Día de las Américas
El reciente estudio Building Happiness, realizado por primera vez en nuestro país y en el que participaron cerca de 9 mil trabajadores, reveló que 3 de cada 4 chilenos son felices en su lugar de trabajo. Incluso un 82% declaró mantener relaciones interpersonales saludables y de respeto en su entorno laboral, algo que contrasta fuertemente con lo que se podría pensar dado el contexto de la pandemia, con situaciones de encierro e incertidumbre.
En este sentido, mantener relaciones interpersonales saludables en que prime el respeto y el diálogo es una piedra angular para lograr la felicidad de los colaboradores y está comprobado que sus efectos reditúan directamente en los resultados de las empresas.
Otro dato que llama la atención es que los mayores niveles de felicidad provienen desde las pequeñas empresas, en que 8 de cada 10 trabajadores declaró ser feliz, un resultado extremadamente alentador considerando el importante motor de empleo que esas organizaciones proporcionan al país.
Por este motivo, resulta de vital importancia no solamente medir los resultados financieros de las distintas empresas, sino que también los índices de felicidad de sus trabajadores, ya que el capital humano es uno de los aspectos fundamentales de la recuperación económica.
Jaime Arrieta, CEO de BUK
Muerte de salmones
Según los últimos informes, serían 5,280 toneladas de salmones muertos en total por el bloom de algas en Chaitén, lo cual indica los niveles de hacinamiento por la codicia empresarial que en todas sus actividades están llevando a un colapso la sostenibilidad de la región. Todo un genocidio ecológico que afecta mortalmente la maravillosa zona del canal Comau en toda su extensión, la hermosa bahía Porcelana con sus termas no conocidas ni trabajadas y más atrás la poza de Quintupeu, una zona turística no descubierta aún por empresarios turísticos, la cual asemeja por su belleza a la zona del estuario del Reloncaví.
Cabe señalar que es una exigencia perentoria la salida de las jaulas de engorda de esa zona, puesto que las condiciones geográficas indican que toda esta catástrofe volverá a repetirse por ser aptas para la reproducción de algas y acumulación de floracion en aguas quietas, sin flujos importantes de corrientes y mareas, condiciones que tanto en esta zona como a todo lo largo del mar interior se repiten hasta Magallanes.
Francisco Cofré Silva
Agente Topo
La pandemia nos ha obligado a mirar a nuestro alrededor y ver la soledad en el que está sumida la población más vulnerable, principalmente, adultos mayores. Según la Organización Panamericana de la Salud, entre el 40% y el 80% de las muertes por el COVID-19 en todo el mundo, corresponden a personas sobre los 60 años que viven en residencias a largo plazo.
El Agente Topo (2020), de la directora chilena Maite Alberdi, aborda esta temática y destaca el lado humano de las casas de reposo y el abandono en que viven las personas en los hogares de ancianos. Lo hace con la delicadeza que le caracteriza para retratar con grandes dosis de humor negro el drama que enfrentan sus protagonistas, lleva del relato documental a la ficción a través de la participación de Sergio Chamy, un personaje que la directora construye de manera brillante.
La nominación de la Academia de Hollywood a la película chilena El Agente Topo la convierte en uno de los cinco designados a mejor largometraje documental. Maite Alberdi se gana con merecimiento este reconocimiento, no solo porque ayudó a las familias a reconectarse con sus mayores, sino que también, porque el documental es un ejemplo en el despliegue de producción que realizó. Cabe destacar que la nominación es también para todo un equipo comandado por mujeres.
Como conclusión es fundamental señalar que El Agente Topo nos da la oportunidad de mirar a nuestros adultos mayores y valorarlos, permite entender la importancia de alimentar el deseo de vivir de nuestros abuelitos que ya estaban en una pandemia antes del COVID-19: la pandemia de la soledad.
María Teresa Silva, UDLA
Infracciones sanitarias
Ya es hora de tomar decisiones sobre los que no respetan las normas sanitarias, que vayan a trabajar a las zonas de aseo de los hospitales, por ejemplo.
Esteban Meza