Pensiones
Frente al desafío de las pensiones, es un imperativo distinguir entre el financiamiento de las pensiones actuales y el financiamiento de las pensiones futuras. Para mejorar las pensiones futuras, el 6% extra de cotización debe ir íntegramente a la cuenta del trabajador. Para mejorar las pensiones actuales es necesario usar los recursos que aportan las empresas y los chilenos a través de los impuestos y reasignar -de una vez por todas- los miles de millones de dólares despilfarrados en programas mal evaluados y con malos resultados que el Estado se niega a cerrar.
Confundir las fuentes de financiamiento de las pensiones actuales y de las futuras no hace otra cosa que seguir financiando el saco roto de la corrupción y la ineficiencia. Por esta razón, los seis puntos extras de cotización deben ir a la cuenta de los trabajadores en su totalidad.
Juan L. Lagos Fundación para el Progreso
Negativa proyección
La historia dirá que hubo un país llamado Chile que estaba ad portas del desarrollo, pero una parte de sus "ciudadanos" no quiso que así fuera. Lamentablemente, esto último con la colaboración de las autoridades políticas, tanto de gobierno como de oposición, los primeros que pasivamente no hicieron cumplir la Constitución y las leyes, dejando a la ciudadanía desamparada, y los segundos que en su afán de revanchismo político fueron cómplices pasivos del anarquismo. Afortunadamente, la solución estará en la nueva Constitución, según lo aseverado por el PC, la DC, el PS, el FA, el PR, el PH, etc., etc., etc.
Por experiencia, la única manera de surgir es con trabajo, trabajo y más trabajo, cosa que muchos aún no entienden.
Leopoldo Medina
Discrepancia
La Ley 20.720, o más conocida como de Insolvencia y Reemprendimiento o simplemente ex Ley de Quiebras, cumplió seis años de vigencia y está en plena discusión en el Congreso los cambios enviados por el Gobierno, los que valoramos, pero también tenemos discrepancias. En el caso de las renegociaciones de personas deudoras, consideramos que el proyecto de ley puede tener una buena intención, pero el contenido es insuficiente.
Las personas se encontrarán con una gran desilusión cuando verifiquen que no podrán mejorar las condiciones de pago con los acreedores hipotecarios, prendarios y otros con garantía específica, y que no podrán acceder a este procedimiento por tener juicios ejecutivos notificados.
En el caso de los procedimientos de liquidación, ahí aparece una traba que es la exigencia de una caución de 10 UF. Nunca se debe olvidar que la solución al alto endeudamiento en algunos casos es la renegociación de la deuda, pero en otros no queda más camino que activar el procedimiento de liquidación. También hay que poner atención en el límite de cinco años en que el deudor no puede volver a quebrar. ¿A quién beneficia esto?
Creemos que los cambios benefician a los acreedores en desmedro de las personas, dejando nuevamente desvalidos a los deudores, a quienes se les ve desde la mirada de la desconfianza.
Ojalá que en el Parlamento los legisladores trabajen en mejorar estos puntos, o si no puede ser letra muerta. Además, es importante que la ley no pierda su espíritu original por la que fue creada hace ya seis años: el reemprendimiento.
Ricardo Ibáñez Abogado y socio fundador de Defensadeudores.cl
Sociedad inclusiva
En nuestro país, la realidad social y escolar de los niños con síndrome de Down es compleja, ya que están segregados en su mayoría en escuelas especiales. Un número menor, logra acceder a "cupos de integración escolar", que son reducidos en relación al cupo regular de cualquier colegio. Esto no está relacionado directamente con las deficiencias cognitivas propias a la condición, sino que muchas veces a una historia de prejuicios en torno a ellos.
Los niños con síndrome de Down son capaces de aprender, conceptualizar el mundo de manera variable, así como leer y escribir en su mayoría. Su condición no es una barrera para ello.
Si fuéramos una sociedad inclusiva, entenderíamos que en niños sin esta condición, estos aprendizajes también presentan variabilidad. El tiempo y la dedicación son fundamentales para cualquier aprendizaje y en quienes tienen síndrome de Down se presenta con más fuerza aún, pues el tener un déficit intelectual significa necesitar una estimulación multicanal y más mantenida en el tiempo para asentar algunos de los aprendizajes escolares.
Quizás, si nos abriéramos a la posibilidad de la diversidad con la certeza de que todos somos diferentes, el progreso de una población como la de los niños con síndrome de Down tendría una mayor esperanza de verse integrada a una sociedad como la nuestra; así como sucede en tantos otros países en que sus derechos como individuos, son respetados y visibilízalos.
Claudia Figueroa Académica Escuela Fonoaudiología Universidad Andrés Bello