Responsabilidad individual
A diferencia de lo que comúnmente se cree, la responsabilidad individual no es el mero cuidado de uno mismo y el cumplimiento de las normas establecidas. Al ser el humano un animal político nuestra vida se desarrolla en sociedad y cada acto individual, por pequeño que sea, podría tener consecuencias en algún tercero. El hacer filas enormes por el lanzamiento de zapatillas o de lo que sea; asistir a fiestas; ir a la playa; celebrar matrimonios; etc., son actos que nacen en la iniciativa individual de cada uno, pero que sin embargo, con el covid-19 presente, podría arrastrar consecuencias fatales involucrando a muchas personas. De esta forma la responsabilidad individual vela por una conducta ética del ciudadano, que se podría traducir en "no hacer al otro lo que no quieres que te hagan a ti", como a su vez, "haz por el otro lo que quieres que hagan por ti".
Herman Durán Urra
Rectifiquemos el 2020
La aceleración de la transformación que se vivió en el 2020 fue sin duda inimaginable. A nivel laboral si bien las personas habían comenzado a recibir capacitaciones durante los últimos años para enfrentar los nuevos desafíos, no fueron suficiente para el nuevo escenario. Y lamentablemente la incertidumbre económica redujo esta inversión por parte de las empresas, quedando como última prioridad la preparación de los colaboradores.
En nuestro caso, la demanda por parte de las empresas que contratan cursos de especialización y capacitación para sus colaboradores, disminuyó considerablemente. Pero esto no se debió a que los colaboradores hayan dejado de tener interés en su capacitación. De hecho, de acuerdo a nuestros registros la demanda individual por los diferentes cursos creció en un 40%. Esta tendencia también se observa en un estudio realizada por Laborum.com, en la que un 47,5% de los encuestados afirma haber aprovechado la pandemia para capacitarse.
Si bien es imposible negar lo positivo de esta situación, no podemos dejar de preocuparnos por el escenario que atravesaron las empresas, en el que no primó la necesidad de cumplir este rol educador. Las compañías saben mejor que nadie cuáles son los focos de capacitación para el crecimiento de sus colaboradores y por lo mismo es importante que se hagan cargo de las capacitaciones. El 2020 fue un año donde las prioridades se movieron hacia otros focos, pero este 2021 necesitamos retomar y rectificarnos, entendiendo que las capacitaciones son, sin duda, el pilar del éxito futuro de las organizaciones.
Luz Maria González, gerenta general de eclass
Piscinas, playas y Covid
Durante los meses estivales, la asistencia a lugares para relajarnos en agua como piscinas y playas aumentan considerablemente. No existe evidencia de que el Sars Cov2, que es el virus causante del COVID-19, pueda propagarse entre personas a través del agua en estos lugares.
Como bien sabemos, el virus se propaga principalmente entre personas por las gotitas que son liberadas al hablar, toser o estornudar. También sabemos que nuestras manos son fuente de contagio al tocar superficies contaminadas, que luego, al llevarlas a nuestra cara, nariz u ojos, el virus fácilmente puede entrar y alojarse en nuestros pulmones.
Dentro de las medidas que pueden ser consideradas para reducir el riesgo de contagiarse o propagar el virus durante la permanencia en estos lugares públicos, podemos mencionar: asistir solo con su grupo familiar; si presenta algún síntoma de COVID-19, se encuentra en espera de resultados o estuvo con personas confirmadas, quédese en casa; revise las medidas preventivas específicas que presenta el lugar para evitar la propagación del virus (protocolos de ingreso, demarcaciones por familia, límites de aforo, entre otros); lleve kit con artículos para proteger su salud como mascarilla (dos por cada integrante de la familia, por si se moja, recuerde que las mascarillas húmedas pierden completamente su funcionalidad y por consiguiente protección), desinfectante de manos, pañuelos desechables y toalla de papel); mantenga el distanciamiento social dentro y fuera del agua; y evite lugares con mucha afluencia de público.
Además, siempre use mascarilla cuando no esté bañándose. El tiempo en el agua debe ser limitado y siempre tomando los resguardos, manteniendo el distanciamiento social con otras personas. No consuma alimentos durante la estadía en playas y piscinas, y evite compartir artículos como equipos, juguetes, etc. de personas que no pertenecen a su grupo familiar directo.
Siempre debemos recordar que la prevención es fundamental para cuidarnos y así disfrutar con responsabilidad un momento de esparcimiento sin poner en riesgo mi vida, la de mis seres queridos y la del resto de las personas.
Carolina Uribe, Directora Enfermería Sede Concepción Universidad de Las Américas UDLA