Críticas al sistema de salud
Chilenos evaluaron con nota roja el modelo de nuestro país, de acuerdo a la última Encuesta Nacional de Salud. La encuesta deja en claro que el sistema no cumple las expectativas y requerimientos de las personas.
De acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud, que elabora anualmente el Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello, los entrevistados evaluaron con 3,7 el sistema de salud de nuestro país, lo que tiene un importante significado considerando los efectos de la actual pandemia.
Los encuestados argumentaron que no se sienten respaldados, que el sistema tiene un acceso cada vez más demoroso y con costos más altos y que, consideran, seguirán incrementándose.
El estudio registró la peor nota de los últimos años, representado una leve baja respeto del año anterior, posiblemente causada por la pandemia.
Los aspectos peor evaluados fueron: "El tiempo que tuvo que esperar para recibir una atención médica", "El tiempo que le dio el médico en la atención", "El monto que tuvo que cancelar", "La comodidad de las salas de espera" y "La forma de solicitar horas por teléfono".
Según el director del Magíster en Salud Pública de la Universidad Andrés Bello, Javier Labbé Cid, la crítica es generalizada en cuanto a "lo poco oportuno o demoroso" del acceso a las prestaciones de todo tipo, urgencia, hospitalización, atención médica entrega de resultados de exámenes, etcétera.
En cuanto al nivel de protección financiera, un 65% de los encuestados dijo que se siente poco o nada protegido por su actual plan de salud y solo un 14% manifestó sentirse muy protegido. Y un 44% dice estar muy preocupado por las enfermedades catastróficas no cubiertas por el AUGE.
Estos resultados presentan un escenario poco auspicioso, según Labbé, y no representan la sensación exclusiva del periodo de pandemia, sino que vienen arrastrándose por cerca de una década, empeorando esta vez, incluso cuando se ha reforzado el área para enfrentar el covid-19.
La encuesta deja en claro que el sistema no cumple las expectativas y requerimientos de las personas, por lo que se necesita con celeridad una reforma significativa a la estructura del modelo de salud. Ese debe ser un gran desafío, que requerirá de una discusión seria, marginando temas ideológicos y poniendo énfasis en lo que es mejor para los chilenos.