Elianne Reyes es una mujer de 35 años, madre de una niña de 11 años y de dos varones de 7 y 9, además, es esposa y nuera, oriunda de la ciudad de Maracaibo en Venezuela. Emigró junto a su familia a Chillán, y desde el 13 de marzo de 2020 ha visto de frente la cara a la pandemia sanitaria y económica que ha causado el covid-19.
Lo anterior queda de manifiesto, ya que todos los miembros de su familia, más los dos suegros, adultos mayores, han sido contagiados y diagnosticados por el virus pandémico sólo por sintomatología "porque cuando comenzamos a enfermarnos nos decían que no habían suficientes pruebas y que no entrábamos dentro de los parámetros de contagios que se aplicaban en ese momento, entonces a ninguno nos hicieron los exámenes", relató Reyes.
Pero no sólo la enfermedad del coronavirus invadió al núcleo familiar, sino que las secuelas se manifestaron en dos de sus hijos, los que apenas vienen saliendo del cuadro del síndrome de kawuasaki (enfermedad que causa inflamación en los vasos sanguíneos de todo el cuerpo) en medio de la situación sanitaria , se ha mantenido el hecho económico que una familia integrada por 7 personas, 5 de ellas consideradas vulnerables, todas se sostengan con los ingresos mensuales que logra percibir el jefe de familia a través de seguros de cesantía.
¿Toda la familia estuvo contagiada de coronavirus?
- Si, el primero que cayó fue mi hijo menor que tiene 7 años, luego el de 9, después, yo, pero yo seguía en pie porque veía el estado de mis hijos, después mi hija, cuando ya nosotros nos sentíamos mejor, mis suegros, que los dos tienen 68 años. Además, mi suegro tiene diabetes y mi suegra muy sana, y luego mi esposo que fue casi asintomático.
- ¿Cómo cree que llegó la enfermedad a su familia?
- Nosotros al único lugar que fuimos fue al mall, a ninguna otra parte, ya sabíamos que la enfermedad andaba, y le decíamos al niño de 7 años que no agarrará nada en la calle, pero él agarraba todo, yo creo que en el mall fue donde se contagió, quien sabe si esa persona que llegó de afuera fue al mall.
- ¿Cuándo se dan cuenta?
- El 13 de marzo el niño tenía mucha tos seca, le dolía mucho la cabeza, no tenía fiebre, le costaba comer y esperamos 2 días y fuimos al hospital, allí nos atendieron y le diagnosticaron una amigdalitis, pero después de 2 días más, el niño se empieza a sentir peor y regresó de nuevo al hospital, el doctor que nos atiende revisa una diagrama que tenían escrito y me dice que no cree que sea coronavirus porque no habíamos salido del país y además no tenía suficientes pruebas disponibles para hacerle la prueba al niño.
- ¿Cómo sigue evolucionando todo esto en su casa?
- Al ver todo esto nos comunicamos con una médico de la familia que está en Venezuela y le mandamos los resultados de los exámenes de sangre y ella nos dice que en los resultados se ve que hay una infección viral respiratoria y que todo apuntaba a que era coronavirus.
- ¿Por qué afirma que a todos les dio coronavirus sino les hicieron pruebas?
- Porque todos los informes médicos de mis hijos y los míos, dicen paciente con coronavirus por sintomatología, pero sin conformación por PCR, además que todos teníamos los síntomas.
- ¿Por qué no se realizaron los exámenes de manera particular?
- Con qué, cómo nos gastábamos $25 mil que es lo que cuesta cada examen, cuando sólo tenemos el ingreso que le pagan a mi esposo que lo acogieron a la ley de cesantía, es tanto así que pagamos un mes unos gastos y otros mes otros, para medio rendir la plata, porque esto no es fácil.
- ¿Nunca han sido registrados como pacientes covid?
- No, nunca nos hicieron la pruebas, con todo y eso mi esposo fue porque el necesitaba tener las pruebas por su trabajo y lo que le dijeron fue que si a toda tu familia ya la dio y tú tienes la sintomatología, te vamos a dar el reposo, pero no te hacemos las pruebas porque ya estás evolucionando.
- ¿Han contado con alguna ayuda gubernamental?
- Nada, sólo con las canastas de alimentación que nos han dado de los establecimientos educativos donde estudian mis hijos, desde las escuela José María Caro y la México, han estado muy pendiente de todos nosotros, han sido los únicos, pero de resto no henos contado con más ayuda.
- ¿Cómo han logrado llevar todo?
- Con la ayuda de Dios, con muchas oraciones, mucha fe, porque de verdad no sabíamos nada, sólo nos sentíamos enfermos, con poco dinero, pero mi suegra siempre con su fe puesta en Dios, quien es quien nos ha ayudado. Es muy duro ver como se te desmorona el mundo y no sabes cómo levantarte.
- ¿Cuándo creen que empiezan a salir de todo el coronavirus comienzan otras dolencias?
- Sí, después de casi dos meses del covid, el niño de nueve años comienza con mucha inflación en su cuerpo, no sabíamos que era, nos vamos de nuevo al hospital, nos atienden, les cuento al médico por todo lo que hemos pasado, pero nos manda para la casa, a pesar que ya se le había hecho el hematogramo y la propia doctora que nos atendió nos dice que los resultados están alterados, pero que asistiera al día siguiente al Cesfam y buscará a algún doctor para que me leyera los resultados, nos vamos a casa, regresamos cinco veces más al hospital, porque mi hijo se le empieza a inflamar el pecho, no aguanta los dolores, se empieza a poner morado y regresamos de nuevo al hospital, allí nos atiende un médico venezolano quien es el que da la orden para que lo hospitalicen, les realiza las pruebas de covid y salen negativas, y les digo, claro que les van a salir negativas, porque a él ya le dio, seguimos intercambiando resultados de exámenes con mi familiar médico en Venezuela y ella consulta con otros médicos y todos coinciden que tiene el síndrome de kawuasaki, que es como un secuela del Covid en los niños, dejan al niño hospitalizado y cuando lo dan de alta sólo le dan paracetamol.
- ¿Luego cae la niña más grande?
- Mi hija comenzó como dos semanas después, yo estaba dedicada a mi hijo de 9 años.