Energías renovables
Desde hace años se trabaja para que las Ernc alcancen la mayor participación en la matriz eléctrica nacional. El sector energético ha planeado en los últimos años sus estrategias y hojas de ruta de forma colaborativa y participativa.
Se señala con frecuencia que las Energías Renovables No Convencionales (Ernc) son las energías del futuro y Chile no está ajeno a esta tendencia. Las autoridades las han apoyado y estimulado en las últimas décadas, con el respaldo de la ciudadanía, que ve en ellas la solución limpia al abastecimiento.
El ministro de Energía y Minería, Juan Carlos Jobet, anunció la actualización de la meta de las Ernc y ha expresado que representarán el 40% de la matriz en el año 2030. A la vez, pronto ingresará un proyecto de ley que duplicará la obligación de cuotas de Ernc en el Sistema Eléctrico Nacional, pasando del 20% a 40% a finales de esta década. A su juicio, esta es la década en la que se consolidará a Chile como país de energías limpias, lo que ayudará a las ciudades, a la calidad de vida de las personas y a atenuar el cambio climático.
Hay gran cantidad de proyectos que entrarán en funciones en el presente año y que superarán los 6.000 megawatts de generación, lo que es equivalente a todos los proyectos eólicos y solares que se han inaugurado en los últimos trece años.
Desde hace años se trabaja para que las Ernc alcancen la mayor participación en la matriz eléctrica nacional. El requerimiento de energía va en constante crecimiento y las distintas fuentes han debido hacerse cargo de entregar la electricidad que dejan de producir las termoeléctricas a carbón. El sector energético ha planeado en los últimos años sus estrategias y hojas de ruta de forma colaborativa y participativa, acelerando así una transición hacia una matriz más eficiente, económica y limpia, capaz de sostener el desarrollo del país y, a la vez, reducir su impacto sobre su entorno y el clima.
Si bien el cambio hacia la producción de energías más limpias es un camino sin retorno, en este proceso también hay que actuar con el mayor cuidado para proteger a los trabajadores de las plantas termoeléctricas a carbón, dándoles las herramientas para que se puedan capacitar y ubicar en otras actividades económicas.