Los relatos de pacientes en su paso por las residencias
EXPERIENCIAS. Una familia y dos mujeres, reconocen el valor del aislamiento, el control y seguimiento sanitario cuando se es paciente covid y una habitación es el centro para la vida.
Trabajar por preservar la vida es el juramento supremo de los funcionarios de salud, hecho que se hace tangible puertas adentros de los seis recintos que el Servicio de Salud Ñuble habilitó como residencias sanitarias para hacer atención, control y seguimiento de los pacientes que presenten la enfermedad de la covid- 19 en la región.
En familia
Una de sus usuarias por obligación y no por devoción, fue Macarena Alarcón, chillavejana con 33 años de edad, quien superó todas las etapas y efectos de la enfermedad pandémica y que ahora se encuentra de alta hospitalaria.
"Nosotros como familia, realmente estamos muy agradecidos primero con Dios, luego con el apoyo y los cuidados de nos dieron en la residencia sanitaria y con todo el personal del Hospital de Chillán, la verdad es que no tenemos como agradecer que hoy podamos contar esta historia y no otra".
Estas palabras fueron suscritas para la sobreviviente de covid- 19 luego que tanto ella como su esposo, su madre, su padre y su hijo de 8 años hicieran uso de la residencia sanitaria, ubicada en el Hotel Quinchamalí, "creo que nosotros fuimos una de las primeras familias en llegar. Primero fue mi esposo, luego yo, después nosotros dos nos complicamos con problemas para respirar y nos pasaron al Hospital, allí estuve en UCI, luego caen mi madre y después mi padre, y los cuatro estábamos en UCI, mientras que mi hijo de 8 años y mi sobrino de 12 estaban solos en la casa, hasta que mi hermano de Concepción llegara".
Este escenario que no fue en Europa, ni en EE.UU., ni en Brasil, sino en Chillán empieza a ver luz, cuando " yo me logró mejorar, y mi hijo de 8 años sale positivo, allí a los dos nos traslada de nuevo a la residencia sanitaria, luego mejora mi esposo, mi mamá y los cuatros logramos estar juntos, con acompañamiento siempre, pero esperando la peor noticia".
El padre de Macarena Alarcón aún se encuentra en la UCI del HCHM y durante estos últimos 5 días ha mostrado mejoría, "nos han dicho los médicos. Gracias a la atención y a la creación de las residencias sanitarias mi hermano no se contagió".
Más experiencias
Otra de las pacientes que ha logrado entrar y salir con sus propios pies de una residencia sanitaria es Nancy González, habitante de Chillán y que a sus 59 años, que el pasado 14 de junio salió positiva al PCR de la covid, ante lo que expresó "ese día como familia se nos vino el mundo encima, pero uno entiende que aislarse es un gesto de amor hacia la familia".
Bajo esta convicción relató que "al día siguiente vinieron a buscarme en un transporte del SSÑ, después fuimos a buscar a un cabro joven y de allí a la habitación del hotel, uno una vez que entra, no se ve a más personas, que no sean personal sanitario".
Recordó que durante 15 días "recibí una atención especial, si bien mi familia me podía llevar cosas tres veces a la semana, yo preferí hacer uso de todas las indicaciones que me daban en la residencia, además que toda mi familia también estaba en cuarentena, así que todo lo que me decían yo lo hacía".
En cuanto a las rondas de evaluación de salud, señaló "un trabajo impecable, pasaban dos veces al día para medir temperatura, oxígeno y para hablar con uno, en la noche otra vez. La comida excelente mucha frutas, verduras, eso si nada de comida fritas, yo salí con la presión como una niña de 15 años".
La opinión en cuanto a la atención no varió desde la experiencia de Lily Aravena, quien ingresó a la residencia sanitaria instalada en el Hotel Alicante y afirmó que "la atención fue súper excelente comenzando por todos los enfermeros, así que estoy muy contenta".
Con respecto a la comunicación con el mundo exterior refirió que "todos los que estamos adentro sólo nos podemos comunicar vía telefónica con nuestras familias y así lo hice durante 15 días".
Los mayores síntomas que recuerda son tos, la presión y dolor de garganta "pero fiebre alta no".
Las entrevistadas manifestaron, de manera independiente, agradecimientos a Nicolás Soto, enfermero coordinador de las residencias sanitarias en Ñuble, por la atención recibida.
De hoteles a espacios sanitarios
Nicolás Soto Cadena, enfermero coordinador de las residencias sanitarias del SSÑ, reconoció la labor que ha realizado el personal que trabaja en estos espacios para "convertir un lugar que está hecho para prestar servicios hoteleros, en un recinto que brinda cuidados básicos de salud y de enfermería, requiere de una gran preparación y del compromiso de todos los funcionarios y funcionarias. A ellos, nuestro reconocimiento, ya que desde un primer momento han efectuado una enorme labor; capacitando al personal hotelero, implementando las orientaciones técnicas, guías clínicas y también tomando conciencia de la importancia del trabajo en equipo".
"Un trabajo impecable, pasaban dos veces al día para medir temperatura, oxígeno y para hablar con uno, en la noche otra vez. La comida excelente mucha frutas, verduras, eso si nada de comida fritas".
Nancy González, Usuaria de Residencia Sanitaria