Salud mental de los escolares
Estudio que mide rendimiento, también arrojó datos inquietantes sobre tristeza y cambios en niños, niñas y adolescentes. La pandemia ha implicado desafíos emocionales para los estudiantes de todos los niveles en la región y el país. Atender esas señales, es el consejo de los expertos.
El reciente estudio de la Agencia de Calidad de la Educación (ACE) sobre los niveles de aprendizaje de estudiantes durante 2020 arrojó resultados preocupantes, pero no solamente con los índices de bajo conocimiento de materias básicas (27% en Matemáticas para Segundo Medio, por ejemplo); sino también acerca del estado socioemocional de las niñas, niños y adolescentes, quienes se muestran "tristes" y se sienten "afectados" en su vida escolar por la pandemia.
Llama la atención que la mayoría de los jóvenes de enseñanza media cree que le ha "perjudicado" lo ocurrido con sus estudios; mientras que a los de menos edad les afecta que sus profesores no les pregunten cómo han estado en estos meses fuera del colegio.Y eso pasa, sobre todo, entre los menores de sectores más vulnerables.
Por otra parte, una investigación de la Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia (Sopnia), dada a conocer a través de un comunicado, indica que tres de cada cuatro niños y niñas de kínder a cuarto básico están "irritables, de mal genio, no obedecen y han tenido cambios en su apetito, mientras que uno de cada cuatro dice estar triste".
La indagación de Sopnia se aplicó a las familias de los escolares y se les preguntó a padres y madres cómo ven a sus hijos e hijas pequeños. La mayoría evidenció una alta preocupación por cambios en estados de ánimo y conductas que mostrarían un deterioro emocional desde el año pasado.
Esos datos corresponden a la Región Metropolitana, pero -a la luz de los índices nacionales y locales aportados por la Agencia de Calidad- sus conclusiones serían también verificables en nuestra región y alertan sobre la urgencia de atender esa realidad de daño creciente a la salud mental infantil.
Desde los colegios se podría hacer una intervención, considerando que los resultados de la ACE se entregan en forma individual a cada comunidad escolar; pero a nivel macro también debiera existir atención profesional en el sistema de salud. Al respecto, Sopnia advierte sobre la insuficiencia de ese servicio, en especial en el área pública. Luego -propone- hay una tarea para cumplir, de manera prioritaria.