Chillán a 11 años del 27-F que aún muestra sus efectos en la comuna
TERREMOTO. Voces coinciden en la rápida respuesta ante la emergencia y la buena respuesta, salvo casos puntuales, de la arquitectura local, aunque también indican que se perdió una oportunidad de reconstruir con un sello propio,
Ñuble fue una de las zonas más afectadas por el devastador terremoto que hace 11 años, un 27 de febrero, remeció gran parte del país, siendo Chillán y sus comunas aledañas las que recibieron con mayor dureza la fuerza de la naturaleza, debido a su cercanía con el epicentro del sismo, ocurrido en la costera Cobquecura.
Voces locales que recuerdan lo que han sido estos 11 años, aseguran que hay promesas pendientes. Hubo una respuesta rápida de las autoridades de turno, con viviendas de emergencia y toda la atención que requerían los damnificados, pero precisamente esa rapidez por revertir la emergencia no dio espacio para planificar y mejorar, indican.
En ese sentido, Chillán todavía evidencia estructuras simbólicas como la "Iglesia de los Carmelitas" que sigue dando muestra de las consecuencias del 27/F. Pese a que en la comparación con otros países que sufren movimientos telúricos menores a los que estamos acostumbrados, y sufren efectos mucho más devastadores, en el caso nacional, y específicamente el chillanejo, según vecinos se pudo trabajar de mejor forma la reconstrucción.
Deuda arquitectónica
José Luis Gacitúa, arquitecto y artista público, analizó lo que fue el proceso del terremoto del 27/F, también considerando la experiencia de 1939, y lo que han sido estos once años tras lo ocurrido en el 2010.
"La arquitectura moderna de Chillán nace desde la base de una ciudad sísmica por el terremoto de 1939. Esa arquitectura resistió bien a pesar de los años, caen mobiliarios y ventanas, pero la base resiste bien porque se trata de una arquitectura sin pretensiones de alturas ni ornamentales, sino más bien como una arquitectura que trata a la ciudad como unitaria. Es una arquitectura sólida", señala el profesional.
Sobre las deudas que dejó el 27/F, Gacitúa explica que "existen temas pendientes gigantescos en lo que implica la historia de los terremotos. En 1939 prácticamente se cae la ciudad, y es una oportunidad para reconstruir la ciudad dando una nueva identidad. El tema pendiente tiene que ver con el replanteo de ver este tipo de desastres como una oportunidad para seguir creciendo como ciudad y fortalecer una identidad arquitectónica. El proceso de reconstrucción no existe como plan. La ciudad resistió generalmente bien, aunque hoy podemos ver vestigios de edificios abandonados. La reconstrucción se tomó como emergencia con una calidad no muy buena. El problema es que esa inmediatez se transforma en permanencia".
Deber municipal
Sergio Zarzar ya era alcalde de Chillán en el momento del terremoto, once años atrás, y recuerda que "fue una experiencia traumática y difícil de enfrentar, pero como municipio salimos airosos porque Chillán fue de las primeras ciudades en recuperarse. Lo primero fue gestionar dos mil mediaguas para enfrentar las casas que se cayeron, y posteriormente gestionar recursos para iniciar los procesos de construcción de viviendas para los damnificados. Eso salió bien. Queda lo traumático de los primeros días pero la satisfacción del deber cumplido".
El jefe comunal añadió sobre lo pendiente que "hay espacios que quedaron en una situación complicada por el terremoto. Por ejemplo, el Grupo Escolar, donde se pensaba construir una gran escuela, pero pasaron muchas cosas. Hubo falta de coordinación en el financiamiento, pasó el tiempo y yo responsablemente dije que no se podía construir un nuevo establecimiento, porque con la infraestructura del resto se podía absorber la matrícula de los dos liceos del Grupo Escolar. Es lo que más queda del terremoto, pero se superó lo gravísimo que fue lo del Hospital, se superaron muchos problemas de infraestructura de escuelas y liceos. El terremoto nos dejó una lección de cómo reaccionar positivamente como municipalidad, pavimentó un proceso de obras en beneficio de la ciudad".
Más preparados
"Hay un montón de cosas pendientes. Mucha gente que perdió sus casas y no las pudieron ayudar. Falta harto todavía. En mi población hemos avanzado harto, se ha cambiado harto, fue terrible, pero los chilenos estamos acostumbrados a levantarnos. Las casas que se perdieron se recuperaron y se construyeron de nuevo. En general, el balance de estos 11 años para nosotros ha sido muy bueno porque se pudo recuperar lo que se perdió", señala Rossana Echeverría, Presidenta de la Junta de Vecinos Villa Precordillera de Chillán.
La dirigente social agrega que "creo que en general los chilenos estamos acostumbrados a los terremotos. Ojalá no ocurran nunca más, pero sabemos que en Chile hay hartos sismos y uno siempre está cada vez más preparado para estas cosas. Uno espera que nunca sucedan, y nunca se sabe cómo nos puede encontrar, pero en general los chilenos estamos más preparados".
"Existen temas pendientes gigantescos en lo que implica la historia de los terremotos".
José Luis Gacitúa, Arquitecto
"Hay espacios que quedaron en una situación complicada por el terremoto. Por ejemplo, el Grupo Escolar".
Sergio Zarzar, Alcalde de Chillán