"La falta de ajustes ha hecho políticamente insostenible el sistema de pensiones chileno"
La economista expresa su posición sobre los sistemas de reparto, la pensión básica universal, los retiros del 10%, dice que quiere influir en hallar "la mejor reforma" para el país y que "el resto del mundo está sufriendo esta crisis en peores condiciones".
Mientras en el Parlamento conviven la votación para un eventual tercer retiro del 10% de los fondos de pensiones y para la Reforma de Pensiones presentada por el gobierno, ha asumido sus funciones la nueva presidenta de la Asociación de AFP, Alejandra Cox, quien viene representar a y ser vocera de un sector tremendamente debatido. De él se ha postulado no sólo su reforma, sino que algunos han planteado su fin. Los dos retiros de fondos previsionales, por su parte, no han sido únicamente una opción de emergencia ante la crisis generada por la pandemia, sino también, creen algunos sectores, una forma de minar su viabilidad.
A pesar de los tiempos turbulentos, Cox, destacada economista y académica, es particularmente calmada y segura. Considera que la imagen resquebrajada de las AFP se debe a las bajas pensiones que se reciben, lo que no se debe a la gestión de las administradoras, sino a problemas más amplios del sistema de pensiones en su conjunto del que las AFP son sólo una parte.
Alejandra Cox llega a Chile en estos días desde Estados Unidos, donde ha estado radicada desde hace décadas, aunque siempre pendiente de lo que ocurre en su país, siendo justamente la situación del sistema de pensiones uno de los temas que le ha ocupado largamente. Viene de la academia, con una alta competencia técnica, y estudios diversos sobre sistemas de seguridad social y de pensiones a escala mundial. Doctora en Economía de la Universidad de Chicago, ha sido profesora en la Universidad Estatal de California de Long Beach y autora de artículos y libros sobre economía, como The Gender Impact of Social Security Reform (2008) y Monetarism and Liberalization: The Chilean Experiment (1987).
-¿Es un momento difícil para las AFP? De serlo, ¿es un momento difícil para asumir el cargo que ha asumido?
-Tú lo has dicho. Es un momento difícil para la asociación gremial y también para quien la represente.
-¿Es un error entender el sistema de pensiones como sinónimo de las AFP?
-Sí. El sistema de pensiones no es sinónimo de AFP. El sistema obliga a ahorrar y permite a las personas elegir quién le administra sus ahorros. Siendo el Estado quien obliga, es el Estado quien se hace responsable por la integridad del proceso, regulando muy de cerca a las administradoras. Además, para el 60% más pobre, el Estado entrega una pensión básica (PBS) a quien no tiene ahorros o complementa sus pensiones si tienen ahorros. Por último, el sistema premia el ahorro voluntario a través de subsidios (cuentas APV A) o postergación de impuestos (APV B). Todo esto conforma un sistema mixto del cual las AFP son una parte.
-¿Y cómo opera, en resumen?
-Es un sistema que distribuye dentro de las generaciones desde los impuestos generales hacia las pensiones más bajas. El sistema también distribuye a través de generaciones en la medida que los jóvenes que pagan impuestos contribuyen a las pensiones de los que reciben ayuda del Estado. Además, el Aporte Previsional Solidario (APS) entrega más beneficios en periodos de bajas tasas de interés parcialmente compensado los efectos de ciclos macro.
-¿Cuál es su evaluación, a grandes rasgos, de cómo funciona el sistema de pensiones chileno?
-En mi manera de calificar, uso una métrica relativa. No puedo mirar al sistema chileno sin compararlo con otros. Todos los sistemas están pagando bajas pensiones, en eso Chile no se escapa. El sistema chileno tiene a su favor el hecho de que es todavía financieramente sostenible. Sin embargo, la falta de
"Las personas les ponen muy mala nota a las AFP porque están recibiendo bajas pensiones o anticipan que van a recibir bajas pensiones. Ante esta realidad, quieren otro sistema".
ajustes lo ha hecho políticamente insostenible.
-¿Y cuál, a grandes rasgos, su evaluación del funcionamiento de las AFP?
