Casen y academia
Desde el ámbito académico, nos encontramos ad-portas a la liberación de los datos desagregados de la Encuesta Casen 2020, medición particularmente condicionada, en esta ocasión, por los efectos sociosanitarios derivados del Covid 19. Lo anterior pone una cuota de incertidumbre hacia el futuro, en medio de un escenario de señales inciertas y de mucha dificultad desde la política y nuestros legisladores, para hacer frente común, hacia un proyecto de sociedad más justa y con definiciones oportunas.
Sin el afán de adelantar alguna tendencia con los datos globales ya entregados, ciertamente, entre las mediciones del 2017 y 2020, se aprecia un incremento sostenido de la pobreza y la pobreza extrema, agudizada por la precariedad laboral y de ingresos, pese a los esfuerzos por contenerla y atender las brechas de los segmentos poblacionales más vulnerables. Aquello refleja la dificultad de los instrumentos existente para una focalización más eficiente y, por otro lado, devela la mayor fragilidad y también la desigualdad para sobrellevar los efectos de la pandemia.
En las entregas anteriores, se ha criticado fuertemente el interés de distintos sectores por politizar sus resultados. Por ello, desde la academia nos ponemos a disposición con nuestros recursos y conocimientos, para contribuir a la superación de nuestras diferencias o, al menos, dejarlas en paréntesis, desde una amistad cívica, en miras a un trabajo de gran envergadura, al que todos estamos llamados. Eso ya que el análisis técnico de la presente medición ayudará a examinar lo que está sucediendo con estos grupos, así como a buscar y definir explicaciones y herramientas que faciliten la formulación de políticas sociales eficientes, integrales y mejor focalizadas, que permitan recuperar los siete años de retroceso, en que se estima la actual situación de la pobreza en el país.
Claudio Riquelme Neira, d irector de Trabajo Social, USS
Estado de Derecho
Al abandonar la selva los seres humanos necesitaron organizarse para sobrevivir. Un conjunto de normas de convivencia condujo a la creación del Estado. Esta estructura ha evolucionado de la suma del poder a un poder bajo control social: surgió el Estado de Derecho. Se trata de una estructura en la que el poder se reglamenta y no se impone sólo por la fuerza. Desde luego que esta estructura no se cristaliza y va cambiando al ritmo de la civilización.
En algún momento la sociedad estima que el orden legal del Estado debe modificarse y convoca a un evento democrático que, bajo ciertas normas, debe encargarse de esta tarea.
Por esta razón resulta un virtual regreso a la selva que, convocada la sociedad a dirigir un grupo para que reorganice el Estado, haya personas que se permiten decir en voz alta que no están disponibles para respetar el orden del Estado de Derecho.
Los convocados son libres para exponer sus ideas sobre cómo les gustaría reorganizar el Estado pero deben hacerlo respetando las reglas del juego. El lenguaje bravucón contra todo lo establecido no puede conducir sino al desastre.
La política es la forma en que la sociedad procesa necesidades, anhelos y diferencia. Es, por lo mismo una verdadera cultura de la conversación y no el matonaje de la imposición. La idea de presionar desde la calle a un órgano elegido para pensar y decidir es una verdadera contradicción. La elección de constituyentes es precisamente el procedimiento civilizado para llevar la discusión de la calle a la mesa de conversación.
Cuando aparecen voces que pretenden instalar el conflicto antes que la discusión civilizada cabe preguntarse si esos actores creen realmente en la democracia.
Alguien dijo que en democracia hay que estar disponible para encontrarle al interlocutor la razón cuando argumente bien; lo contrario, hay que decirlo de frentón: no se busca el cambio por la vía democrática sino por un camino conocido donde el fanatismo ideológico termine imponiendo un poder totalitario.
Alejandro Witker, historiador
El descontrol sin cuarentena
Precisamente ahora que saldremos de cuarentena, me preocupa el que aún no le tomemos el peso a cuan peligroso puede ser la frase "me baje la mascarilla solo para respirar un poco", me llena de temor el que no nos cuidemos y perdamos la conciencia ,a la hora de respetar la situación en la que nos hallamos, son casi 33.000 muertes hasta la fecha, si bien los casos de contagios no han aumentado exponencialmente, hay una nueva variante llamada delta, por lo que dentro de la nueva realidad en la que nos encontramos, es primordial el que nos mantengamos lo más a salvo que nos sea posible ,considerando la situación personal de cada individuo.
Josefa Romero, estudiante secundaria