"Leña ya no encontramos en esta fecha, hay muy poca materia prima, los precios subieron, pero no porque uno los quiera subir es porque el mercado funciona así. El metro está en $35 mil en comparación al año pasado que se vendía a $28 o $30 mil dependiendo de la fecha", detalla Daniel Vásquez, comerciante de "Leña Certificada Chillán", dando cuenta del aumento de precio de la leña seca en la región.

Vásquez indica que hay ventas todos los días, sin embargo, le quedaría mercadería hasta fines de este mes, ya que no queda mucha leña seca que pase los estándares de la certificación que entrega la Seremi de Energía, asegura.

"La leña está saliendo más cara, las bodegas en los campos subieron su valor, además no sirve vender astillas porque había que sumarle el costo de la mano de obra y el uso de la máquina. De todas maneras, si viene alguien y me dice que quiere $10.000 nosotros le hacemos el cálculo para que pueda tener su leña con menos de 25% de humedad", añade.

Jorge Baeza representante de "Chanito", comercializadora de leña certificada, explica que están evaluando aumentar los precios debido al costo de toda la cadena productiva. "Las ventas han aumentado desde el inicio de la temporada de forma muy similar, ahora tratamos de mantener los precios, pero lo más probable es que la próxima temporada haya un incremento para que sea viable, obviamente sin ser descriteriados con la situación país que vivimos", asegura.

"Nosotros no hemos tenido problemas en la calidad de la leña, desde la producción hasta la distribución mantenemos el sello de calidad que nos caracteriza", puntualiza Baeza.

Consumidores de leña

A pesar de las diversas campañas para incentivar el recambio a combustibles menos contaminantes, los chillanejos se aferran a la leña como sistema de calefacción debido a su costo y su eficiencia.

Ricardo Rodríguez, quien se abastece en el verano debido a la baja demanda durante esa época, sostuvo que "en el invierno siempre suben los precios sobre todo en leña seca, para evitar multas".

Junto a su familia, continúan utilizando la leña como opción, ya que "los pellets tienen un valor muy elevado y además no me convence el proceso de conseguir el pellet, que al parecer también es bastante consumidor de energía. En cambio, con esperar que la leña esté seca es suficiente para disminuir la contaminación".

Para Verónica Llanos, dirigente de la población Santa Elvira de Chillán, "muchos vecinos todavía la utilizan (leña) porque no tienen otra opción de calefacción. Pero sí se preocupan y tienen la precaución de que sea seca, porque contamina menos y por miedo a las multas".

Con respecto a las fiscalizaciones, Llanos reconoce que no se han presentado problemas en el sector. "Acá vive mucho adulto mayor y ellos siempre están dentro de la normativa, son de los que salen a verificar que el humo salga blanco y no negro, nosotros también les hicimos charlas informativas sobre el correcto uso de la leña antes de la pandemia".

Sin embargo, la dirigente señala que, aunque quisieran optar por alternativas menos contaminantes muchas veces no es opción debido al elevado costo. "Esas iniciativas no son opción en una época con mucha cesantía y con adultos mayores que deben costear sus alimentos, sus medicamentos. Decirles que junten un monto para renovar las estufas se les hace muy difícil", sostiene.