Falta de fiscalización y baja en las ventas aprobleman a feriantes
ECONOMÍA. Locatarios comentaron el panorama que atraviesan a raíz de la pandemia y temen que haya otro retroceso en el plan Paso a Paso.
Las principales ferias de la comuna han visto una disminución del 40% de sus ventas desde el inicio de la pandemia, afectados por las restricciones de movilidad y el aumento de precio de algunos insumos.
Hernán Muñoz, presidente de la Feria Libre de Chillán, detalló la situación que viven los locatarios estos últimos meses. "Nosotros no hemos dejado de funcionar, estamos de lunes a domingo, sin embargo, lo que más nos complica es la falta de fiscalización con los vendedores irregulares. Tenemos dos fiscalizadores que para la cantidad de personas que circulan en el mercado no dan abasto", dijo.
Según lo expresado por Muñoz, con la crisis sanitaria y económica aumentaron los vendedores irregulares en la Feria, lo que ha ocasionado altercados entre comerciantes, también han observado la llegada de más personas en situación de calle que llegan a pernoctar, lo que ha aumentado la inseguridad en el lugar.
"No podría decir que estamos al 100%, hay varios locales que cerraron este último tiempo porque con la baja en las ventas no da para mantener los sueldos, el arriendo, las bodegas, etc. La mayoría somos de la tercera edad, por eso hay bastante resguardo frente a los contagios, hemos tenido el vacunatorio móvil en un par de ocasiones y nos gustaría que viniera más seguido para poder incentivar la vacunación de los locatarios, porque hay varios que no se quieren vacunar y eso nos beneficia a todos", indicó el presidente.
Incertidumbre
La situación es diferente en el Mercado Persa Monterrico, ex San Rafael, feria que funcionaba los fines de semana antes de la pandemia y que sufrió el cierre durante 5 meses. En la actualidad tienen autorización para instalarse los jueves, viernes y sábado, no obstante, la clientela ha disminuido considerablemente.
Marcelo Hernández trabaja hace 25 años comercializando en el Mercado Persa y cambió el giro de los neumáticos a la venta de alimentos fermentados, a modo de reinventarse con la llegada de la pandemia "después de luchar mucho nos autorizaron para funcionar los sábados, lo que permitió aumentar el flujo estas últimas semanas, pero no en masa como se veía antes".
Para Jannette Astudillo, comerciante de aliños en Mercado Persa, las ventas bajaron bastante debido a que las personas acuden a comprar las cosas puntuales. "Antes venía mucha más gente, pero como decimos acá, 'peor es nada'. Hace cuatro semanas nos autorizaron a trabajar los sábados con un salvoconducto que entrega la intendencia, pero faltó difusión porque llegó muy poco público y esos eran nuestros mejores días", expresó.
Jannette Astudillo confesó que ha intentado mantener los precios acudiendo a otras técnicas para mantenerse a flote "en mi caso soy consciente que no todos reciben los IFE, no todos están trabajando, por eso para mantener los precios tuve que bajar un poco los gramos de mis aliños para que sea rentable", añadió.
Para el presidente de Feria Libre el aumento de precios igual es un tema recurrente. "En general este tiempo es normal que bajen las ventas porque se consume menos fruta, la lechuga por ejemplo sube porque hay que agregarles un costo asociado a los envases, pero sí hay personas sin criterio que han aumentado el valor sin importar nada", dijo.
Lo que más preocupa en Mercado Persa es la continuidad del servicio si la comuna retrocede en el plan paso a paso. "A nosotros nos baja demasiado el público porque nos ponen fiscalizadores en la entrada que piden los permisos por la cuarentena, la gente no viene porque no quiere hacer las filas y nos ponen la restricción de vender solo insumos esenciales. Mi hija vende maquillaje, tuvo que vender por Facebook lo que quedaba e invertir en otros artículos para poder seguir trabajando", expresó la comerciante.
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