Clima laboral
Desde que se desató la emergencia mundial por causa de la pandemia generada a raíz de este nuevo coronavirus, muchas personas han estado obligadas a permanecer en sus hogares en cuarentenas impuestas para resguardar la salud de las personas. Esto derivó en que gran cantidad de la fuerza laboral del país tuviera que comenzar con una modalidad de teletrabajo, lo que trajo más de algún problema logístico.
Si bien gran parte de los trabajadores pudieron generar espacios en sus casas para llevar a cabo las labores que antes realizaban en la oficina, un gran número de ellos tuvo que aprender a convivir con los hijos y sus respectivos deberes escolares, los que más que disminuir parecieron aumentar.
Podría parecer que trabajar desde la casa tiene sus beneficios, y claro que los hay, pero al no contar con una relación directa con los pares y jefaturas, se pueden desatar diversos conflictos los que, si no se resuelven a tiempo, pueden desencadenar algunas crisis, que varían desde la desmotivación hasta bajo rendimiento laboral.
Si bien se puede pensar que el clima laboral no está presente en estos momentos, por encontrarse distanciados, justamente ahora es cuando se hace más necesario que las empresas estén atentas a las nuevas necesidades de sus trabajadores. No se trata solo de establecer parámetros con deberes y obligaciones, sino que también es fundamental velar por el estado emocional de los colaboradores, además de que este nuevo sistema de trabajo se pueda adaptar de manera correcta y de acuerdo con las distintas realidades: simplemente no todos los escenarios no son los mismos.
Cuando estamos atravesando una grave situación de pandemia, sumado a la cuarentena y a los altos índices de desocupación, donde la incertidumbre laboral es "pan de cada día", crece la necesidad de fortalecer a las organizaciones. Escuchar a los trabajadores y crear empatía. Establecer una relación de confianza con ellos ayudará a detectar posibles focos de conflicto y actuar rápidamente para neutralizar esas situaciones. Este acompañamiento contribuirá al desarrollo de líderes que apuntalen el progreso de sus equipos y el éxito del negocio.
Paola Veloso
Trabajadores de la salud
La pandemia está afectando a todos y de manera importante al personal de salud, quienes no solo están más expuestos a enfermar, sino también a presentar problemas psicológicos, como reacciones de ansiedad, trastornos depresivos o de estrés postraumático. Ese mayor riesgo se debe a la exposición directa a la enfermedad, al temor a contraer la infección mientras prestan el servicio, muchas veces sin los equipos de protección personal adecuados; al aumento de la presión laboral, por enfrentarse a dilemas éticos y a tener que brindar atención a personas gravemente enfermas con recursos limitados o inadecuados; y a la separación de sus seres queridos impuesta por la demanda en el trabajo y por el temor a contagiarlos.
Para el personal de la salud, no es fácil balancear sus propias necesidades con las de las personas enfermas, ni de los requerimientos de sus seres queridos con turnos extenuantes y sobrecargados de estrés, evidenciando el dolor de muertes masivas, en contexto de condiciones precarias y con bajos niveles de protección y de contención. Esta sobredemanda no solo continuará por el covid-19 hasta que no tengamos una vacuna eficaz, sino que continuará por el aumento enorme que se está generando en las listas de espera quirúrgica, en las descompensaciones en enfermedades crónicas no transmisibles y por la gran cantidad de personas que consultarán tardíamente por cáncer y otros padecimientos, lo que generará una constante sobre demanda por atención en los próximos meses. Quizás años.
Esta dura realidad nos obligará a priorizar que el personal de la salud, no solo esté dispuesto en cantidad y capacidades suficientes, conste con equipos de protección personal adecuados, una estrategia efectiva de contención y apoyo sicosocial, sino también a que se hagan arreglos institucionales en el sector salud para enfrentar adecuadamente lo que se nos viene.
Osvaldo Artaza, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud Universidad de Las Américas
Aniversario
No puedo dejar de desear a todos y cada uno de los músicos de la orquesta, a los ejecutivos de Corcudec y a cada uno de los asistentes del Teatro Concepción, por esa agradable, educativa y emocionante compañía que nos han regalado en cada una de sus presentaciones, en cada uno de sus conciertos... Cuanto los extrañamos, que cada uno de ustedes y sus familias estén muy bien y celebrando los 68 años de vida de la Orquesta Sinfónica Universidad de Concepción.
Juan Luis Castillo Moraga