipos para salvar la vida de las personas en las unidades de paciente crítico, se darían cuenta de lo que está en juego y de la importancia de respetar las medidas de prevención. Probablemente, no querrían salir de sus casas.
-Sabemos del esfuerzo económico y humano que se han hecho en la región para fortalecer la red asistencial de salud, ¿Cuáles sería sus recomendaciones, entendiendo que en usted confluye en conocimiento de gestión asistencial y de paciente covid-19?
-Efectivamente, la red asistencial ha hecho un gran esfuerzo, desde enero, para fortalecerse de cara a esta pandemia. Sin embargo, sin el compromiso de la ciudadanía, ningún sistema de salud, ni el más desarrollado, es capaz de responder adecuadamente-
De acuerdo a lo que se está observando en distintos lugares del mundo, no es raro esperar una segunda ola de contagios, como ya se está viendo en otros países. Por lo tanto, si no adoptamos las medidas de prevención, y no seguimos las instrucciones que brinda la autoridad, podemos tener un nuevo aumento de casos y tensionar a los equipos de salud, que ya trabajan con una sobre demanda. Por lo tanto, no debemos relajar las medidas de prevención.
Probablemente, tengamos que acostumbrarnos a vivir una nueva realidad, donde no nos podremos saludar como lo hacíamos antes; el lavado de manos será hábito frecuente; en la que tendremos que tener siempre distancia con otras personas, pero será por un tiempo determinado, no breve, sino acotado hasta que se desarrolle la vacuna. Mientras antes nos demos cuenta de eso, más fácil será adaptarnos.
-La vida para Ricardo Sánchez Opazo tiene otro valor a la que tenía antes del 21 de marzo de 2020?
-Nuestra vida se construye de los momentos felices y también de las experiencias amargas que nos toca vivir. Qué duda cabe que hoy tengo algo más por qué luchar, por qué trabajar y por qué sonreír.
Esta experiencia a pesar de lo difícil, la vencí y eso me tiene lleno de energía para ayudar a otros y contribuir a dar esta pelea que es de gran aliento y que necesita del esfuerzo y vocación de todos.
"En algunos momentos iniciales, cuando recién supe del contagio, me cuestioné y lamenté que el covid no me permitiera continuar liderando la red, pero hubo un equipo que continuó haciendo una gran tarea".