Patrimonio cultural de la Humanidad
Con orgullo, Chile recibió la noticia del reconocimiento internacional otorgado a las momias de Chinchorro. Ya son 7 los sitios chilenos con esta distinción. En espera está -entre otros- la postulación de los fuertes españoles y las cerámicas negras de Qinchamalí.
Más de siete mil años de antigüedad tendrían las momias de Chinchorro, encontradas en la zona de Arica a principios del siglo XIX y declaradas hace pocos días como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco (Naciones Unidas para la Educación), tras un proceso de postulación y estudio que se extendió por dos décadas, liderado por científicos e investigadores de la Universidad de Tarapacá y el patrocinio del gobierno.
La decisión ha sido destacada internacionalmente, pues se trata de una expresión cultural única. Refleja las creencias del pueblo costero nortino respecto de la preservación de cuerpos y de la presencia de las personas, luego del paso hacia la muerte; costumbres que fueron mantenidas a lo largo de milenios con algunas variaciones (momias negras, rojas y con vendajes), hasta aproximadamente el año 1.300 AC.
Además, en ellas se evidencia un manejo conceptual y tecnológico avanzado expresado en el tratamiento a los cuerpos (retiro de órganos, reconstrucción de huesos), aplicación de elementos que impedían la descomposición, de preservantes y pátinas para la presentación (manganeso, arcilla) y máscaras funerarias moldeadas.
Con este reconocimiento internacional, ahora son siete los sitios chilenos que han logrado la misma calidad, pues ya habían sido incorporados Rapa Nui; las salitreras de Humberstone y Santa Laura; la ciudad minera de Sewell; el camino del Inca, las iglesias de Chiloé y Valparaíso. A ellas debe sumarse la Chilehaus, en el puerto de Hamburgo, sede de las empresas chilenas dedicadas al comercio con Alemania y Europa a principios del 1900.
Actualmente se encuentran en postulación las cerámicas negras de Quinchamalí y las minas de carbón en Lota. También está en espera la solicitud para los fuertes españoles ubicados en la región de Los Ríos, inquietud expuesta desde 1998 y que en 2005 fue incluida en una definición más amplia, junto a todo el Sistema Defensivo de fortificaciones Españolas de la costa del Pacífico Americano en el siglo XVIII; es decir, con construcciones de Perú, México y Filipinas.
Es de esperar que esas aspiraciones regionales puedan materializarse y que la huella histórica local se haga más visible; tal como ahora -con justificadísima razón- lo consiguieron los tesoros de Chinchorro.