Correo
Un poco de humanidad por favor
En los últimos meses contestar una llamada telefónica de un número desconocido se ha transformado literalmente en un verdadero dolor de cabeza para muchos chilenos.
Escuchar todos los días las cifras que indican que ya son casi dos millones de personas que han perdido sus puestos de trabajo a lo largo del país, se suma a la angustia de no poder llevar hasta a los hogares los recursos básicos para sus familias durante el mes y vivir con el alma en un hilo preocupados que uno de los suyos pueda contagiarse cada vez que sale por un trámite. Ahora más encima se agrega una avalancha de hostigamientos y acosos de empresas de cobranza, las cuales no respetan absolutamente nada.
Hasta 10 llamados diarios en promedio, ya sea de tiendas comerciales, entidades financieras y call center de empresas de cobranzas, que bombardean recordando las deudas contraídas, los atrasos, los intereses y las amenazas de boletín comercial por no estar al día, haciendo caso omiso a las altas tasas de cesantía y la imposibilidad de trabajar por estos días.
Los efectos de un acoso por deudas, puede ser tan nocivo como un virus. Ingresa en el cuerpo y se queda rondando en la cabeza. Afecta la concentración, el sueño, las personas se vuelven más irritables, incide en la autoestima y hasta en la convivencia familiar. Además, puede generar, en un corto plazo, enfermedades y malestares generales, producto de esta verdadera presión psicológica y emocional que estas llamadas provocan.
Pedir a esta altura una pizca de consideración o la autorregulación de las empresas es demasiado ingenuo. Un poco de humanidad y sentido común no haría nada de mal, pero ante la ausencia de todos esos conceptos, entonces hacerlo por la vía legal es la única solución.
En el Congreso, la senadora Carmen Gloria Aravena junto a otros parlamentarios y el apoyo del senador Francisco Chahuán, presentaron un proyecto de Ley que busca prohibir el hostigamiento y acoso telefónico de las empresas de cobranzas, tiendas y todo tipo de entidades, reduciendo a un máximo de dos llamadas, correos o notificaciones mensuales durante el periodo de pandemia y hasta 60 días después de levantada la emergencia.
Una iniciativa que además sancionará las cobranzas indebidas, los envío de documentos que aparenten ser escritos judiciales y no lo son, así como llamados a familiares, terceras personas y hasta a oficinas o lugares de trabajo de las personas.
Tal vez sea la única forma de terminar con una conducta irresponsable, poco empática y que lamentablemente genera complicaciones a muchos chilenos en medio de la Pandemia, los cuales ya ni siquiera se atreven a responder un llamado telefónico de un número desconocido.
Nicolás Cerda Diez, psicólogo y vicepresidente de Renovación Nacional.
Radiografía a nuestra salud Mental
Es evidente que la pandemia nos ha afectado a todos en distintos niveles y no podemos dejar de lado uno de los más relevantes, que es la salud mental. Ciertamente estamos más ansiosos, con más miedos, producto de la incertidumbre que genera la pandemia, el encierro, la falta de contacto físico entre otros.
Ante lo mismo, es de esperarse que aumenten las consultas psicológicas, ya que si bien, es normal estar más sensibles estos tiempos, la pandemia de alguna forma desentierra miedos anteriores y más internos que antes, por nuestros ritmos de vida, no visualizábamos. Algo así como una radiografía a lo más profundo de nuestros miedos y preocupaciones. Aparece la angustia, depresión, visibilizamos la muerte como algo mas cercano a nosotros, obligándonos a cuestionarnos hasta lo mas profundo de nuestras acciones a lo largo de nuestra vida, cosa que no habíamos hecho nunca, por lo tanto, nos da miedo.
Curiosamente, si bien, las consultas aumentan, hoy nos encontramos que según datos de la plataforma PsicologíaChile.cl, estas serían realizadas mayoritariamente por mujeres, mostrando en sus motivos de consulta: Ansiedad, Miedo, Depresión. Por otra parte, según cifras recientemente reveladas por el Ministerio de Salud las mujeres de 35 a 45 años sufren más deterioro en salud mental. Ahora, si bien existe un aumento considerable femenino de consultas, esto no quiere decir que las mujeres sufran más "deterioro" que los hombres, y es irresponsable encasillar datos de acceso a consulta asumiendo un posible desgaste en salud mental por género.
Ahora, si bien, la cifra no miente, convengamos que históricamente, la mujer ha sido más responsable y preventiva a la hora de su salud, producto de que el exceso de carga mental no le permitiría fallar o debilitarse.
La carga mental que históricamente la mujer ha aguantado en roles del hogar, hoy ya es insostenible, en relación con los demás roles que se imponen de manera inconsciente en ella tales como el rol de cuidadora, madre, educadora, proveedora, entre otros. Esto hace que la fatiga emocional aparezca en forma de sintomatología, asociada a la ansiedad, estrés y depresión, entre otras.
Sofía Fiedler Porzio, psicóloga de PsicologiaChile.cl