Política exterior
SLuego del bochorno tras el intento de la Cancillería por cerrar cinco embajadas chilenas, la pregunta es si corresponde elaborar una estrategia concreta para un amplio espacio constituido por el antiguo Tercer Mundo, las naciones en desarrollo y las regiones más pobres de los países ricos, a los que la práctica internacional contemporánea llama Sur Global. Hace tiempo que la política exterior de Chile no le concede a esa parte del planeta un rol que le otorgue algún sentido y permita aprovechar potenciales beneficios.
La respuesta es afirmativa si queremos reforzar la inserción del país en un escenario externo sometido a los desafíos de la pospandemia y al enfrentamiento entre Estados Unidos y China. El hecho de no ser esto una prioridad, está lejos de significar su abandono; por el contrario, debemos tratar los temas del desarrollo, impulsar alianzas, promover la cooperación sur-sur y estimular los intercambios, sobre todo para nuestras pymes que tienen en África, Medio Oriente y partes de Asia atractivos mercados disponibles para los productos de nuestras regiones y para exportaciones con mayor valor agregado, lo cual justifica firmar acuerdos que faciliten el comercio. La Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales y ProChile tienen allí una tarea pendiente.
La creatividad y la audacia tienen campo libre cuando se trata de administrar eficientemente recursos escasos, razón por la cual nombrar embajadores itinerantes, abrir oficinas comerciales en lugares estratégicos y compartir embajadas con otros países resultan ser iniciativas válidas para desplegar por primera vez, en muchos años, una política consistente.
Cristián Fuentes Vera Académico Escuela de Gobierno y Comunicaciones U. Central
Vacuna Covid-19
Se está solicitando actualmente en nuestro país, la participación de voluntarios para la cualificación y posterior puesta en terreno de Salud Pública chilena de un agente que aportaría inmunidad contra el ente detrás de la actual pandemia. Los requerimientos del logro de una vacuna específica, es algo que ha fijado y reiterado un esfuerzo a escala planetaria no visto antes, que viene a bien analizar, bajo el requerimiento de los actuales desarrollos biotecnológicos y paradigmas establecidos en la investigación científica, en escala atingente al modelo humano.
La investigación, estudio y desarrollo de un fármaco y también de un agente en el ámbito inmunitario, trae consigo plazos requeridos de al menos 10 a 15 años en cumplimiento de procesos protocolizados a escala mundial, en la investigación biomédica. Están las fases preclínicas, en entidades biológicas, estudio en animales, luego tres fases en seres humanos y la cuarta en donde ya superado el trayecto anterior con éxito, el producto se pone a disposición de su uso como recurso aceptado en salud, con la respectiva patente.
La responsabilidad y seriedad de lo anterior bien respaldado desde los tiempos de la Declaración de Nuremberg, post Holocausto, en cuanto a los Derechos Humanos, la Declaración de Helsinki e informe de Belmont, jugando además un rol esencial la OMS y la Asociación Médica Mundial.
El punto para análisis es la excepcionalidad de la actual contingencia, en que se deben abrir rutas rápidas en función de el derecho a la salud así constituido. Aquí entra la visión Bioética, Ética de Investigación y Deontología.
La búsqueda de voluntarios para etapa clínica de investigación en vacuna Covid 19, se tendrá en clara definición y cumplimiento de varios requerimientos. Uno de ellos es la autonomía social, capacidad cognitiva y de salud. No debiendo existir ningún tipo de presión a su decisión de cooperar a tan magno hecho
La información debe ser explicita y clara respecto de costo versus beneficio, aun bajo una visión utilitarista en función de un bien mayo para más tarde manifestar su voluntad en un documento de Consentimiento Informado, de especial relevancia en Salud además de tener poder vinculante, esto es con el ámbito judicial de protección.
Importantísimo aspecto para considerar con extrema cautela en la particular relación con cada uno de los voluntarios, no debiendo haber interés monetario alguno a excepción de lo que conlleva a traslados, alimentación y merma de ingresos laborales. Se debe velar por la ausencia de este ámbito de interés por colectivos específicos, como los políticos, las compañías farmacéuticas transnacionales y entidades Empresariales de Salud que pudiesen entrar en intereses económicos extremos.
Finalmente, y en función de los voluntarios, esta visión tiene como razón y final ultimo resaltar y sacar a luz de la sociedad nuestra, la verdadera expresión del valor por un bien loable y en beneficio de tantos entes conformados como seres humanos.
Oreste Jara Magre Académico U. Andrés Bello Especialista en Gestión en Salud y Bioética