Cambio de mando: Washington y estados se blindan ante anuncios de marchas armadas
TRANSICIÓN. Al menos 10.000 reservistas de la Guardia Nacional ya protegen la capital, mientras el Capitolio está rodeado de controles de acceso. La investidura de Joe Biden tendrá el mayor despliegue de seguridad en la historia de EE.UU.
Estados Unidos vive un ambiente de tensión y ansiedad por la amenaza de violentas protestas en todo el país para este miércoles, pero con la esperanza de que el fuerte dispositivo de seguridad en Washington y en las capitales de los 50 estados evite nuevos episodios de violencia.
El país está en alerta máxima, debido al aviso del la agencia federal de investigación FBI sobre "protestas armadas" en en el Capitolio federal y los 50 capitolios estatales con miras a esta semana, cuando el presidente electo, Joe Biden, tomará posesión de su cargo.
Las autoridades estatales han tomado medidas para cercar o asegurar los capitolios en cada estado, y confían en que ese fuerte dispositivo de seguridad disuada a los manifestantes de implicarse en cualquier acto violento.
Los foros de extrema derecha de grupos como los Proud Boys o los Oath Keepers, arrinconados en las pocas redes sociales que les quedan, aprovechando que miles de nuevos seguidores se sumaron a su canal en Telegram, hicieron una encuesta: "¿Quieren una guerra total?". El 75%, equivalente a varios miles de usuarios, contestó afirmativamente.
Una fortaleza
En Washington, un amplio perímetro que ocupa todo el centro, incluido el Capitolio, la Casa Blanca y la explanada conocida como National Mall, se encuentra cerrado al paso de los peatones o vehículos, y seguirá así hasta después de la investidura de Biden.
Al menos 10.000 militares reservistas de la Guardia Nacional están ya desplegados en la capital estadounidense, y se espera que esa cifra suba a 25.000 mañana en la noche. Biden tendrá la investidura con mayor despliegue de seguridad de la historia de EE.UU.
Investidura diferente
La que será directora de comunicación de la Casa Blanca de Biden, Kate Bedingfield, dijo que es importante que Biden jure su cargo al aire libre, frente al Capitolio, como dicta la tradición, para enviar al mundo un mensaje sobre "la resiliencia de la democracia estadounidense".
"Pero estamos en un momento volátil, y estamos preparándonos. Mañana (hoy) empezaremos a reunirnos con los líderes salientes de seguridad nacional y con fuerzas policiales para asegurar que nos preparamos para cualquier escenario que pueda ocurrir tras el mediodía del 20 de enero", cuando Biden ya será presidente, dijo Bedingfield.
La ceremonia en la escalinata oeste del Capitolio, escenario hace menos de dos semanas del mortal asalto, concentrará en pocos metros al nuevo presidente, senadores y empresarios del selecto grupo de los mandos de la nación más poderosa del mundo.
La investidura, que normalmente es un evento de masas y de carácter festivo (aunque hubo disturbios durante la toma de posesión de Trump), se desarrollará en un ambiente enrarecido y militarizado.
La alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, pidió a sus conciudadanos que se queden en sus casas el miércoles y las autoridades federales, responsables de la zona entre el Capitolio y la Casa Blanca, a donde Biden debería llegar a pie, advirtieron que cualquier intento de ingresar en zonas restringidas será repelido con la fuerza.
Decena de decretos
Tras su investidura, Biden tiene preparados decenas de decretos que planea firmar el mismo miércoles, también enviará una propuesta de reforma migratoria que incluirá una vía a la ciudadanía para 11 millones de inmigrantes indocumentados que hay en EE.UU. e instar al Congreso a que apruebe su plan de estímulo de 1,9 billones de dólares.
Las iniciativas incluyen un decreto para devolver a EE.UU. al Acuerdo de París y otro que acabará con el veto emitido por Trump a la entrada de viajeros de varios países de mayoría musulmana. También ordenará una extensión de la moratoria a los pagos de préstamos estudiantiles, prorrogará las restricciones a los desahucios y ejecuciones hipotecarias, y declarará el uso obligatorio de mascarillas en propiedades federales y transportes que crucen líneas estatales.
25.000 reservistas de la Guardia Nacional habrá mañana en la noche, la víspera de la investidura.
50 capitolios estatales están bajo amenaza de ataque, según el FBI, además del Capitolio federal.