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Poder constituyente
Se discute si la Convención Constitucional tiene un poder constituyente originario o derivado.
Es clara la intención de quienes postulan lo primero: que la Convención es la expresión máxima de la soberanía popular, que está por sobre los poderes del Estado y que, por lo tanto, puede disolver al Congreso y cesar cargos de otras entidades del Estado.
Lo cierto es que la Convención Constitucional no es un poder constituyente, ni originario ni derivado: es solo un grupo de personas a quienes se les mandató -mediante reglas establecidas en la Carta Fundamental vigente- para redactar y aprobar una propuesta de texto constitucional que será sometido a un plebiscito nacional para que la ciudadanía apruebe o rechace la propuesta.
Adolfo Paúl Latorre
Juventud… divino, tesoro
Este año es un año electoral, qué duda cabe. Han sido elecciones de constituyentes, gobernadores, concejales, alcaldes y primarias presidenciales, todo un frenesí electoral. Las sorpresas han sido muchas, renovación de alcaldes, incorporación de nuevos referentes en los concejos municipales, gobernadores de movimientos sociales, el resultado de la constituyente y especialmente, de la lista del pueblo y finalmente, los triunfos de Boric y Sichel. Ahora una de las sorpresas que no nos hemos detenido a observar, es el cambio etario de los electores y la elección de los mismos, es decir, los y las jóvenes irrumpen a dirigir y participar.
Boric podría ser el presidente más joven del último tiempo, los municipios de Ñuñoa, Santiago, Viña, Lo Espejo, eligieron alcaldes cuyas edades no superan los 35 años, así también, alcaldes como el de Valparaíso y Macul fueron reelectos.
Además de lo anterior, es importante mencionar que la participación en el plebiscito los y las jóvenes menores de 29 años creció casi 20 puntos en razón a elecciones anteriores, superando con creces el porcentaje de participación del padrón electoral general.
Esto es una buena noticia desde la perspectiva estratégica, pues permite proyectar al menos ciudadanos interesados y participantes en el futuro y evitar el envejecimiento de la participación electoral por razones de abstención. Esta buena noticia, debiera aventurarnos en buscar explicaciones y proponiendo posibles respuestas, podríamos mencionar las siguientes: una mayor competencia real en los procesos electorales, la ampliación de las ofertas políticas con mecanismos que facilitan la inscripción y financiamiento de nuevas coaliciones, el término del binominal, la ampliación de cargos a elegir, el financiamiento público de las campañas y límites a los gastos. En definitiva, los y las jóvenes participan más y postulan a dirigir, lo que habla al menos, de un buen síntoma en nuestra democracia.
Rafael Pizarro, académico de Administración Pública de UTEM
¿Sistema papal o patrocinio?
Con respecto al debate para ampliar la mesa directiva de la Convención Constitucional, es increíble ver la inconsecuencia de algunos constituyentes al querer aplastar a las minorías, que en algún momento se adjudicaron defender.
Desde un inició se planteó que los nuevos cargos sean elegidos por patrocinio, con la finalidad de que cada bloque tenga voz y representación. No obstante, como suele ocurrir, aquellos que concentran gran parte del poder pegan el portazo y se obnubilan con sus ideas. El sistema papal solo ayudará a aquellos que concentren mayoría absoluta y tengan afinidad ideológica con sus adherentes. El motivo es que la derecha no tenga representación; empero, también, varios quedarán apartados del bloque como Independientes por la Nueva Constitución o, incluso, la Lista del Apruebo.
Esto solamente deja en claro, tristemente, dos cosas: "las minorías se respetan mientras piensen igual a mí" y, como se suponía, "el fin justifica los medios". Solo queda esperar que se elija lo correcto.
Daniel Soto, FPP