Expectativas
Como todo en la vida, las expectativas y el éxito no siempre van de la mano y esto en ocasiones tiene conclusiones desastrosas. El fracaso y la degeneración totalitaria de la Revolución Francesa vino cuando los franceses se dieron cuenta de que una nueva Carta Fundamental poco hizo para combatir la pobreza. Se volvieron contra la Asamblea Constituyente, del mismo modo que se habían vuelto contra la corte de Luis XVI. Frente a estos eventos Hannah Arendt nos recuerda que «los intentos realizados para resolver la cuestión social con medios políticos conducen al terror y que es el terror el que envía a las revoluciones al cadalso». Es obvio que todos esperamos que esto no pase en el proceso que pronto iniciaremos, pero inflamar las expectativas y no ser capaz de cumplirlas es un reguero de pólvora que es preciso evitar por prudencia.
Martín Durán F.
Helia Barra de Witker
En la madrugada del pasado 5 de mayo, fallece doña Helia Magdalena Barra Rodríguez (Q.E.P.D.) esposa de nuestro apreciado amigo Alejandro Witker V, a quien acompañó durante setenta años desde que se conocieron cuando Alejandro cursaba humanidades en el Liceo de Chillán. Desde ese tiempo Helia Barra sería el sustento anímico que nutriría de apoyos y entusiasmos a su marido acompañándolo en sus diversas vivencias y protagonismos sociales, políticos e intelectuales. Compañera de una ruta pletórica de obras en el ámbito cultural que el matrimonio llevaría adelante para beneficio de la historia y el patrimonio nacional. Sería ella quien le daría a su ilustre marido la tranquilidad en el hogar, formando una distinguida familia de hijos intelectuales que se desarrollarían en diversos ámbitos tanto en Chile como en el extranjero.
Su carácter cariñoso, acogedor, de una complicidad absoluta con Alejando sería gravitante en su obra y su afán incansable; la historia y la cultura. Desde luego entre tantos derroteros vivenciales y culturales, significativo fue el apoyo para la creación de la región de Ñuble, y la fundación primero en Chillán Viejo y luego en Chillán, del Instituto O'Higginiano de Ñuble, fundación respaldada por el Instituto O'Higginiano de Chile y en la que se convertiría por su forma de ser en la madrina de esta noble institución, captando el cariño y admiración de todos sus socios. Como socia fundadora del Instituto, acompañaría a Alejandro Witker en la dirección al ser elegido como su primer presidente durante los primeros años. Llegaría en conjunto con ello, la idea de crear una revista cultural para Ñuble; la revista Quinchamalí, artes, letras y sociedad, verdadera carta de presentación cultural de Ñuble ante el país y el mundo.
Helia Barra, vivió una vida rica, pletórica de creaciones culturales salidas del horno de barro de su casa, como describe Alejandro a esa incubadora de obras que constituía su hogar. El hogar formado por este intelectual matrimonio siempre estuvo abierto a quienes interesados en la cultura pudieron solicitar allí el consejo o el apoyo desinteresado para sus investigaciones.
Helia Barra fue así la compañera y la musa junto al torrentoso Alejandro Witker, no es casualidad que el historiador le dedicara a ella su monumental obra; La silla del Sol. Por todo ello Alejandro hoy no está solo, lo acompañan sus hijos y el espíritu amoroso de su musa, vertiente de agua fresca para su amado compañero de vida en su afán incansable.
En todos nosotros, sus amigos O'Higginianos, la Señora Helia Barra ha dejado una huella de afecto sincero, de entrega amorosa con los suyos y con la obra de su marido. Para ella y su imborrable recuerdo nuestra mayor admiración, afecto y gratitud al haber tenido el privilegio de su cariño y amistad.
Juan Ignacio Basterrica Sandoval, presidente, Instituto OHigginiano de Ñuble, Filial Instituto OHigginiano de Chile
Llegó la hora
Las personas que ocupen el cargo de convencionales deberán discutir, dialogar, decidir y muchas veces acordar el texto de nuestra nueva Carta Fundamental y esta nueva Constitución, al margen de su contenido, se caracterizará por su legitimidad democrática de origen, cuestión fundamental que será considerada por las nuevas generaciones y por nosotros mismos para aceptarla como la norma jurídico-política sobre la cual se construirá nuestro sistema social, político y jurídico en los próximos años. En la medida que más personas concurran los días 15 y 16 de mayo más legitimidad democrática tendrá este nuevo pacto constitucional. En esta elección nos jugamos el futuro de Chile. Hoy más que nunca es esencial el ejercicio del derecho a sufragio, debemos honrarlo, porque esa es la mejor manera de respaldar y fortalecer la democracia. Personalmente, espero que la Convención esté integrada por hombres y mujeres (en una perfecta, justa e inteligente paridad), que no lleguen a imponer sus ideas y la de sus partidos, sino que estén dispuestas a escuchar, debatir, ceder y decidir pensando en el interés general.
Jorge Astudillo, UNAB