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Discriminación
En los países menos libres, la discriminación abunda. Puede ser una cruzada conseguir un buen trabajo o acceso a servicios adecuados si no se pertenece a la casta, religión o familia adecuada. Por el contrario, las economías de libre mercado impiden la discriminación. Los productores en sociedades libres no pueden darse el lujo de discriminar cuando eligen con quién comerciar o contratar. Los empleadores, por ejemplo, podrían rechazar a los inmigrantes. No obstante, aquellos que contraten solo a trabajadores de su país se encontrarán en una desventaja competitiva. Su gasto será mayor que el de aquellos competidores que están dispuestos a contratarlos, lo cual no será bueno para el negocio.
Discriminar no favorece los intereses de los empleadores. También, puede haber oposición cultural contra las mujeres que buscan trabajo, haciéndoles más difícil encontrarlo, pero los empleadores que marginen a las mujeres tendrán una reserva más reducida de personas calificadas que aquellos competidores que no discriminan. Y qué decir de las exclusiones en base a la sexualidad de las personas. Las discriminaciones arbitrarias no solo carecen de sustentos morales, sino también económicos.
Aquello que las leyes antidiscriminación no han logrado en décadas, lo ha conseguido en pocos años el simple interés propio de personas en sociedades libres.
Martín Durán F.
Optimismo y empleo
Empleo y crecimiento económico van de la mano, y en Chile es un tema tocado con mucha frecuencia a partir de diversas cifras, como las extremadamente alentadoras provenientes del Banco Mundial, que proyectan una expansión de nuestra economía superior al 6% para este año, y otras, como las de la Universidad Católica, que muestran un estancamiento del empleo y llaman a la cautela. También es considerable que un 40% de los nuevos puestos de trabajo generados en los últimos años provienen desde sectores altamente digitalizados.
Pero más allá de los datos duros es igualmente importante tomar en cuenta la percepción que tiene uno de los motores más importantes de la economía, y más en una situación como por la que atravesamos actualmente: los colaboradores.
Y en este sentido los números son igualmente dispares. Según un sondeo, el 45% de las personas se mostró más optimista en cuanto al mercado laboral respecto del año pasado, mientras que un igualmente considerable 35% afirmó lo contrario.
La incertidumbre es un elemento con el que hay que aprender a convivir en esta nueva realidad y si bien sacar esto adelante depende del grado de compromiso que cada persona tenga con su lugar de trabajo, una señal igual de potente debe venir por parte de las empresas, generando entornos laborales flexibles que apunten no solo a lograr mejores condiciones en lo monetario, sino que también al denominado "salario emocional".
De todos depende generar las confianzas para retomar la senda y no sólo generar más empleo, sino que también empleo de calidad.
Jaime Arrieta, CEO de BUK
Elección de cores
Bastante se ha hablado de los Constituyentes y Gobernadores Regionales, tanto que otra figura pasa desapercibida, estos son los "Consejeros Regionales" o "CORES", elegidos por sus respectivas provincias, tienen injerencias en fondos estratégicos entregados por el Estado, son claves en los proyectos de infraestructura regional y más importante les corresponde discutir asuntos sobre desarrollo regional. Desde 2013 son elegidos por sufragio y no quedan claras sus funciones para los ciudadanos o en otros casos no aparecen en los medios debido a que son opacados por la elección presidencial y de congresistas. Para la elección de los CORES se aplica el sistema de listas, por lo que el votante deberá estar informado de la influencia de su voto, se hace fundamental tener claridad sobre las proyecciones de los futuros candidatos, debido a que son cruciales en el trabajo con las nuevas autoridades regionales. Quizás en las venideras elecciones de noviembre se dé otra sorpresa electoral, en las cuales los ciudadanos se sentirán más próximos a los procesos regionales y se conceda el salto a representantes con potencia para consolidar los asuntos de descentralización en la agenda pública nacional.
Javier González Barría, licenciado en Ciencias Políticas y Administrativas UdeC