Gimnasios de la región sufren un duro golpe por la pandemia
ÑUBLE. Tuvieron que cerrar las puertas de sus recintos deportivos. Buscan nuevas maneras de mantener la economía con la venta de máquinas e implementación de clases online.
En marzo, Maikol Villouta y Francisco San Martín, administrador y dueño de los gimnasios F de Chillán, tenían todo listo para abrir una nueva sucursal en Curicó. Tras el éxito con los otros recintos deportivos, estaban ansiosos por seguir con esta franquicia. Pero nada hacía presagiar que el covid-19 invadiría el país. Esta fue una de las principales causas para decidir cerrar los gimnasios y dejar en stand-by la inauguración de la sucursal de Curicó.
"En este momento, nosotros estamos en proceso de hibernación. Quedamos de brazos cruzados, porque nada de esto estaba pensado. Si hubiésemos sabido, no nos arriesgamos tanto con un proyecto tan grande del que teníamos todo cuadrado para comenzar la segunda o tercera semana de marzo. Ahora cero posibilidad de apertura y lo malo que no hay apoyo. Una gran inversión, que quedó ahí", cuenta Maikol Villouta, administrador de los gimnasios F de Chillán.
Sin productividad, tuvieron que seguir pagando los arriendos de los gimnasios. Aún así vieron en la crisis la oportunidad de potenciar un negocio de venta online de máquinas para hacer ejercicios. Gracias a este emprendimiento se han podido mantener vigentes y evitar el cierre definitivo.
"La empresa se llama Equipamiento Chile y es de Francisco. Esta nos ha generado muchas ventas en la pandemia, gracias a que teníamos un buen stock y la gente está comprando más implementación para sus hogares. Luego, de la mano se nos dio ser auspiciadores de un programa del canal Fox sport. Estamos muy contentos con eso", detalla Maikol.
Máquinas cardiovasculares, trotadoras, bicicletas estáticas entre otros son los productos deportivos que venden estos emprendedores. Pero tienen algo en particular, que además de vender el producto, entregan una asesoría completa de la utilización de esta y la primera mantención gratuita para sus compradores.
"Se asesora a la persona en conjunto con la máquina para lograr objetivos. Les enseñamos como trabajar en diferentes intensidades etc. Tratamos que el servicio sea lo más completo posible, así para que no sólo la persona se quede con la compra, sino para que siga en contacto con nosotros y tal vez se interese en otro de nuestros productos", explica Villouta.
Las redes sociales son otro espacio donde los gimnasios han visto la oportunidad de seguir vigentes y reinventarse. Según el administrador del gimnasio F de Chillán, tras desvincular a casi la mitad del equipo, permitieron que los que siguen con ellos, aprovechen sus plataformas. "En el instagram del gimnasio, todos los profesores que están vigentes, les dimos la oportunidad de seguir trabajando vía online para que programen sus clases y den aviso de ellas", dice.
Otro de estos recintos deportivos que igual ha sido golpeado por el coronavirus es el gimnasio Body Sport de Chillán ubicado en la Avenida Libertad. Daniel Godoy, su dueño, inició este negocio hace 20 años y ahora le duele haber bajado sus cortinas. Dice que se siente absolutamente abandonado por parte del gobierno.
"Me causa mucha incertidumbre, porque no sé si vamos a seguir funcionando o cerrar definitivamente. De igual manera para mantener la marca del gimnasio, estamos publicando información en las redes sociales. Haciendo alianzas de apoyo con otras pymes. Además, los profesionales que trabajan con nosotros están dictando clases online, ahí igual tienen una entrada económica, no es grande, pero permite solventar algunas cosas", sostiene Daniel.
Por otro lado, Godoy, tras su trayectoria entrenando a deportistas de alto rendimiento, también comenta que está haciendo clases a dos alumnos, para los que habilitó un sector de su casa, así para entrenarlos de manera presencial. "Yo soy profesor de educación física, mi pasión es el deporte, y de verdad no lo quiero dejar, por eso no pierdo las esperanzas, igual tengo ganas de seguir aportando".
Cambio rotundo
Julio Barrales, dueño y administrador del gimnasio Oz de San Carlos, se reinventó completamente, tras lo que ha significado la pandemia para los negocios deportivos. El 7 de marzo de este año cerró las cortinas del gimnasio, le pidió al dueño del local que le congelara el arriendo por unos meses, para buscar una manera de afirmar su economía. Empezó a arrendar, mensualmente, la mayoría de las máquinas e implementos a sus antiguos clientes y abrió un negocio de comida rápida con entrega delivery.
"Al principio como todo era incierto y no llegaba ningún apoyo o solución de parte del gobierno. Me acogí a la ley de protección del empleo y llevamos dos meses que los trabajadores han recibido su suelo. Por otro lado, también decidí, para tener algún ingreso y pagar las imposiciones, arrendé gran porcentaje de las máquinas que son más livianas y se pueden trasladar a una casa. Después, para poder salir adelante, me enfoqué en mi nuevo emprendimiento donde vendo comida rápida y colaciones", cuenta Barrales.
3 Meses
20 Aproximadamente es el tiempo que los diferentes gimnasios del país están cerrados a consecuencia del coronavirus.