Como ha sido ampliamente comentado, los efectos de la pandemia no solo han sido de salud. Junto con esto, las consecuencias económicas han tenido variaciones insospechadas por donde se le mire. En ese contexto, Ñublense no ha estado aislado de ello, particularmente ahora que prepara el reestreno en Primera B. Y es que como era de esperar, retornar a la competencia en estas condiciones implica un largo listado de gastos extras que se deberá costear.

Por ejemplo, hace dos meses en el regreso a los entrenamientos presenciales, el club se metió la mano en el bolsillo para incorporar un exhaustivo plan de higiene, con las ya clásicas mascarillas, guantes, alcohol gel y un gran etcétera. Ahora la situación no es bastante parecida, con el condimento adicional de que se tendrá que trasladar a lo largo del país para jugar por los puntos.

"Dependiendo la cantidad de personas, el equipo debería moverse en dos buses. Por otro lado, las concentraciones ya no serán como eran antes, donde había dos jugadores por pieza. Ahora hay un gasto extra, en el que cada futbolista estará solo. Por ejemplo, si antes viajar y quedarse en un hotel para jugar de visita costaba 5 millones, ahora será el doble", revela el gerente comercial Marcelo Olguín.

Bajo esa lógica, el propio encargado da cuenta del desembolso agregado que significa jugar de local pero en un estadio que no es precisamente el Nelson Oyarzún. "Otro gasto tiene que ver con disputar nuestros partidos en el CAP, con el traslado de la publicidad y funcionarios. Asimismo, el costo natural del arriendo del estadio, que es mucho más alto que acá en Chillán", cuenta.

En términos generales, casi todos los gastos fijos aumentarán en un 100% más, una situación que se complica, sobre todo porque no habrá ingresos frescos por conceptos de entradas vendidas. "Nosotros ya hicimos la pérdida de este 2020, por ende todos los recursos que se estaban obteniendo a través de auspiciadores y que iban dirigidos para solventar otro tipo de cosas, se están redirigiendo para costear todo esto" confiesa Olguín.

Hinchas

Para todo fanático empedernido de un club, asistir al estadio cuando el equipo juegue al menos de local, es ley. Lamentablemente la contingencia nacional sanitaria impide que eso se lleve a cabo, por lo que hace unos días atrás se inició la campaña para que los hinchas puedan colocar su rostro en unas pantallas led ubicadas en las tribunas de los estadios, tal como en Europa o NBA.

"El retorno sin público es lo más sensato debido al Covid. Eso sí, es desilusionante que CDF no transmita los partidos de la B. Escucharé por radio y siempre estoy en Twitter. No me interesa la aplicación de "hincha virtual" que promocionaba la S.A.", arremete el fiel forofo de los Diablos, Alexis Ferrada.

Por su parte, otro muchacho que ha estado en las buenas y malas con el conjunto del Ñuble, como Leonel Acuña, también manifiesta que se verá obligado a estar pegado a la vieja y querida radio. "Igual es complejo para los hinchas de Primera B está vuelta al fútbol, ya que a diferencia de los de Primera A, tendrán todos sus partidos televisados, así que como casi siempre cuando jugamos de visita, estaremos pegados a la mística que tiene escuchar los partidos por la radio"

Así también, complementa que está "ansioso con que vuelva el torneo, pero a la vez con pena por no poder ir al estadio como antes a alentar al Rojo. El fútbol sin hinchas no es lo mismo, pero por ahora solo espero que Ñublense no le afecte el aliento de su hinchada, ni el hecho de no poder hacer de local en su estadio".

167 días

102 después, Ñublense jugará nuevamente por los puntos. La última vez fue en la victoria 2-1 ante Valdivia.