Correo
Copao: el tesoro endémico del norte del Chile
El copao, es el fruto de una cactácea endémica del norte de Chile, la cual a pesar de la escasez hídrica presente en la región se desarrolla sin problemas, siendo un alimento saludable y versátil.
Se caracteriza por presentar un alto contenido en agua, por ser una fuente natural de vitamina C, con un alto contenido en sodio y potasio, al mismo nivel que un plátano; aporta fibra dietética soluble, es baja en calorías y contiene compuestos antioxidantes. Este fruto es consumido principalmente como fruta o en preparaciones artesanales, como: mermeladas, helado, néctar, pulpa, aderezos, yogurt tipo americano y pie de copao. Por ende, es un fruto prometedor, con un gran potencial en el desarrollo de productos más industrializados pudiendo llegar incluso a nuevos mercados.
El único problema del copao, es su escaso conocimiento y valorización a nivel nacional, se trata de uno de los tesoros de nuestro chile, y no se le otorga la relevancia adecuada en comparación con otros frutos del país. Su principal ventaja es su metabolismo, ya que le permite captar el CO2 por la noche evitando la apertura estomática de día cuando la demanda evapotranspirativa es mayor, lo que minimiza la pérdida de humedad. Es esta característica, la que le permite sobrevivir en condiciones de escasez hídrica; siendo una potencial alternativa de cultivo para la agricultura chilena con un bajísimo impacto medioambiental. Por lo que, debemos mirar a nuestro alrededor, nuestro país presenta una diversidad de climas, tenemos el desierto más árido del mundo y existen plantas que pueden sobrevivir y generar frutos con un alto valor nutritivo, que pueden ser una alternativa real y concreta para la alimentación, no por nada se postula que las cáctaceas podrían llegar a ser las únicas plantas del fututo.
Daniela Soto, académica Ingeniería en Administración Agroindustrial, UTEM
Equilibrio laboral: la libertad de elegir
La pandemia del coronavirus ha traído un cambio radical en el comportamiento de nuestra sociedad. Se han generado nuevos hábitos de consumo, educación y trabajo a distancia, que hoy representa una evolución sin precedentes en la vida de millones de personas.
Hace algunos años, era impensable que distintos trabajos se pudieran realizar desde el hogar. No obstante, hoy ya es realidad. Y, si bien el teletrabajo ha entregado una serie de beneficios -como la oportunidad de poder pasar más tiempo en familia y compartir con los seres queridos-, trabajar desde casa presenta también un gran desafío, pues muchas veces parece complicado compatibilizar la vida doméstica con las exigencias laborales, pudiendo ser muy difícil rendir en el trabajo (sobre todos para aquellos que deben cuidar de personas, ya sean hijos, adultos mayores o personas con movilidad reducida o algún tipo de discapacidad).
Además de eso, el solo hecho de vivir una pandemia ha sido una experiencia difícil en el ámbito emocional y familiar para muchas personas, lo que al sumarse a las ansiedades provocadas por el trabajo pueden debilitar mucho la salud mental de nuestros colaboradores.
Es por esto, que debemos ser capaces de guiar ese tránsito respecto a la ansiedad de aquellos que necesitan y quieren volver cuanto antes. Es prioritario generar espacios de trabajo que entreguen a las personas la seguridad de que no estarán poniendo en riesgo su salud ni la de sus familias; entregarles apoyo en el ámbito psicológico y preocuparse del impacto de las decisiones de la compañía en su salud mental, o, simplemente, entregar soluciones e iniciativas en donde predomine la flexibilidad, permitiéndoles exponerse menos en las calles y en sus trayectos (buses privados, estacionamientos u horarios diferenciados). Pero por sobre todo, es importante que en esta situación los trabajadores se sientan en la libertad de elegir lo que es mejor para ellos y el desempeño de su trabajo.
Sandra Díaz, directora de Valor Humano de WOM
Prevención
La serie de eventos que reunieron a personas durante el pasado fi de semana es la muestra más evidente que son muy pocos lo que han tomando conciencia del peligro real que implica el coronavirus. En nuestra región hay personas que están aotrnillando al revés en la materia y parece que las sanciones no consiguen nada.
No puede ser que tengamos personas que son detenidas por quinta, sexta y séptima vez por infringir la normativa sanitaria. Debe hacerse algo que evite esta situación y permitir que el resto de la población pueda cumplir con las medidas impuestas por la autoridad en beneficio de la población.
Eduardo Palma