Correo
Silencio e indiferencia hacia la violencia
Sin duda trabajar y estudiar desde casa -a raíz de la pandemia- ha potenciado el interés por las tecnologías y la conectividad. Hoy es evidente la necesidad de que una conexión a internet no sólo sea estable y rápida, sino que responda de igual forma cuando el usuario se mueve a otras habitaciones o espacios.
Las tecnologías de próxima generación, como el 5G, en el caso de las redes móviles, y el WiFi 6G, para redes fijas, responden a esta nueva necesidad. El hecho de que el 5G sea tema de políticas públicas en Chile, y que ya se esté hablando del WiFi 6G, nos grafica la necesidad de "omni conectividad" que incrementa día a día en los usuarios. Antiguamente sólo debíamos preocuparnos por tener una buena conexión fija en un lugar específico donde tuviéramos un computador, ya fuera la oficina o un escritorio en el hogar, sin embargo hoy las necesidades de conexión van más allá.
El WiFi 6G nos muestra una realidad donde el usuario no sólo está en un determinado lugar dentro de su casa u oficina, sino que quiere moverse desde su estación de trabajo a la cocina y seguir conectado mientras ve una receta en YouTube, por ejemplo. Y si a ello sumamos diferentes dispositivos conectados a la red (IoT), se requiere una conexión de mayores prestaciones. Esta tecnología viene a dar un nuevo paso para atender el alto número de dispositivos y movilidad que hay dentro de las casas, además de brindar mayor conectividad, cobertura y velocidad.
Si bien los desarrolladores ya estamos sentando las bases para producir esta tecnología, la demanda de los usuarios ya está y esta nueva generación de WiFi viene a satisfacer esas necesidades. Si bien el WiFi 6G no vendrá de un día para otro, de a poco ha comenzado a ganar espacio entre las líneas de producción de los fabricantes, y las empresas ya están viendo cómo incorporarlo en sus operaciones. Es necesario ir adaptándose y montar plataformas que permitan mayor demanda y velocidad para una experiencia de usuario mucho más potente.
Claudio Torres, D-Link
Lectura
No es raro escuchar a personas que han sido sometidas a abusos, golpes y ambientes agresivos desde pequeños que su salvación fue la lectura y/o la escritura. Y es que ese mundo de fantasía no saca por un momento de la realidad objetiva, trasladandonos a mágicos lugares que complementan nuestra realidad, pero que aun así no la eliminan.
Al igual que la dieta, el sueño y la actividad física, así como la sabiduría, la mesura y la paciencia, la lectura puede ser hoy una herramienta útil para enfrentar una situación como la actual.
Ya lo decía Alberto Manguel: "El amor por la lectura es algo que se aprende, pero no se enseña. De igual forma que nadie puede enseñarnos a enamorarnos, nadie puede obligarnos a amar un libro. Son cosas que ocurren por razones misteriosas".
Daniel Guzmán Cid
Mipymes: la importancia del diagnóstico
Actualmente en Chile no es posible saber con objetividad cuál es el porcentaje de representación y las características internas que sostienen a las Mipymes. Esto se debe fundamentalmente a la informalidad que transversaliza su desarrollo, tanto a nivel de estructura organizacional -manifestado en las limitantes de acceso al crédito de banca formal-, como de iniciación de actividades, por ejemplo.
La cuestión entonces es ¿cómo saber con precisión hacia donde se debe inyectar la liquidez financiera si no tenemos un escenario claro en torno a las características que dichas acciones deben poseer?
Como sabemos, es clave diagnosticar y con ello elaborar de manera sistemática las necesidades, identificando dolores, pero también particularidades relevantes de funcionamiento, oportunidades y fortalezas. Un desafío que no solo compete al orden de lo metodológico, sino también al orden de lo fundacional e institucional.
Es esencial que, así como la institucionalidad debe comprender la relevancia de diagnosticar de manera íntegra, articulando saberes disponibles en diversos organismos del Estado (SERCOTEC, SII, entre otros), las propias Mipymes deben comprender la necesidad de entregar información verídica, legítima y relevante de su quehacer para, de esa forma, construir decisiones en materia de política pública que sean reflejo de sus verdaderos dolores. Un diagnóstico no puede ser una labor unilateral, ya que es el insumo básico para el proceso de inyección de todo tipo de recursos. ¿De qué otra manera se puede construir política pública si no es bajo el alero de la co-construcción?
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Alina Muñoz Rojas