-A las AFP les pongo un 6 por haber innovado en el desarrollo del mercado de capitales, haber innovado en el desarrollo del sistema Scomp (Sistema de Consultas y Ofertas de Montos de Pensión), y haber innovado con Previred (un servicio de declaración y pago de cotizaciones previsionales por internet), por nombrar algunos de los avances impulsados por ellas. La competencia entre ellas ha resultado en una gran variedad de estilos. Algunas administradoras tienen muchas sucursales, otras ofrecen servicios muy modernos de acceso a información personalizada por internet, otras compiten manejando los fondos con una comisión muy baja, etc. Se han manejado bien y han hecho crecer los fondos de las personas.
-¿El movimiento No+AFP estaría entonces desencaminado?
-Las encuestas tratan de dilucidar esto. Mi lectura de estas encuestas es que las personas les ponen muy mala nota a las AFP porque están recibiendo bajas pensiones o anticipan que van a recibir bajas pensiones. Ante esta realidad, quieren otro sistema.
-¿Qué le parece la idea de una AFP estatal?
-Dentro del sistema actual, puede ser una alternativa. Sin embargo, no es tan claro encontrar la forma en que el Estado se regule a sí mismo, tal como puede regular a instituciones privadas.
-¿Qué opina de los retiros de fondos del 10% en razón de la pandemia?
-Desde el punto de vista de pensiones, obviamente ahonda el problema que ya existía. Si se proyectaban bajas pensiones, ahora se proyectan peor.
-¿Es tan justificable el primer retiro que un eventual tercer retiro?
-La pandemia se ha alargado tanto que, si alguna vez pensamos que había justificación para el primer retiro por la crisis de covid, es difícil no seguir aplicando ese mismo argumento. Pero es cada vez menos justificable, porque los montos retirados han sido grandes. Sabemos que las personas más vulnerables son muy cuidadosas con sus platitas.
-Usted, ¿desaconsejaría ese tercer retiro?
-Sí. Simplemente porque ya queda mucha gente sin fondos en las cuentas. Ya se ha llegado con esto a la mayoría de los más necesitados.
-¿Hay alguna alternativa real a un sistema de capitalización individual en la experiencia comparada?
-La mayoría de los sistemas se han movido a sistemas mixtos que combinan el ahorro con garantías de beneficios. Los programas de ahorro obligatorio se llaman sistema de "contribución definida" porque no prometen beneficios, sino que obligan a ahorrar. Dentro de los sistemas de ahorro, hay expertos que prefieren sistemas manejados por el Estado, otros prefieren sistemas manejados por los privados. Todos coinciden en lo central: la solución requiere ahorros. Sobre ellos, existen programas de ahorro voluntario, típicamente con postergación de impuestos y/o incentivos al nivel de empresa. Las garantías de beneficios toman distintas formas.
-¿Es posible un sistema de pensiones de reparto?
-Muchos se preguntan: ¿Por qué tenemos que tener un plan basado en el ahorro? ¿Por qué no podemos tener un sistema de reparto? "Me han dicho que esos programas entregan mejores pensiones", se escucha. La verdad es que estos programas prometen mejores pensiones, pero, dada la distribución de la población por edad, o para ser precisa, el hecho que la proporción de adultos mayores relativo a la fuerza de trabajo ha crecido, las promesas de estos programas no se pueden pagar en base a las contribuciones de los trabajadores activos.
A veces estos programas logran seguir pagando lo que prometen por la vía de transferencias del gobierno. Ayer (miércoles pasado), por ejemplo, supimos que la administración Biden tuvo que transferir 86 billones de dólares para mantener a flote los programas de pensiones de una serie de sindicatos, incluyendo el de músicos. Un amigo músico, aportante a un programa sindical de músicos, saltaba de alegría mientras decía que esperaba que esto anulara el mensaje que había recibido hacia unos meses: "Su pensión se reducirá en 60%...". Espero, por él, que así sea.
-Es decir, el gran problema (o la gran realidad) es demográfica: el envejecimiento de la población. ¿Se podría hablar de una crisis?
