Evelyn Silva Cisternas
"Cuando entro al restaurante lo veo con las 80 mesas vacías y da pena. Incluso, cuando converso con algunos de mis trabajadores, que llevan más de 30 años conmigo, se emocionan y tratan de disimular las lágrimas. Es que formamos una gran familia y con el virus, todo cambio rotundamente. Ha sido una situación amarga", expresa nostálgico Luis Valdés, dueño del restaurante más conocido como la Pensión de Valdés.
Al igual que Luis Valdés, son cientos los dueños de restaurantes de la región de Ñuble que en estos momentos, les ha cambiado el panorama rotundamente. Luego de tener sus salones plagados de comensales, hoy tienen las mesas vacías por todo lo que ha implicado la propagación que ha tenido el coronavirus estos últimos meses. Algunos han optado por el delivery, uno de los caminos para mantenerse en pie, pero no se compara al funcionamiento y estabilidad que tenían antes, no sólo en lo monetario, sino también en la relación con sus clientes.
"Estamos ateniendo con delivery, pero no alcanza a cubrir lo mismo que vendíamos antes. Es sólo una opción paleativa para poder seguir el funcionamiento, así cumplir con algunas obligaciones. Es triste igual, porque en realidad el local se ve sombrío", cuenta Rodrigo Palavecino, dueño del restaurante Onde´l Pala de Chillán.
Por tanto, Vivianne Le-fort, Administradora del restaurante La Motoneta 2 de Chillán también comenta que gracias a esta modalidad de venta han seguido produciendo, pero igual manifiesta que no es lo mismo. "La venta a domicilio nos ha resultado bien, pero los ingresos han bajado notoriamente. Podemos funcionar, pero no es lo mismo. Por otro lado, nos vimos en la obligación de tener menos personal".
Estos cambios los han llevado a buscar maneras de reforzar sus finanzas, lo que se les ha hecho muy difícil por la disminusión en las ventas, por lo mismo autoridades ya están pensando en una futura reactivación, la que posiblemente se concrete el último trimestre de este año. Por eso, en tanto el Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, junto con la Subsecretaría de Turismo y Sernatur, indicaron que ya están disponibles los protocolos sanitarios para los restaurantes, medidas preventivas que pavimentarían el camino de una serie de recomendaciones que irán en evolución para que estos negocios estén óptimos para una posible reapertura cuando disminuya el número de casos de covid-19.
"Es importante ir haciendo la bajada de estas medidas a las personas en general y a nuestros prestadores de servicios turísticos. Así ellos, con resposabilidad y tiempo, puedan ir preparándose con la implementación. Estos protocolos son una herramienta, un insumo para las buenas prácticas, para ir avanzando en las indicaciones y lineamientos que diga la autoridad sanitaria", sostiene Heidi Inostroza, directora de Servicio Nacional de Turismo de la región de Ñuble.
Un protocolo que mantendría las recomendaciones que se han ido comunicando desde que comenzó a propagarse la enfermedad. Limpieza, desinfección y sanitización, pero además en esta guía se incluyen medidas más acotadas, de cómo será la entrada y salida de un local, el manejo en la cocina, disposición de las mesas, nuevas consideraciones para los servicios sanitarios y atención de clientes entre otras.
"El proceso de reapertura será gradual. Un retorno que debe ser seguro, donde debemos entregarle garantías a quiénes visiten estos locales, por ende esto va a significar distintas fases hasta que tengamos una reactivación de lo que es el sector turismo con sus distintos rubros en la región", comenta la Directora de Sernatur de la región de Ñuble.
Un camino que restaurantes de Chillán ya están planeando e ideando para que también sus clientes se sientan seguros al visitar los recintos. "Estamos esperando las indicaciones y medidas del Minsal, para estar bien preparados si es que hay una posible reapertura. Pero igual hemos trabajado en medidas internas, como tener mesas separadas de 1 metro y medio de distancia, número de clientes que va a ingresar. Probablemente, hagamos reserva para que no se acumule la gente afuera, en ese caso quedarían menos de la mitad de las mesas, también hemos visto como va a trabajar el personal entre otros", detalla la Administradora del restaurante La Motoneta 2 de Chillán.
Sin embargo, no todos los locales ven como una óptima alternativa abrir antes que el virus disminuya o se erradique. El dueño del local "La Pensión de Valdés" no cree que la gente vea como una opción salir a comer en la primera instancia de reapertura. "Voy a esperar para que se regularice un poco más, porque creo que los clientes no van a tener mucha confianza al principio. Así que, lo más probable es que nosotros dejemos pasar unos 15 días o un mes antes de reactivarnos. Es necesario tomarle bien el pulso a esta situación, viendo de qué manera manipulamos los alimentos, la ventilación entre otros aspectos que son importantes", explica Luis Valdés.