Juan Pablo Ríos
Entre árboles, animales y naturaleza, una vida entera ligada a conservar uno de los patrimonios nacionales más importantes de la historia. Él es Nelson Huerta, a quien catalogan como el que "más sabe" de Arturo Prat. Y cómo no, si desde hace casi 29 años se desempeña como el guía y curador de la casona y cuña de Prat, "San Agustín de Puñual", en la pequeña localidad ñublensina de Ninhue.
Desde luego, tiene toda una vida relacionada al patrimonial recinto. "Llegué con mi familia, pues mi padre fue el primer administrador de la cuna de Prat, Carlos Huerta Toledo. Él llegó en el 79, cuando recién comenzó como museo. Ahí yo tenía como 12 años. Entonces, por todo el trajín de mi viejo atendiendo colegios y delegaciones, se me hizo bien familiar la casona. Después crecí, salí a trabajar afuera y volví, hasta que me ofrecieron la oportunidad de trabajar, ya que conocía bastante el tema y me gustó, todo eso en el 92", recuerda.
Sobre cómo logró el empleo, cuenta que "como yo me crie en la casona con una tremenda biblioteca, todas las tardes leía libros antiguos, por lo que se me quedó harto lo que fue la historia. Había libros excelentes, peruanos, ingleses, españoles, los que terminaron en Valparaíso después que se modificó el museo. Entonces, cuando fui a dar el examen para optar al cupo, salí escogido por lejos. Y ahí comencé a trabajar acá".
En detalle, Huerta explica que tuvo la dicha de vivir en el mismo predio de la hacienda. "Al lado del museo hay unos anexos que son las bodegas de mantenimiento, baños públicos y la casa del administrador. El entorno es fabuloso, de hecho, allí comienza el cordón montañoso de la cordillera de la costa. Es el único sector donde se conserva un bosque natural, porque recibimos agua de napas de vertientes", dice con emoción.
LA CASONA
De la casona en sí, Nelson podría hablar días y días. "La casona data del 7 de mayo de 1613. Don Pedro de Higuera fue el primer dueño. De ahí pasan varios dueños hasta doña Catalina de Los Ríos y Lisperguer, quien la compró en un período de 1700 para un individuo de Santiago. Ella actuó de corredora de propiedades, no es que haya estado físicamente en la casona. Por otra parte, está demás decir que fue donde nació físicamente nuestro héroe en el segundo dormitorio", desclasifica.
Finalmente, cuando recibe a las delegaciones de colegios y visitas que arriban hasta San Agustín, es donde da rienda suelta a todo su conocimiento. Pero, según él, lo mejor es cuando le reconocen su buen trato y conocimiento, pues es el encargado de responder las decenas de preguntas que le realizan los visitantes.
"Es grato recibir a visitas y darle reseñas históricas, porque no puede ser monotemático. Uno tiene que ir cambiando de acuerdo con el perfil del turista o estudiante que venga. Preguntan todos los días algo nuevo. Es gratificante cuando hacen una y otra pregunta. Se ven interesados y uno les ve la cara. Ese es el pago de uno, cuando te aplauden y agradecen", asegura quien, lamentablemente, ha visto suspendido estos momentos a raíz de la pandemia.
"Es grato recibir a visitas y darle reseñas históricas, porque no puede ser monotemático. Uno tiene que ir cambiando de acuerdo con el perfil del turista o estudiante que venga".
Nelson Huerta, Guía Casa Arturo Prat