Constituyentes
Un chileno o chilena independiente, sin recursos para hacer campaña y además desconocidos, pero que quieran estar en la constituyente deberán sortear varias barreras de entrada. Deberán competir contra partidos que apoyan financieramente las campañas de sus candidatos y movilizan sus estructuras en favor de ello. Además, deberán competir con personajes conocidos de la farándula, por ejemplo, que ya son conocidos y que accederán fácilmente a cupos para ser candidatos. O deberán, eventualmente, cumplir con algún requisito para acceder a escaños reservados que probablemente ya ciertos grupos de interés tendrán asegurados y asignados entre sus miembros.
Considerando las enormes barreras mencionadas antes y que se espera que la constituyente se conforme mayormente de ciudadanos independientes, quizás sería bueno recordar que como decía Montesquieu "El sorteo es una manera de elegir que no ofende a nadie; le deja a todo ciudadano la esperanza legítima de servir a su patria.
Jorge Gómez Arismendi
Después del Plebiscito
Tras el apabullante triunfo del apruebo es comprensible la preocupación y sensación de desesperanza que siente la derecha tradicional. La consternación no debe cegar al sector, pues éste es recién el comienzo, pero jamás se ha de perder la noción del tiempo. El rechazo significaba cambios con holgura, el apruebo requiere medidas a contrarreloj: Renovación en el discurso y en el lenguaje; candidatos con aptitudes contingentes y antecedentes convincentes; dejar de creer que existe tal cuestión de una "mayoría silenciosa" y comprender que el grupo mayoritario actualmente, son los cientos de miles de chilenos que han dejado de creer en la política.
Martín Altamirano N. Fundación Para el Progreso
Dificultad
Recuerdo la votación en el plebiscito de 1988. Para el paso de un régimen a otro se votó Sí (que siga) y No (que no siga). Será que antes dominaban más el idioma, porque créanme que en esta oportunidad no entendí la boleta de votación a la primera lectura y también a muchos chilenos les pasó lo mismo. Hubiera sido más simple haber puesto "Nueva Constitución: Sí o No", con una redacción en conjunto con el Congreso y representantes populares o redactada por asambleas de representantes de votación popular y democrática 100% del pueblo chileno. No obstante, pusieron en la papeleta Convención Mixta y Convención Constitucional.
Faltó, además, liberar de cobro la locomoción colectiva y no solo el metro. Lo anterior, más el coronavirus y la cesantía pospandemia, produjo abstenciones.
Guillermo Riffo Glaus
Niñez y proceso constituyente
Este fin de semana nuestro país vivió el evento político más relevante desde el retorno a la democracia. En él se confirmó que contaremos con un nuevo pacto social, construido de manera colectiva y democrática, algo que, en nuestros 202 años de independencia, no habíamos tenido.
Sin perjuicio de que los y las adolescentes bajo la actual legislación no tienen reconocido el derecho al voto, sería interesante que en, el marco del proceso constituyente, pongamos sobre la mesa y asumamos un compromiso real para la efectiva garantía de los derechos humanos de niños, niñas y adolescentes.
Su reconocimiento constitucional como sujetos de derechos es crucial para la construcción de una sociedad más justa y fraterna con niños, niñas y adolescentes que, hasta hoy, han tenido una relación muy compleja con el Estado y sus políticas públicas, pues, pese a las obligaciones internacionales contraídas en esta materia, no han sido lo suficientemente considerados para su diseño e implementación.
Es indispensable que en medio de esta crisis social, la democracia sea fortalecida a través de un reconocimiento expreso de los derechos de la niñez y la adolescencia. Ponerlos primero en la fila significa, entonces, reconocerles una cuota de participación efectiva en la comunidad. Y esto es algo que debemos incorporar hoy.
Camila De la Maza Coordinadora de Seguimiento Legislativo en Corporación Opción