Salud mental: la deuda de esta pandemia
Se acerca fin de año y con ello el balance en torno a los alcances y consecuencias que nos ha dejado esta pandemia, principalmente en lo físico.
Sin embargo, es de suma importancia comenzar a comprender, pero principalmente a integrar en nuestro diario vivir un aspecto determinante de nuestra salud: el bienestar mental. Hoy es una temática profundamente discutida, donde se reconoce su presencia y significancia a nivel mundial, pero que en la práctica se ve condicionada por distintos factores, los cuales merman las oportunidades de garantizar su apreciación como una necesidad humana.
En este sentido, creo que tenemos el gran desafío de comenzar a aprender desde etapas tempranas, no sólo la necesidad de cuidar nuestra salud mental, sino que también de promover constantemente las posibilidades individuales y colectivas que nos rodean para cumplir con ese propósito. Para ello, podemos comenzar simplemente por hacer el intento de conocernos a nosotros mismos, reconocer nuestras emociones y hacerlo sin miedo o juicio, ejercitando nuestra interacción social y contacto con otros, sabiendo cuáles son nuestros límites y entender qué es lo que nos daña o hiere. Además, es importante centrarnos en aquellos aspectos en los cuales tenemos la capacidad de control y no desesperarnos por aquellos sobre los que no tenemos injerencia alguna.
Así, se hace imperioso conocer y convencernos de que tenemos la capacidad para intentar acercarnos cada día a un bienestar personal y social, que nos permita tener una mejor calidad de vida.
Rolando Sepúlveda, Académico Escuela de Psicología Universidad de Las Américas
Retiro
Con respecto a la discusión en curso por el segundo retiro del 10% de los fondos de las AFP, donde algunos parlamentarios y el Gobierno quieren regular un pago de impuestos a aquellas personas responsables que hagan ese retiro con el fin de invertir en algún negocio o proyecto para futuro en otra área que no sea una AFP, es lo más seguro que estas personas no requieran de usar el pilar solidario y menos sean una carga para el Estado como sí lo pueden ser (lo más probable) los que retiren sin tener más fondos ni seguridad ni ganas a lo mejor de seguir cotizando. Por lo anterior, este retiro no debiera tener gravamen alguno, menos para los que se preocupan por su futuro.
Fernando Ríos Malbran
Encuesta
Los resultados de la encuesta "¿Qué piensas de la corrupción en Chile?" realizada por la Contraloría General de la República deben interpretarse como una campanada de alerta sobre el futuro del prestigio institucional de nuestro país. Si hasta hace muy poco tiempo era habitual considerarnos como un caso excepcional en la región, hoy un 77% de los encuestados cree que Chile es un país corrupto o muy corrupto, mientras que solo un 3,6% considera que es poco o muy poco corrupto. Esta percepción pesimista puede ser en parte explicada -como bien señaló el historiador chileno Patricio Silva- porque el temor «de convertirse en un país corrupto explica la sobredimensionada reacción que a menudo muestra la ciudadanía ante escándalos que involucran a funcionarios públicos. Los chilenos han demostrado poseer un bajo nivel de tolerancia hacia la corrupción» (La República virtuosa: probidad pública y corrupción en Chile, p. 273).
Sin embargo, del pesimismo a la resignación hay un paso. Tan errado como considerarnos inmunes a la corrupción es asumirla como una fatalidad, porque de estas últimas solo nos salvan los escogidos, cosa que en materia política nunca ha traído buenos resultados. El llamado es, entonces, a seguir confiando en las instituciones como las herramientas más eficaces, tanto para evitar los actos de corrupción como para combatirlos.
Juan L Lagos Fundación para el Progreso
Inconstitucionalidad
El Gobierno ha hecho lo correcto al recurrir al Tribunal Constitucional, no para evitar un segundo retiro, sino para evitar esta manera torcida de legislar en la que se está incurriendo hace bastante tiempo.
Y es que aquí no es un tema de sacar o no los fondos, lo que se busca realmente es evitar que se continúe con una práctica que, evidentemente, atenta contra la democracia y nuestra institucionalidad por fines políticos.Valentina Ramírez H