Limpieza de playas
Investigación reveló que el mayor porcentaje de basura correspondió a productos plásticos (34,6%), vidrios (22,4%) y colillas de cigarrillos (20%) Es importante que las personas hagan un buen manejo de estos nuevos desperdicios.
La Universidad Católica del Norte desarrolla en forma periódica el proyecto "Científicos de la basura", con la participación de voluntarios, por lo que se obtuvieron datos de 32 playas correspondientes a trece regiones del país, incluyendo Rapa Nui. El cuarto muestreo nacional de basura reveló que pese a las medidas que se han tomado en Chile, como la prohibición de la entrega de bolsas plásticas en el comercio en general, en la última década no se aprecian cambios en la cantidad de desechos que llegan a las playas.
La investigación de 2020 reveló que el mayor porcentaje de basura correspondió a productos plásticos (34,6%), vidrios (22,4%) y colillas de cigarrillos (20%). Por otra parte, en este último muestreo fueron registradas como ítem especial las mascarillas, que estuvieron presentes en cerca del 40% de las playas investigadas, lo que no deja de ser preocupante, ya que este producto es un vector de transmisión del covid 19 y su composición es otro elemento que puede pasar mucho tiempo en el ambiente y, por tanto, un potencial contaminante de plástico y microplásticos. De ahí la importancia de que las personas hagan un buen manejo de estos nuevos desperdicios.
La basura lanzada en las playas habla muy mal del comportamiento que tenemos frente al medio costero, ya que la mayoría de los residuos que se observan son envases de plástico, bolsas, botellas y colillas de cigarrillos. Sólo una bolsa plástica puede tardar más de 500 años en degradarse. Una colilla de cigarrillo hasta diez años, si no se dan las condiciones para su desintegración. Las latas de bebidas, unos diez años, y una botella de vidrio, de las mismas que quedan abandonadas en las playas tras un "carrete", tarda más de 4 mil años en degradarse.
Es vital que exista conciencia y compromiso para el cuidado de las playas. La tarea debe incluir la educación de los niños, para que comprendan la necesidad de proteger el medio ambiente, para el bien de ellos mismos y de las siguientes generaciones. Chile tiene más de 6 mil kilómetros de costa, que deben ser resguardadas.