-Desde hace casi 30 años el tema de la crisis del envejecimiento está en el tapete. El Banco Mundial sacó un libro muy importante que se llamó "Envejecimiento sin Crisis" en 1994, donde se planteaba el problema y se recomendaba a los países moverse a un programa de "tres pilares" del estilo de nuestro sistema. La OCDE ha estado publicando sobre el tema por lo menos desde el 2005. Se nos ha considerado pioneros en esto. Créame, el resto del mundo está sufriendo esta crisis en peores condiciones.
-¿Cuán determinante de los problemas de las pensiones es el fenómeno de las lagunas en el ahorro previsional?
-Las lagunas son determinantes en todos los sistemas. En un sistema de ahorro una laguna significa que no hay aporte. Por tanto, los fondos que alimentan la pensión serán menores. Hay una relación inversa entre lagunas y pensión, aunque las lagunas de la juventud son más graves porque dejan de ganar interés compuesto por más años que las lagunas de los adultos.
-¿Por qué dice que las lagunas son determinantes en todos los sistemas?
-Las lagunas también afectan las pensiones en los sistemas de reparto. En estos, los beneficios son "definidos" por fórmula. Te puedo hablar del sistema de seguridad social (SSS) de Estados Unidos, el cual conozco bien. Es un sistema de reparto manejado por el gobierno, que se alimenta de contribuciones de 12.4% de los salarios (con un tope). Los beneficios se basan en el salario promedio de la persona, y en una tasa de reemplazo que empieza con un 90% para quienes tienen salarios muy bajos. Esta tasa de reemplazo disminuye en la medida que el salario promedio aumenta, hasta llegar al salario promedio tope. Ahí la tasa de reemplazo es de 28.4%.
Ahora, si en Estados Unidos una persona tiene menos de 10 años de contribuciones, no recibe pensión del SSS, aunque podría calificar para un programa de apoyo suplementario focalizado que distribuye pequeñas cantidades. Con fórmula y todo, una persona que tiene 11, o 20 años de contribución, recibe mucho menos que aquella que tiene 35 años. Esto debido a que el salario promedio se calcula sobre los mejores 35 años de sueldo (en UF, por usar términos chilenos). Entonces, si alguien trabajó por el salario mínimo, y contribuyó 11 años, recibirá una pensión que es 90% de un promedio de salarios que incluye 11 salarios mínimos y 24 ceros. Su tasa de reemplazo resulta en aproximadamente 15% del salario mínimo. Esta es una pensión paupérrima.
-Las lagunas suelen no ser voluntarias, ¿hay manera de poder reducirlas?
-Por ponerlo en términos simples, habría que tener 35-40 años de contribuciones para obtener una buena tasa de reemplazo. Si hay lagunas, es necesario postergar la edad de pensión hasta juntar los años necesarios o aportar más en algunos años (por ahorro voluntario) de manera de rellenar esos vacíos.
-Con todo, ¿son muy bajas las pensiones en Chile como para poder vivir con ellas?
-Las pensiones son bajas. Algunas son demasiado bajas para ser realmente llamadas pensiones. Típicamente se trata de personas que contribuyeron muy poco, menos de 10 años, acumulando montos que resultan en muy poca pensión. Creemos que sería preferible, especialmente si tuviéramos una pensión básica universal, que quienes acumulen montos menores de un umbral, puedan retirar todo ese monto de una vez. Eso les permitiría invertir en una fuente de trabajo, o pagar sus deudas, etc., mejorando sus vidas.
Mucha gente está postergando la edad de pensión y sigue trabajando después de pensionarse. Pero eso lo pueden hacer los que cuentan con buena salud. En el extremo opuesto, me parece muy buena política permitir anticipar pensiones a los enfermos terminales, cuya expectativa de vida ha caído significativamente.
-La ampliación del Pilar Solidario al 80%, según la propuesta del gobierno, ¿es una mejora?
-Claro que es una mejora.
-Pero, ¿cuáles son sus límites: su alcance o su perspectiva a corto plazo?
-Su alcance es amplio, lo que nosotros proponemos es que, ya que se estaría llegando al 80%, sería mejor simplificar el programa y llegar a todos con lo mismo.
