El último duelo de Ñublense en la Primera B, pudo ser también el último para Miguel Jiménez en el fútbol profesional. Ante San Marcos, el portero jugó "un partido aparte" y dejó la valla intacta, en aquel empate 0-0 en el norte. Después del pitazo final, el golero terminó contrato con "Los Diablos Rojos" y, quizás, fue el último cotejo en sus 21 años de carrera. "Cada minuto lo disfruté enormemente", agregó Jiménez sobre el duelo ante Arica.

- ¿Cómo analizas la temporada de Ñublense?

- Fue atípico el año. El compromiso irrestricto con Hernán (Rosenblum), de parte de la dirigencia. Creo que fue un complemento de todas las partes. De la dirigencia, de nosotros, del cuerpo técnico. Fueron todos súper importantes para terminar bien este año muy complejo.

- ¿Cómo fue alternar la titularidad con Odriozola?

- Cuando se dio a mitad del torneo, fue en un momento importante para nosotros, para poder mantener la distancia que teníamos con Rangers. Por ahí, tuvimos un traspié con Puerto Montt. Siempre nos mantuvimos muy firme y sabíamos para donde íbamos. No digo porque al otro lado jugó un niño más joven, ganamos de manera más holgada. Ahí se nota la diferencia entre la experiencia y la juventud en el arco. Con la experiencia uno transmite cosas que un muchacho más joven no puede transmitir.

- ¿Cómo comparas los ascensos del 2012 y 2021?

- Tiene un componente extra, súper especial. Esta vez fuimos campeones. Eso tiene un sabor extra y muy valorable. Desde la gente, uno lo siente también. La celebración no fue lo mismo. Los partidos no eran lo mismo sin gente. Se sintió la ausencia en este momento lindo que vivimos. Yo creo que cada uno lo celebró como pudo desde la intimidad. Cuando salimos campeones, sí se hizo presente la gente en la plaza.

- ¿Y en lo personal?

- En lo personal, el primer ascenso lo viví en una etapa que no despegaba. De ahí me fui a Huachipato y a la U. Hoy, capaz que ante Arica fue mi último partido como profesional. No lo sé. Me gustaría estar mucho tiempo dentro de la cancha, pero claramente el fútbol te va dejando. Te van pasando los años. A pesar de que uno para la vida es joven. Créeme que cada momento, cada minuto, lo disfruté enormemente. Se vio reflejado que pudimos mantener el arco en cero ante Arica. Fui protagonista. Con eso demuestro que estoy vigente y estoy quemando mis últimos cartuchos en el profesionalismo.

-¿Cómo recuerdas a aquel Miguel Jiménez del 2011?

-Recuerdo perfecto ese 2011. Llegué como un completo desconocido, a pesar de los equipos en donde ya había jugado. Recuerdo como si fuese hoy el partido con Católica allá en Santiago, en donde perdimos 2-1, pero fue mi carta de presentación y lo hice muy bien. De ahí en adelante, solo fue respeto y cariño de la gente de Chillán. Me gustaría radicarme acá, es una lucha que tengo en mi casa jejeje.

- 21 años de carrera profesional no lo hacen todos.

- Uno que lo vive a diario, no le toma el peso a lo que vas haciendo. Conversé con un gran amigo preparador de arqueros y me decía 'vo' le ganaste a la vida'. Y claro, le gané a mucha gente. No lo digo de forma peyorativa, si no que, mucha gente hubiese querido estar en mi lugar. Yo lo logré. Pude jugar en un equipo grande, jugar Libertadores, Sudamericana y en un montón de cosas. Lo disfruté enormemente. Soy un agradecido de Dios y la vida. Todo aquello que parecía sacrificio en su momento, todo fue muy recompensado a la larga.

- ¿Existen conversaciones con la directiva?

- Siento que lo primero que tiene que hacer la directiva, y lo conversamos con Hernán (Rosenblum), es sentarse con Jaime y concretar su permanencia. Yo creo que Jaime va a seguir, por todo lo que hizo. De ahí, seguramente, empezarán a llamar en casos particulares. Uno, con el paso de los años, sabe captar sensaciones. No es por ponerme grave, ni de víctima. Pero tengo el tacto de que estoy más afuera que adentro. Quisiera que fuese distinto. Si es así, me voy eternamente agradecido.

2011 Llegó

2 Miguel Jiménez a Ñublense, año en el cual el equipo bajó a la Primera B de la mano del técnico Carlos Rojas.