Correo
Clase media
Antes incluso que la protección de sus temores, la clase media chilena clama por una justificación moral de su estilo de vida, ruega por un sector político que sea capaz de interpretarla como agente de transformación social y no como un objeto de auxilio.
Hay dos motivos que conspiran con esto: (1) un espíritu clasista que considera intolerable el arribismo de la clase media y aspira a tener la misma influencia que tuvo con los sectores marginados de la sociedad y (2) una clase política que aspira a que la gente dependa de la política cuya actitud de la clase media le incomoda dado que no necesita del Estado más que en un rol subsidiario que no es más que pedirle el dinero a los políticos y ejecutar dicho gasto por su propia cuenta, el peor de los mundos de la política clientelista.
Juan L. Lagos
El 10 %
Nadie en su sano juicio debería catalogar el retiro de dinero de los fondos de pensiones para enfrentar las consecuencias económicas de la pandemia como una política pública.
Lo que sí lo sería es definir que esos retiros son un préstamo que los cotizantes le hacen al Estado de Chile para resolver en forma rápida los enormes problemas que este último debió encarar en forma oportuna y eficiente.
Entendidos los retiros de este modo, ya no será cada chileno, con sus ahorros para la vejez, quien deberá pagar con su patrimonio para obtener prestaciones que el Estado le debía otorgar en un caso tan dramático y excepcional.
Luego, superada la pandemia y recuperada nuestra economía, el deudor deberá pagar su deuda y devolver sus recursos a los ahorrantes, transfiriendo a sus cuentas individuales las mismas sumas retiradas, debidamente reajustadas, en un plazo acotado y, por cierto, proporcional al tiempo que reste a cada uno para jubilar.
Por cierto, esto es absolutamente independiente de la imperiosa necesidad de introducir mejoras al sistema previsional existente, cosa que nuestra clase política, a más de un año del famoso "estallido", parece no considerar urgente.Rodrigo Hernando Díaz
Estrés financiero
La pandemia del Covid-19 ha causado una contracción en la economía que provocó perturbaciones financieras en gran parte de los hogares chilenos. Esto puede afectar no solo en el bolsillo, sino que también nuestra salud mental.
El llamado "estrés financiero" es la angustia provocada por la incapacidad de acceder a las metas de dinero que teníamos trazadas, generalmente provocado por tener gastos mayores a los ingresos percibidos o por una crisis como la que estamos viviendo actualmente.
No existen fórmulas mágicas. Nadie está libre de los efectos negativos que pueda provocar, por ejemplo, una pandemia. Sin embargo, hay mecanismos preventivos que nos pueden ayudar a enfrentar una crisis -cualquiera sea la naturaleza de esta- mucho mejor preparados.
Informarse, generar una planificación ordenada de gastos e ingresos, evitar dentro de lo posible deudas caras e innecesarias y, por supuesto, ahorrar, aparecen como las soluciones más a la mano de cada familia para poder evitar el estrés financiero. No siempre es fácil hacerlo, la inmediatez nos consume y es difícil vislumbrar un futuro más allá de las urgencias del presente. Por eso, una buena forma de hacer más amigable el ahorro, es hacerlo tangible.
Hoy con el retiro del segundo 10% de las AFP tenemos una muy buena oportunidad para invertir este dinero de forma inteligente, destinando el ahorro a distintos propósitos concretos. Generar un fondo para la educación de los hijos, otro para la jubilación o uno para hacer un viaje junto a la familia, permite que le pongamos cara a nuestros objetivos financieros, haciendo más fácil el proceso de ahorro.
Existen opciones seguras de invertir y hacer crecer nuestros fondos al alcance de todos, como fondos mutuos o iniciar un APV. Utilizar estas herramientas hoy es resguardar nuestra tranquilidad de mañana. Así podemos combatir este problema creciente llamado estrés financiero que aqueja a cada vez más familias chilenas.
Rafael Donoso, cofundador de soyfocus.com