Mi plata, mi pensión
La Corte de Apelaciones de Antofagasta pone nuevamente un tema en la palestra. En un cuestionable fallo, accedió a la petición de la profesora María Angélica Ojeda, ordenando que AFP Cuprum pagar el total de fondos de su cuenta individual. Aquello supone una decisión bastante cuestionable, puesto que nadie duda de la propiedad de los fondos de cada cotizante. Tal derecho está consagrado en nuestra Constitución y es ella misma la que se encarga de delimitar su ejercicio, esto es, cuando la ley establezca sus limitaciones.
En este caso es claro que la ley delimita la propiedad de esos fondos en base al decreto ley 3.500 que establece nuestro actual sistema de pensiones, para que tales dineros sean entregados vía pensión y no al contado para hacer cualquier cosa. Sí, mi plata absolutamente, pero no olvidemos que es para mí pensión. Si se busca obtener rentabilidad y destinar recursos a cualquier otra actividad que no sea una pensión, existen miles de instrumentos financieros. Como diría Platón: "La peor forma de injusticia es la justicia simulada".
Jose Luis Trevia Investigador
Día del cine:El éxito de Ondamedia, la plataforma de cine chileno que pasó de tener 50 mil visitas mensuales a superar las 400 mil durante el primer mes de confinamiento nos sitúa en un ángulo distinto para observar la situación del audiovisual en este nuevo día del cine en Chile. Si antes de esta crisis sanitaria, la industria aparecía desvalorizada frente a las superproducciones, replicadas por las cadenas de cine, y se restringía sólo a exhibiciones fugaces en horarios poco demandados, lo que muestra lo sucedido durante este periodo de encierro es que público e interés hay. El audiovisual se convirtió para muchos en la ventana iluminada, en la única forma de prolongar las dimensiones del encierro y de tener, al mismo tiempo que una fuente de información, una vía de escape. La producción del área para quienes despertaron un día en cuarentena o en confinamiento voluntario, pasó a ser más que nunca un bien de primera necesidad. Cambió el formato, los cines se cerraron, pero surgieron todas las otras pantallas. Alguien quizás vio por primera vez "Gloria", la película que triunfó en el Festival Internacional de cine de Berlín y que fue elegida para representar a la industria nacional en los Oscar, desde un teléfono, una tableta, un computador o un smartTV. O tal vez fue Emma o una antigua como Tres Tristes Tigres. Claro, quizás éstas resulten tecnologías fascinantes y muy accesibles ahora, pero que la coyuntura no nos ciegue, el cine y sobre todo el Latinoamericano, necesita respaldo y que no nos olvidemos de su valor. Necesita seguir avivando la pasión de crear, de construir, de innovar, más allá de un solo click. Ya está demostrada su relevancia. No puede volver a ser devorado por Marvel o DC Comics. Es por eso que desde todos los sectores debemos estar alertas en encontrar oportunidades para poder avanzar y descubrir que existen distintos actores del sistema que están dispuestos a trabajar en virtud de potenciar el área audiovisual. Es así como la Universidad Andres Bello en la Región del Biobío, encontró una nueva ventana para impulsar y Fortalecer la competitividad del sector audiovisual regional, posicionando sus propuestas en locaciones, la generación y comunicación de protocolos para producciones, junto a la transferencia de herramientas técnicas y estratégicas a los agentes productivos, esto a través de desarrollo de una plataforma logística que permitirá acercar nuestra región a chile y el mundo. Por eso tras esta emergencia surge nuevamente la posibilidad de volver a poner en valor el audiovisual, todas las formas del séptimo arte. Que no se nos olvide la ventana que iluminó este encierro para salvarnos de un gran apagón en nuestras vidas.
Lilian San Martín Medina Directora Proyecto Graama Facultad de Ingeniería UNAB
¿Y los otros?
Si bien las intenciones detrás del proyecto por el posnatal de emergencia pueden ser muy nobles, una política pública también debe juzgarse por la efectividad de sus resultados. En ese sentido, el proyecto planteado es regresivo, pues estaría asignando los escasos recursos que posee el país en financiar solo a algunas familias en desmedro de aquellas más vulnerables o con trabajos informales.
Recordemos que entre las mujeres asalariadas del primer quintil de ingresos sólo el 41% tiene contrato. Y de los 20 mil bebés que nacen en un mes, el posnatal solo cubre aproximadamente a 7 mil. ¿Qué hacemos con los demás? Porque este proyecto no se hace cargo.
En este sentido, la propuesta del Ejecutivo, de integrar a la ley de Protección del Empleo a madres y padres que tengan bebés, daría más luces de inclusión hacia las familias más vulnerables. Se podrán discutir los matices del proyecto, pero una cosa es clara y es que los trabajadores informales no pueden quedar fuera.
Bárbara Haas, Fundación para el Progreso