Correo
Administradores corruptos
Un adinerado tenía un administrador y le llegaron quejas de que éste estaba derrochando sus bienes. El rico le dijo: ¿Qué es lo que me han contado de ti? Dame cuentas de tu administración porque ya no podrás seguir en tu puesto.
El relato es del evangelio de Lucas 16,1-8, donde se refleja al administrador astuto y deshonesto que engaña a su patrón hasta el último momento. Este administrador pillo utilizó su poder y habilidad para "hacerse de amigos" con el dinero injusto, a objeto asegurar su futuro.
Desde hace años, la ciudadanía ha sido impactada por actos de corrupción en instituciones públicas, privadas y religiosas. En noviembre de 2020, la Contraloría entregó resultado de encuesta donde el 77% de las personas cree que Chile es un país "corrupto o muy corrupto". El poder del mal corrompe, al no existir controles internos confiables de la autoridad, mejores leyes de probidad y transparencia. Ante la sensación de impunidad de los hechos, la nueva Constitución debiera contemplar una normativa moderna y eficaz, con sanciones efectivas para involucrados, encubridores y quienes hacen la vista gorda.
Derico Cofré Catril
Elecciones
Este otoño, que recién comienza, será de los más importantes, pues dentro de algunas semanas tendremos un proceso eleccionario, decisivo para el desenvolvimiento que tendrá el país en los años siguientes. Se elegirán autoridades locales, y además, a las personas que tendrán la grave obligación de redactar una nueva Constitución.
La participación de la ciudadanía en este proceso es esencial. Todos debemos tomar los resguardos necesarios, y cuidar nuestra salud, pero es importantísimo que las personas concurran y voten. Es que eso es lo esencial de la democracia. Ya quisieran nuestros antepasados haber tenido procesos constituyentes como este. Si bien el constitucionalismo es un fenómeno reciente en la historia universal, viene aparejado con la vida independiente de Chile.
Es así como en la Patria Vieja, los Reglamentos Constitucionales (que tenían un carácter transitorio; el de 1811 se denominaba "Reglamento para el arreglo de la autoridad ejecutiva provisoria) fueron redactados por el Congreso Nacional, representativos de los habitantes del "Reino de Chile", pero de un origen difícilmente democrático. En la Patria Nueva, hubo personas que individualmente se dedicaron a la redacción de una Carta Magna para Chile, muy preparadas intelectualmente, como don Juan Egaña, quien va a ver el fruto de sus esfuerzos en la Constitución de 1823, previo a eso ya habíamos tenidos las constituciones de 1818 y 1822. En 1826, don José Miguel Infante intenta mediante un proyecto constitucional, transformar a Chile en una República Federal, que no se condecía con nuestra realidad económica. La Constitución liberal de 1828, fue el fruto del trabajo de una comisión reducida de personas muy preparadas, como el señor Infante integró esta comisión, trató por última vez de introducir el federalismo en Chile, pero esta Ley fundamental, tuvo una vigencia corta.
En 1833, don Mariano Egaña, hijo del anterior, participará de la redacción de una nueva Constitución que regirá hasta 1925.
Chile es un país telúrico, donde cada cierto tiempo hasta nuestra fisonomía geográfica cambia, y jurídicamente eso también se ha visto reflejado en nuestras varias constituciones.
Pero en todos esos procesos, en el mejor de los casos, los ciudadanos pudieron aprobar o rechazar uno u otro proyecto, eso en épocas que había voto censitario, donde votaban solamente los varones con patrimonio, y que supieran leer y escribir.
En esta ocasión todos podemos participar y elegir a las personas que redactaran la nueva constitución, y eso, entre otras cosas, debemos valorarlo.
Samuel Saavedra
¿Protección o inmunidad?
China informa un primer caso local de covid-19 en más de un mes. El afectado fue identificado como Liu en la ciudad de Xian, quien había recibido su segunda dosis de vacuna a comienzos de febrero del presente año. Este hecho singular llama a reflexionar sobre la propagación de esta infección. Recordemos que ha habido informes de recontagios y que han surgido varias variantes del virus.
La vacunación no otorga inmunidad personal, aunque da niveles de protección según la carga genética, la historia médica y el régimen de vida de cada quien. La vacuna apunta a erradicar la pandemia una vez que se extinguen las cadenas de contagio cuando cerca de las tres cuartas partes de la población están protegidas con la vacuna.
Es por ello que no debemos bajar la guardia después de recibir la vacuna pues nada reemplaza los autocuidados. No hay que confiar en las falsas seguridades que emanan de algunas liberaciones del plan Paso a Paso pues ellas también se originan en consideraciones políticas y económicas generales, y no exclusivamente en realidades sanitarias.
Eugenio Vogel