Este año se vislumbraba auspicioso para Mateo Mendoza. Había estado cuatro meses en Australia donde participó en un concentrado con parte del equipo de Triatlón de la Universidad Católica, al que pertenece.
Había podido prepararse y cargar energías para tener buenas actuaciones principalmente en el ámbito internacional, donde destacaban sus participaciones en el Sudamericano, Panamericano siendo su gran objetivo el clasificar al mundial en su último año en la categoría Junior (16-19 años).
"Mi gran objetivo era hacer un gran papel en el Sudamericano (top 5) y Panamericano (top 10), y haber clasificado al mundial. Uno al estar en el último año, con más experiencia y desarrollo tenía más posibilidades de obtener mejores resultados" , puntualizó con un dejo de nostalgia el triatleta de la capital de Ñuble.
Sin embargo, la irrupción del coronavirus trajo consigo un cambio de planes total. Atrás quedaron las competencias y su vida en Santiago, y Mateo se quedó en Chillán, donde ha pasado la pandemia en compañía de los suyos, repartiendo sus días entre los entrenamientos vía zoom y los estudios de preuniversitario para poder convertirse en médico.
"Al principio fue complejo, es como que se te viene todo abajo al saber que se cancelan las competencias, que no hay claridad de cuándo se pueda volver, pero lo he ido trabajando con mi psicólogo deportivo, Eliot Brito. Apunto a objetivos con plazos cortos en base a lo que uno pueda realizar, y así sentir que uno va avanzando. En mi caso la meta es poder llegar a cómo estaba antes de la pandemia, con las mismas ganas de entrenar, sintiéndome bien, con una sensación positiva para enfrentar lo que venga", enfatizó Mendoza.
Para lograr estar en forma pese al complejo escenario, el chillanejo sigue exhaustivamente el completo plan de preparación que contempla las tres disciplinas del triatlón.
"Estamos completando la misma carga como si no enfrentáramos esta emergencia sanitaria, lo que significa que entreno entre tres a cuatro horas diarias. Estoy corriendo en trotadora, haciendo bicicleta en el rodillo y la natación la estamos haciendo en seco (con elásticos). Y la parte física con el preparador físico de la rama de triatlón de Universidad Católica, la estamos haciendo por zoom. Somos 12 personas conectadas lo que la hace más amigable, uno no pierde el tema de equipo, que a pesar que la triatlón es un deporte individual, es súper importante pues te mantiene motivado", remarcó el deportista local.
Carrera universitaria
Consciente que en Chile es difícil poder vivir del deporte, es que Mateo este año comenzó con clases de preuniversitario on line, con la meta de alcanzar el puntaje necesario para poder entrenar a medicina. Aunque reconoce que dicha modalidad de estudios no es lo óptimo está conforme con lo realizado hasta ahora en términos académicos.
"Este año empecé a hacer preuniversitario, por lo que el actual escenario se podría decir que ha sido un plus para enfrentar este proceso, ya que me permite estar más en mi casa. Y si bien las clases on line no son lo ideal, de igual forma he tenido más tiempo para estudiar. He realizado los ensayos y he ido mejorando los resultados, acercándome a los puntajes requeridos. El primer paso es entrar y después ver qué camino seguir, aunque mi idea es hacer las dos cosas", precisó.
Respecto a las expectativas para lo que resta del 2020, Mateo Mendoza se toma las cosas con calma, ya que no hay claridad de cuando pudiese regresar la actividad deportiva.
"Veo difícil planificar alguna carrera para este año, porque no hay claridad cuando se va a acabar esta pandemia. Por ello estoy concentrado en disfrutar lo que hago, no hay que estresarse. Aprovecho de compartir con mi familia, lo que no hacía hace tiempo", sentencio Mateo Mendoza.
19 años actualmente tiene el triatleta local, Mateo Mendoza, uno de los deportistas más destacado de Ñuble.
3-4 horas diarias entrena Mateo, lapso en el que realiza preparación física, trote, bicicleta, y natación en seco (con elásticos).