En Ñuble se han cursado 2.155 sumarios sanitarios en pandemia
FISCALIZACIONES. En promedio, demoran seis meses en ser fallados, resultando multados el 80% de los sumariados. Multa más alta aplicada ha sido de 100 UTM.
Ñuble, las pasadas Fiestas Patrias, estuvo en el tapete de la opinión pública, ya que dos parlamentarios se vieron involucrados en una polémica tras ser fiscalizados en las aduanas sanitarias de Ñiquén y Santa Clara. Como resultado, la Seremi de Salud local anunció la apertura de dos sumarios contra los parlamentarios Gabriel Silber y Loreto Carvajal, pues, según la autoridad sanitaria, el primero no pudo acreditar residencia en la región del Bío Bío, mientras que la segunda se habría saltado el control sanitario. Es por ello que las autoridades arriesgan multas que podrían llegar hasta las mil Unidades Tributarias Mensuales (UTM), equivalentes a $50.322.000.
La situación anteriormente descrita, se enmarca dentro de la labor fiscalizadora con la finalidad de hacer respetar la normativa sanitaria en tiempos de pandemia liderada por la Seremi de Salud, que en Ñuble ha culminado con la realización de 2.155 sumarios sanitarios, siendo ya resueltos 1.094. "De ellos, cerca del 80% es multado, el resto recibe una amonestación escrita. El fallo depende de la gravedad de la infracción", afirmó Marta Bravo, seremi de Salud de Ñuble, agregando que en promedio un sumario tarda seis meses en ser fallado.
En relación a las multas que se han cursado en Ñuble éstas llegan a un total de 884 millones 258 mil pesos, variando entre 0.1 y 100 UTM, "siendo en la región la infracción más alta que se ha cursado de 100 UTM (es decir, cerca de $5 millones 32 mil pesos), a un caso positivo que infringió la cuarentena obligatoria dos veces", explicó la seremi Marta Bravo, quien destacó el trabajo realizado en las aduanas sanitarias existentes en la región: Ñiquén, Santa Clara y el Terminal María Teresa.
"Nosotros somos una de las aduanas más exigentes, por lo tanto por desplazamiento entre regiones, llevamos 1.054 sumarios en aduanas sanitarias. El segundo motivo más común es el toque de queda, en un trabajo conjunto realizado con Carabineros, institución que nos notifica esos incumplimientos. La menor cantidad de sumarios es por la falta de uso de mascarilla", afirmó la seremi de Salud.
Diversas posturas
A la luz de los sumarios realizados y multas cursadas, surge la interrogante respecto a si los ñublensinos son respetuosos de lo dispuesto por la autoridad en esta pandemia.
A juicio del general Rubén Segura, jefe de la Defensa Nacional en Ñuble, en un gran porcentaje el habitante de la región cumple con lo que se establece.
"Si bien hemos detectado personas que piden permiso para una actividad distinta a la que están realizando al momento de ser fiscalizados, en la mayoría de los casos en los que al Ejército le ha tocado fiscalizar, los ñublensinos cuentan con sus permisos y salvo conductos que están vigentes en el instructivo del Ministerio de Salud de fecha 17 de septiembre", enfatizó el general Segura.
Según Cecilia Henríquez, presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Chillán, hay una tendencia a desobedecer por parte de los ñublensinos, lo que debería traducirse en más sumarios y multas. "La gente es porfiada. Si bien ha bajado la movilidad producto de la cuarentena, antes era cosa de ver el centro y muchas personas que no andaban haciendo trámites esenciales. La autoridad debe fiscalizar, pero la primera responsabilidad es individual. Creo que la hemos sacado barata considerando el grado de incumplimiento que se ha estado teniendo", aseguró la representante vecinal de la capital de Ñuble.
Relativización
Según Luis Marcelo Silva, sociólogo y académico de Administración Pública de la Universidad San Sebastián, en el actual modelo resulta esperable que se genere una relativización constante del sistema cultural, lo que trae consigo obviar las disposiciones legalmente establecidas.
"En nuestro modelo y, tras todos los eventos recientes (políticos, sanitarios, etc.), sumado a la cultura imperante, es esperable que se genere una relativización constante del sistema socio-cultural y, por lo tanto, se obvien las disposiciones legalmente establecidas. De esta forma, la anomia (falta de valoración de normas dentro de la sociedad) se transforma en un distanciamiento entre los objetivos establecidos culturalmente y el acceso de ciertos grupos al logro de dichos objetivos", explicó Silva, enfatizando por ello la necesidad que las normas se definan a partir de los patrones culturales dominantes "y no fuera de ellos, porque, de lo contrario, no serán valoradas por una vasta cantidad de la población", puntualizó el sociólogo y académico de la Universidad San Sebastián.