Con la ayuda de cientos de voluntarios, Sri Lanka salva a 120 ballenas varadas
Con la ayuda de cientos de voluntarios y la coordinación de la Marina de Sri Lanka, ayer fueron rescatadas unas 120 ballenas piloto de aleta corta que encallaron el lunes en la costa del país y que fueron devueltas al mar.
El vocero de la Marina de ese país, Indika de Silva, afirmó que "fuimos capaces de salvar a estos animales, porque todo el mundo actuó a tiempo. La operación ha sido un éxito".
Pese a que al menos cuatro ejemplares fallecieron, las autoridades destacaron que la situación podría haber acabado mucho peor, tras el hallazgo realizado por vecinos de decenas de estos mamíferos marinos -que suelen verse afectados por el sonar de los barcos pesqueros- varados en la arena de la playa de Panadura, a unos treinta kilómetros al sur de Colombo.
Pese a restricciones
Cientos de voluntarios se unieron a las labores de rescate lideradas por los guardacostas y la marina, a pesar de que la región se encuentra bajo estrictas restricciones para controlar la expansión del coronavirus.
La bióloga marina Asha de Vos, que ayudó a los voluntarios a dirigir a las ballenas más allá de los arrecifes, explicó que se trató de "una operación muy dura", precisando que "observé que cuando los animales quedan varados, normalmente se encuentran sobre el costado, lo que significa que sus orificios nasales están sumergidos y no pueden respirar".
De Vos y la Marina esrilanquesa coincidieron en apuntar a que el incidente podría haber sido causado por un miembro descarriado del grupo, puntualizando que "el grupo siguió a una ballena desesperada que había perdido su ruta".
El Departamento de Conservación de la Fauna -DWC, por sus siglas en inglés- está investigando los cadáveres de las ballenas piloto muertas para esclarecer las causas del incidente.