Locura por el croché, desde Jane Birkin hasta Rihanna
ESTILO. Múltiples celebridades y casas de moda hoy apuestan por el ganchillo.
Agencias
Desde que Jane Birkin se casara con Serge Gainsbourg con un vestido de croché a finales de la década de los 60, esta técnica artesanal ha cautivado a celebridades como la actriz Jennifer Aniston, la cantante Rihanna y Kate Middleton, la duquesa de Cambridge.
Pero también se han dejado seducir la generación Z, fanática de la moda sostenible, y varias firmas de lujo que se decantan por una moda lenta romántica, bohemia y con mucha luz.
El ganchillo es sinónimo de verano, vacaciones y un espíritu relajado que se contextualiza en la época hippie.
Por supuesto, tampoco se puede pasar por alto "ese ambiente dulce y familiar" en el que las mujeres se reunían por las tardes para hacer múltiples labores, explica Alicia Hernández, experta en moda y fundadora del espacio multidisciplinar de tendencias Valyty.
La pandemia
La pandemia y el confinamiento han ayudado a poner en valor la sostenibilidad, la moda lenta y, sobre todo, el ganchillo, ese amor por las labores que tanto han practicado abuelas y madres.
El auge ha sido importante y muchos jóvenes han recuperado ese valor artesanal creando piezas únicas, una corriente que salta del hogar a la calle.
Así, por ejemplo, viene mostrándolo en sus redes Ella Emhoff, hija de la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, quien adora confeccionar prendas y accesorios de croché.
El sector de la moda y la alta costura se ha dado cuenta del interés que suscita el ganchillo y propone vestidos, "cropped top", faldas, chalecos, biquinis o bolsos de croché, como se ha visto más recientemente en el trabajo del italiano Pierpaolo Piccioli para Valentino o en el de Gabriela Hearst, diseñadora uruguaya, al frente de la firma francesa Chloé.
Origen incierto
La génesis del ganchillo se sitúa en las prácticas árabes, sudamericanas y chinas, pero no existen pruebas fiables hasta que se popularizó en Europa en siglo XVI.
Al menos en Occidente, las primeras referencias documentales aparecen en el libro "The Memoirs of Highland Lady", escrito por la escocesa Elizabeth Grant (1797-1885) y publicado de manera póstuma a finales del siglo XIX.
Hasta hace poco, la técnica se ha considerado una manualidad casera y un entretenimiento femenino, aunque para algunas mujeres suponía una ayuda en la economía del hogar.
De hecho, fue calificada como una versión pobre de los encajes, hasta que la reina Victoria (1819-1901) rompiera una lanza en su favor y, además de comprar encajes de ganchillo, aprendiera a tejer.
Ahora, existe una verdadera locura por el ganchillo. Basta con ver las propuestas de Botegga Veneta, Altuzarra, Jil Sander, Isabel Marant, Fendi o Celine, que ofrecen prendas artesanas que beben de la estética retro y el reciclaje del vestuario de tiempos pretéritos.
Desde hace varias temporadas, Dolce&Gabbana ha presentado prendas realizadas en croché y Loewe también, aunque ahora da un vuelta de tuerca e incorpora esta técnica a sus diseños, creando modelos nuevos o únicamente incluyendo detalles en sus creaciones de piel.
La pionera de esta tendencia fue Jane Birkin, quien en 1969 acudió a la Gala de la Unión de los Artistas en París con un atrevido vestido de ganchillo blanco con un pronunciado escote que caía hasta el ombligo, y que se sujetaba con un estratégico broche.
Popularidad total
A partir de ese momento, la protagonista de "La Piscina" (La piscine, 1969) se convirtió en un icono bohemio y fuente de inspiración. Brigitte Bardot, protagonista de "Y Dios creó la mujer" (Et Dieu créa la femme, 1956), se sumó a esta moda cuando apareció en el famoso club "Le Privé" con un fabuloso vestido blanco de ganchillo.
La firma española María Ke Fisherman apostó por la técnica en colaboración con las monjas carmelitas de un convento de Huelva. Lady Gaga y Miley Cyrus han lucido las creaciones de los diseñadores María Lemus y Víctor Alonso.
Rihanna, Jennifer Lopez, Katie Holmes, Lindsay Lohan, Christina Aguilera, Paris Hilton, Halle Berry, Eva Longoria, Marion Cotillard o Sophie Turner son algunas de las celebridades que también se han unido a la locura del ganchillo.