Instituciones
De acuerdo con la última encuesta del CEP, las instituciones menos confiables para la ciudadanía son precisamente aquellas dominadas por los políticos: solo un 9% confía en el Gobierno; un 8% hace lo propio con el Congreso Nacional y apenas un 2% confía en los partidos políticos. Ante esta escasa confianza en los políticos y advirtiendo que son estos -en buena medida- los que manejan el Estado, es preciso reflexionar y preguntarnos: ¿Por qué la Nueva Constitución debería darle más poder al Estado? ¿Por qué darle más poder a los políticos para que manejen nuestras vidas?.
Juan L. Lagos, Fundación para el Progreso
Apoyo a familias
El diagnóstico de enfermedad terminal puede producir cambios psicológicos importantes tanto para el paciente como la familia. Va acompañado de una suma de sentimientos negativos como ira, tristeza, desolación, entre otros. Para las familias, asumir un diagnóstico terminal constituye una etapa de cambios, ya sea en los roles, la vida familiar, vida social, hábitos y rutinas, cambios económicos, todos los cuales contribuyen al desarrollo de un constante malestar.
El proceso de duelo y muerte es considerado un gran desafío para el profesional de enfermería. El alto número de fallecidos por Covid 19 que se reporta diariamente ha demandado una alta carga emocional en el profesional de enfermería. Los pacientes que se encuentran internados en unidades de cuidados críticos se mantienen en un estado de salud vulnerable. Para las familias, constituye un período de mucha incertidumbre, en donde afloran sentimientos de miedo a lo desconocido, pérdida de control sobre la salud y bienestar de los seres queridos, y sobre todo sentimientos de duelo anticipado.
Es parte del rol del profesional de enfermería ayudar a las familias y pacientes en etapa terminal, ayudar en el proceso de resignificar, es decir, promover herramientas que permitan, con el paso del tiempo, promover un duelo bien elaborado. Para ello es importante asistir en la aceptación de la pérdida, trabajar las emociones presentes, ayudar en la adaptación a un entorno en donde el familiar ya no esté presente, todo lo cual exige mantener constantemente la comunicación, a través de una escucha activa que favorezca la expresión de las emociones presentes en el grupo familiar, lo que se conoce como estrategia de cuidado compasivo. Es importante conocer en qué etapa del ciclo vital se encuentra cada integrante de la familia, pues hay que tener en cuenta que el proceso de duelo se vive de diferentes maneras según la edad de la persona.
Se debe favorecer en todo momento la atención integral, respetando las creencias de las personas sobre el significado de la muerte. En el caso de pacientes ingresados a las unidades de cuidados intensivos, la información clara y comprensible ayuda a disminuir la ansiedad e incertidumbre y además facilita la toma de decisiones y mantiene activo los canales de comunicación. En este contexto, es importante permitir a la familia despedirse de su ser querido, pues este acto trae consecuencias positivas en el desarrollo de un duelo sano.
Cabe destacar que un duelo bien elaborado es aquel que permite a la familia volver a la vida, emprender la reconstrucción de un mundo que se ha roto por la partida del ser querido, implica la capacidad de llenar la vida con otros significados, encontrar nuevas alternativas para seguir adelante y por sobre todo dejar ir o soltar, porque si bien la muerte acaba con la vida de la persona, esta no destruye la relación o el vínculo que se mantuvo durante toda la vida.
Carolina Messer Académica Enfermería Universidad Andrés Bello
Vacunas
Formalmente el año 2005, luego de muchos años de desinversión, dejamos de contar con los dos tipos de vacuna nacionales que se producían en el Instituto de Salud Pública (ISP): la antirrábica y la vacuna para difteria, tétanos y pertussis. Al momento de evaluar el término de dicha actividad, se tomó en consideración no sólo la alta inversión requerida para que la planta cumpliera con los exigentes estándares que el propio ISP debía exigir, sino la necesidad de que la entidad productora debía ser externa al ISP, de modo asegurar una debida garantía de calidad, junto a lograr establecer alianzas con entidades públicas, académicas y privadas, que permitieran hacer sostenible la investigación, innovación y desarrollo (I+D), que se necesita para hacer viable proyectos de esta magnitud.
En dicha época ello no fue posible. Hoy, afortunadamente hay signos alentadores de que esta estratégica actividad pudiera ser retomada. Para lograrlo, es clave se generen alianzas amplias entre universidades, el sector público y privado con fuertes redes internacionales, ya que no solo es menester poner en marcha una planta de producción de altísimos niveles de calidad, sino que lo más importante es lograr capacidad para generar I+D de vanguardia. De nada sirve una planta productiva sin capacidad de I+D, ya que al poco tiempo estaríamos en la obsolescencia y despilfarrando grandes recursos.
Osvaldo Artaza Decano Facultad de Salud y Ciencias Sociales Universidad de Las Américas