Emprendedoras ñublensinas que en la crisis vieron la oportunidad
NEGOCIOS. En medio de la pandemia fue cuando más afloraron los sentimientos de superación y fortaleza, Hoy son el mayor pilar en el núcleo familiar, gracias a su superación.
La pandemia, la crisis sanitaria que marcó el 2020, causando el aumento de la cesantía, pero sobre todo, de incertidumbre, ya que en primera instancia no se sabía como sería la nueva normalidad. Aún así, algunas mujeres ñublensinas vieron la oportunidad de emprender, en medio de una de las situaciones más difíciles sacaron ímpetu y fortalezas desde sus entrañas para lanzarse con sus propósitos.
Virginia Gallegos oriunda de San Carlos se lanzó al mundo automotriz, un segmento en que se ven a más hombres que mujeres, aún así con valentía se atrevió a emprender y levantar "Equipamiento Gallegos", negocio que inició en Chillán Viejo, eligió este lugar porque detectó la falta que le hacía a sus habitantes tener estos productos más al alcance. "No hay muchos locales comerciales y buscar estos productos en Chillán se torna muy tedioso. Así la gente iba a estar más cómoda y plácida, por ser un lugar cercano y tranquilo. Eso sí antes, me di muchas vueltas para decidirme, conversé con la gente sobre qué necesitaban. Ellos me dieron hartas ideas de negocios, para ver que podía ser más rentable".
Por consiguiente, eligió vender accesorios para vehículos, aunque no tenía conocimientos sobre ellos, cuáles vender y comprar, por lo que, "me asesoré de un vendedor, que me ayudó a hacer las primeras compras, fue todo de a poco. Luego se me ocurrió tener una fotocopiadora, ya que ese era otro nicho que había que cubrir porque no habían en el sector. Duré un mes, en que he ido aprendiendo, buscando en internet, asesorándome de vendedores y clientes. Luego empezó la pandemia y el local no era de primera necesidad entonces tuve que cerrar cuando estábamos en cuarentena", cuenta Virginia.
Gracias al apoyo que tuvo de familiares y del dueño del local, que la dejó quedarse sin pagar arriendo mientras tenía cerrado, porque no tenía ganancias, pudo mantener el emprendimiento. "Cuando estábamos en cuarentena entraron harto las ventas online, así me di a conocer en Facebook e Instagram, aquí día por medio publico los productos que vienen llegando. He estado pensando en abrir otro local en una comuna que también no cuente con este tipo de negocio", sostiene la emprendedora.
Al igual que Gallegos, la señora Esmerita Vásquez de Chillán, decidió seguir el camino del emprendimiento de manera solitaria con sus productos naturales, así creó "Eco Vie". Esta más que ser una empresa que la ayudó a estabilizar su economía, mejoró su salud y mitigó sus enfermedades. "Todo partió porque busqué la manera de solucionar las dolencias que me provoca la artritis reumatoide, enfermedad que tengo desde los 15 años. Nunca me ha gustado usar fármacos, entonces por eso me acerqué a la medicina natural. Así fue como aprendí el valor real de la naturaleza y nació mi emprendimiento, siempre me ha gustado compartir los conocimientos, sobre todo si es algo que a mí me hace bien ".
Gracias a estos productos se fue recuperando rápidamente, luego pasaron varios años en que se fue sintiendo cada vez mejor. "Empecé a hacer cremas, ungüento para el dolor que es muy efectivo, a tomar tés y hacer jabones, así es como me empecé a controlar. A través de libros, el aprendizaje de plantas medicinales, la alimentación y el asesoramiento con otros personas entendidas en el tema he estado en la búsqueda constante de mejores hierbas terapeúticas que alivien. He aprendido bastante", recuerda Esmerita.
Ahora le piden hasta para enviar a regiones, se ha acercado más a la comunidad gracias a las redes sociales donde ofrece sus productos. "Igual mi sueño es tener después una sala de ventas donde pueda ofrecer mis productos. Pero hasta hoy estoy contenta, porque cuando comenzó la pandemia todo fue cambiando, las ventas bajaron, fue todo un estrés, ahí pensé que podía hacer, nació la idea de hacer mascarillas, esa fue otra cosa que me ayudó a mantener mi proyecto", dice la dueña del negocio Eco Vie.
Apoyos
El proyecto Fondo de Solidaridad e Inversión Social (Fosis) ha sido un gran apoyo para esta emprendedora, la que después de ganarse el proyecto pudo acceder a capacitaciones y presupuestos. Asimismo, le sucedió a Aurelia Ormazábal de la comuna de Ñiquén, quien es vendedora de mermeladas caseras, oficio que aprendió gracias a su madre. "Un día me invitaron a integrarme a estos proyectos y con el aporte que me hicieron compré 300 plantas de arándanos, porque la idea era seguir fabricando más mermeladas. Recuerdo que cuando le conté a mi familia se pusieron muy felices, me apoyaron y colocamos las plantamos. Así fue como después me gané el adicional, que era otro dinero y juntamos un poco más, nos compramos un generador para tener un buen riego y generar más mermeladas".
En estos momentos, el emprendimiento de Aurelia es la principal entrada económica en su hogar, ya que su esposo quedó sin trabajo por la pandemia y sus productos han tenido muy buena acogida. "Preparo todo con materia prima cosechada de mi propio huerto. Hago distintas variedades como arándanos, durazno- betarraga, alcallota, frutilla, tomate y la que más vendo es la arándano- frambuesa. Mi idea es algún día tener un local donde venderlas", comenta Ormazábal.
La directora regional del Fosis, Catherine González, detalla que en general las personas que participan en sus programas son mujeres. "Creemos que producto de la emergencia sanitaria esa cifra se ha visto incrementada, porque son las mujeres quiénes han tenido que compatibilizar el cuidado de sus hijos y generar ingresos. Por eso, como servicio seguiremos apoyando el emprendimiento femenino, porque aún existe una alta tasa de desocupación en la mujeres y quisieramos que alcancen mayor autonomía".