Dirigenta detalla dramas de la pesca artesanal en pandemia
SAN PEDRO. En fecha en que se conmemora al santo patrono de los pescadores, trabajadora de Cobquecura pide más apoyo para el sector.
Merluza común, sierra, jaiba remadora y cochayuyo son los principales productos del mar que recolectan los pescadores artesanales de Ñuble, quienes por segundo año conmemoran a su patrono, San Pedro, afectados por las implicancias de la pandemia por covid-19.
Los datos de Sernapesca a nivel local detallan la existencia de 289 usuarios inscritos en el registro pesquero artesanal del país, de los cuales 194 son hombres y 95 son mujeres, las que se desempeñan principalmente como recolectoras de orilla.
"En este periodo de pandemia Sernapesca ha realizado un gran esfuerzo por mantener la cercanía con los usuarios de la pesca artesanal, especialmente en Ñuble, donde hay varios pescadores y pescadoras en sectores rurales. En Ñuble, Sernapesca comenzó el programa piloto de atención remota a caletas pesqueras artesanal, instalando computadores para facilitar la atención a usuarios", destacó René Vega, director regional (s) de Sernapesca.
Las principales pesqueras de Ñuble, en volumen de desembarque, son Rinconada de Taucú, Cobquecura y Caleta Perales en Coelemu. El desembarque de recursos del mar hasta la fecha lleva 4.5 toneladas de merluza común, 37 de sierra, 19.6 de jaiba remadora y 16 de cochayuyo, siendo los principales recursos extraídos y desembarcados en la región, según lo indicado por Sernapesca.
La presidenta del sindicato de Trabajadores Independientes de la Pesca Artesanal de Cobquecura, Palmira Bastías, señaló que como en todas partes, el comercio pesquero está trabajando a menos de la mitad de la capacidad de un año normal. "Nosotros hemos mantenido los valores a pesar de que han aumentado los costos de producción, sobre todo de combustibles y petróleo que es lo esencial para hacer funcionar nuestra maquinaria", sostuvo.
Palmira Bastías comercializa sus productos en la Caleta de Rinconada, donde la llegada del público se concentra los fines de semana. "En la semana viene muy poca gente, pero nosotros seguimos aquí tratando de salir de esto, si es una situación en la que está todo el país. Sin embargo, como pescadores sentimos que no hemos sido considerados por el Estado", manifestó.
Las restricciones en el funcionamiento del rubro gastronómico afectaron directamente a los pescadores. "Como están funcionando con poca gente eso nos afecta para comercializar, a nivel nacional somos los primeros en la extracción de jaiba remadora y terceros en sierra, pero también nos destacamos en la pesca de congrio, corvina, róbalo, merluza cuando tenemos cuota y reineta, pero hay muchos compradores, ellos manejan eso y a veces no se paga bien".
Falta de ayuda
Según lo expresado por la representante de los pescadores artesanales, las ayudas disponibles para renovar los motores de las embarcaciones están sujetas a condiciones que gran parte de los pescadores no pueden cumplir. "Estos programas tienen mucha letra chica, como siempre, piden tener cierta cuota de embarques y lamentablemente por la pandemia no se ha trabajado tanto y por eso no se puede adquirir esos beneficios", indicó, añadiendo que "falta mucha atención a los pescadores artesanales, sobre todo en Ñuble, no recibimos ayuda del Estado en los meses más críticos, solo de la Federación de Pescadores Biobío, quienes realizaron una recolección para entregar donaciones a los sindicatos pertenecientes a la organización".
Los últimos meses la extracción de productos del mar ha disminuido debido a las marejadas que han afectado a la zona. "Tenemos menores volúmenes de extracción, pero seguimos trabajando, con harto cuidado para evitar contagios. Hay muchas veces en que los pescadores salen y vuelven sin nada y el gasto es elevado porque los combustibles han subido mucho", enfatizó.
"En la semana viene muy poca gente, pero nosotros seguimos aquí tratando de salir de esto. Sin embargo, como pescadores sentimos que no hemos sido considerados por el Estado"
Palmira Bastías, Sindicato Pesca Artesanal, de Cobquecura