-Entiendo que usted es partidaria de una pensión básica universal. ¿Podría explicar cómo sería esto posible?
-Así es. Se trata de una pensión no contributiva del mismo monto para todas las personas mayores de cierta edad. Una cantidad pagada sin distinción de si estuvo empleada o no, o cuántas son sus contribuciones. Esto beneficiaría especialmente a las mujeres que han pasado una vida en sus hogares, cuidando a otros, trabajando sin remuneración monetaria. Esta característica del plan hace que sea extraordinariamente redistributivo. Su monto cubriría la línea de la pobreza, algo que recientemente ya ha propuesto el gobierno para la PBS. Esta propuesta reemplazaría el actual sistema de PBS y APS que focaliza los recursos seleccionando a quienes están por debajo de un umbral de pobreza.
-En definitiva, ¿le gusta el proyecto del gobierno de Reforma de Pensiones?
-Creo que se puede mejorar en la parte solidaria. Además, es preferible financiar las transferencias con impuestos al ingreso y no gravar el empleo (trabajadores o empleadores). El mercado laboral está especialmente vulnerable en este momento, y a la larga es más eficiente usar impuestos de base más amplia para transferencias. Con esto, el ideal sería destinar el 6% adicional a ahorro. Quedaría por acordar quién manejaría el 6% adicional. Nosotros pensamos que los mismos afiliados tendrían que decidir esto. Para esto tendrían que haber otras instituciones alternativas, bien reguladas.
-A mediano y largo plazo, ¿la única salida es cotizar más y por más tiempo?
-Así es. Se necesita ahorrar. Eso es, dedicar parte de lo que nos ingresa hoy a ahorrar para pensiones. Si lo hacemos nosotros, sale de nuestros ingresos, si lo hace el Estado, sale de nuestros impuestos, los que salen de nuestros ingresos. Al final, siempre sale de nuestros ingresos.
-En cuanto a la cantidad de la cotización, ¿es un paso inicial el 6% de aumento de la cotización obligatoria?
-Un ahorro de 16% de los ingresos del trabajo nos dejaría más en línea con las tasas de contribución en otros países.
-En cuanto al tiempo: ¿hasta qué edad sería razonable cotizar?
-Es una muy buena pregunta. La respuesta tiene que ver con la esperanza de vida. Hoy en día, los que llegan a 65, tienen una esperanza de vida por sobre 21,5 años. En 1981, era aproximadamente 16,5. Eso significa que en promedio tenemos que financiar cuatro años más de pensión relativo a 1981. Si ahorramos lo mismo, no debemos extrañarnos de que la pensión resultante es más baja ahora. Con esta lógica, la edad legal de pensionar tendría que ir retrasándose según aumente la esperanza de vida.
-¿Cuáles son sus expectativas para su gestión como presidenta de la Asociación de AFP?
-Me gustaría influir en encontrar la mejor reforma para el sistema previsional chileno. Quisiera ayudar a recuperar las confianzas en este sistema de ahorro que se ha desarrollado en el transcurso de 40 años. Estoy todavía descubriendo las actividades de esta Asociación, que con 17 personas cubre muchos temas de gran valor agregado para el sistema. Dentro de lo que ya he conocido, pienso participar en la implementación de programas de educación financiera que ya se habían iniciado durante la administración de Fernando Larraín, y encargar las evaluaciones correspondientes. También quiero trabajar en el diseño e implementación de programas de ahorro voluntario, algunos también a punto de partir. Las cuestiones que afectan a las mujeres en temas de previsión también me interesan especialmente.
para cox, el sistema de pensiones chileno "todavía es financieramente sostenible".
"Si alguna vez pensamos que había justificación para el primer retiro por la crisis de covid, es difícil no seguir aplicando ese mismo argumento. Pero es cada vez menos justificable, porque los montos retirados han sido grandes".
"Las pensiones son bajas. Algunas son demasiado bajas para ser realmente llamadas pensiones. Típicamente se trata de personas que contribuyeron muy poco, menos de 10 años, acumulando montos que resultan en muy poca pensión".