Agencias / Redacción

Después del llanto llegó el descontrol por la muerte de Diego Armando Maradona en Argentina. El deseo de los devotos del ídolo más grande del fútbol trasandino por acercarse al féretro que contenía su cuerpo aunque fuera por solo un par de segundos desbordó la Casa Rosada, sede del gobierno, y ya al mediodía se calculaba que sería imposible que la procesión de fanáticos terminara a las cuatro de la tarde como había pedido la familia para luego efectuar el funeral.

A la hora del cierre se produjo el caos. Gente que había esperado horas parada bajo el sol fue "invitada" por la policía a retirarse. Algunos se resignaron con dolor; otros se enfurecieron, intentaron saltar las rejas del palacio, se enfrentaron con las fuerzas del orden: un desastre.

Fue injusto para ellos saber que el presidente Alberto Fernández con el privilegio que le otorga su cargo llegó hasta la capilla ardiente para depositar una camiseta de Argentinos Juniors, el club de sus amores y en el que debutó Maradona, o que la vicepresidenta Cristina Fernández también tocó el ataúd y puso un rosario sobre el.

Maradona, que siempre defendió a los pobres porque él nació pobre, que siempre rechazó los privilegios del poder, era despedido por la élite mientras el pueblo luchaba con la policía por acercarse.

¿Embalsamado?

Luego de que el 25 de noviembre de 2020 quedara inscrito en la historia argentina como el día en que murió el hombre que convirtió a la selección argentina en campeona del mundo en 1986, día de puras emociones, ayer fue más de informaciones.

Se reveló que Maradona murió por una insuficiencia cardiaca que le generó un edema agudo de pulmón y le provocó una muerte súbita, según informaron los médicos forenses que trabajaron sobre el cadáver durante algo más de dos horas de autopsia, según Infobae.

También se dio a conocer que el exfutbolista sería enterrado en el cementerio privado de Bellavista en el que descansan los restos de sus padres, Don Diego y Doña Tota.

El entierro fue a las 19.30 horas de ayer, inmediatamente después del funeral, a pesar de que se conoció que un mes y medio antes de morir, el 13 de octubre, el Pibe de Oro firmó ante notario un documento que reza: "Yo, Diego Maradona, en uso de mis facultades, quiero dejar expresada mi voluntad para el día de mi muerte, que es que me embalsamen y me exhiban".

La palabra final la tuvo la familia, que optó por un entierro rápido y privado, sin declaraciones y sin poder cumplir el deseo del astro.

Despedida de Charly

Quien sí expresó sus sentimientos fue el cantante Charly García, quizás la única figura viva que pueda compararse con Maradona en este momento en Argentina.

En un texto-canción-poema que publicó en su cuenta de Instagram, el músico le dedicó algo de su humor y amor en "Carta para el 10" que le expresó: "Nunca me voy a olvidar de nuestras charlas. Cuando te pregunté ¿qué título le pondrías a tu segundo gol a Inglaterra?, al toque me respondiste: 'Miré el arco y esquivé patadas'. Siempre me alucinó tu humildad y tu capacidad de ver las jugadas antes que todos. Espero que estés en el club de los 27 con Kurt Cobain, Brian Jones y gente buena. Espérame ahí… Invita la casa. No te equivoques con el paraíso".

"Quiero dejar expresada mi voluntad para el día de mi muerte, que es que me embalsamen y me exhiban".

Diego Maradona

"Siempre me alucinó tu humildad. (...) Espérame ahí… Invita la casa. No te equivoques con el paraíso".

Charly García