Hace justamente una semana, Marcelo Tomás Barrios (196° ATP) vivió seguramente una de sus más valiosas experiencias en su corta carrera como tenista profesional, representando al Team Chile en los Juegos Olímpicos de Tokio. Y es que, si bien no fue el mejor resultado, desde su staff técnico cuentan que hubo enormes aprendizajes que le servirán en el futuro.

Gonzalo González, entrenador penquista de "Tommy" en Chile, analiza su presentación ante el francés Jérémy Chardy (68° ATP), quien derrotó al chillanejo por parciales de 6-1 y 7-6 (4). Para él, fue clave el adaptarse a la cancha y a las circunstancias de jugar en una cita olímpica.

"Hay de todo un poco. Yo creo que en el primer set de demoró en acostumbrarse a la velocidad con la que jugaba su rival. El francés no es un jugador que se caracterice por dar mucho ritmo. Saca muy fuerte los dos servicios y le pega fuerte, esté o no bien parado. Eso se demoró un set, pues claramente (Tomás) entró a ver qué pasaba, mientras que en el segundo estuvo a mil", sostiene González.

Sin embargo, la experiencia fue única. "Clasificar a unos Juegos Olímpicos es el sueño de todo tenista. Él estaba consciente de eso y quería jugarlos. Al margen del resultado, el principal aprendizaje es que convivió en la Villa Olímpica con todos los deportistas que estaban. Incluso, con Novak Djokovic. Lo primordial es que pudo, por una semana, compartir con tenistas de una élite diferente a la suya, pues está 196 del mundo. Había muchos que eran top 100 y top 20. Se pudo codear con varios de ellos", reflexiona su formador.

"Estar en la élite durante una semana, prácticamente, que fue lo que duró su periplo hasta que compitió. Obviamente que eso le sirve para todo el desarrollo de su carrera, sobre todo ahora que está con su mejor ránking y una madurez importante a sus 23 años", añade González.

En ese contexto, también se refiere a la presión por clasificar a Tokio, tras su buena participación en los Panamericanos de Lima. "Fue una presión que tuvo al principio, inmediatamente después que ganó la medalla de plata en Lima. Después pasó harto tiempo y logró entrar de manera holgada a los Juegos", dice.

Una visión similar es la de su padre, Marcelo Barrios. Desde su posición como familiar cercano, expresa que "hizo todo el ciclo olímpico, nadie le regaló nada a Tommy. Ha sido todo vertiginoso para él. Incluso, con condiciones adversas, pues a Tomás le tocó jugar al mediodía en Tokio, donde más calor hace y ante un jugador de mucha experiencia y que no daba mucho ritmo. Quedó conforme con lo realizado en la segunda manga, principalmente".

Sobre cómo lo vivió el núcleo familiar, Marcelo indica que "lo vivimos con mucha alegría, orgullosos de lo que Tomás ha logrado pues hemos visto todo su proceso y sus grandes sacrificios de forma individual, como también de nosotros, de empujar este carro pesado que significa tener a un deportista de élite. Ver que empiezan a llegar los resultados da mucha alegría y conformidad".

Pero no todo termina aquí. La misión de Barrios es dar rápidamente vuelta la página para preparar sus próximos torneos, con un importante foco en lo que será la qualy del cuarto Gran Slam del año, el US Open. Eso sí, antes cerrará su gira por arcilla en el Viejo Continente.

"Esta semana que viene juega un challenger 80 en Cordenons, Italia. Luego, lo hará en el challenger 80 alemán de Meerbusch. Serán esas dos semanas en arcillas, para después irse una semana a entrenar a Nueva York, pues debe disputar la clasificación al US Open. Ese es el desafío inmediato que tiene Tomás", adelanta el coach.

Precisamente, es en este punto en el que González aplaude el exponencial avance en el ránking mundial por parte de su pupilo. Tras haber llegado a dos finales de challenger en el año, su escalafón le permite estar más cerca de los torneos grandes.

"Gracias a su ránking, pudo ingresar a las qualys de Roland Garros y Wimbledon, esta última que sorteó de gran manera. En esto se traduce su ascenso en el ránking, que le permite entrar a certámenes de mayor envergadura, con mejores jugadores y niveles de exigencia mayores", destaca el penquista.

Sobre su progreso en canchas rápidas, González puntualiza en que "Tomás aprendió a jugar en arcilla, pero ya en su época de junior se destacaba por adaptarse velozmente a las canchas rápidas. Es un poco lo que sucedió en Wimbledon, que llegó encima después de haber llegado a una final en cancha de arcilla. En el fondo, su juego se adapta rápido a superficies como la del US Open, ya que es relativamente completo".

23 años

196° tiene Marcelo Tomás Barrios, quien representó a Chile y Chillán en los Juegos Olímpicos de Tokio.