Con votos de oposición y de independientes, además de algunas ausencias, la Cámara de Diputados rechazó la tarde de ayer la acusación constitucional contra el ministro de Educación, Raúl Figueroa, a quien responsabilizaba por una serie de supuestas faltas en su labor durante la pandemia de covid-19, entre ellas, haber puesto en riesgo la salud de estudiantes y funcionarios de la Educación.
Con 71 votos a favor y 76 en contra, el libelo no alcanzó la mayoría en Sala, por lo que la medida queda declarada inadmisible por parte de la Cámara.
Según la acción constitucional, el secretario de Estado, que seguirá a cargo de la cartera, habría incurrido en faltas a la regulación y financiamiento del sistema educativo; habría aplicado leyes que vulneran a trabajadoras y trabajadores de la Educación, y habría amenazado la vida y la integridad física y síquica de la comunidad escolar, lo que finalmente fue rechazado por los legisladores.
Sesión parlamentaria
A las diez de la mañana comenzó la sesión en la que se llevó a cabo la votación, luego de que el miércoles la acusación fuera rechazada por la comisión revisora, por 4 votos a 1.
Precisamente fue esta comisión la que primero intervino, informando sobre su veredicto no vinculante, para luego entregar su recomendación a la Sala. Posteriormente, se procedió a discutir el fondo del libelo, debido a que el secretario de Estado renunció a hacer uso de su derecho a la "cuestión previa".
Antes el ministro sostuvo que estaba "muy confiado en el trabajo bien hecho. Hemos puesto siempre el interés de los niños como primera prioridad".
De esta manera, la primera en hacer uso de la palabra fue la diputada Camila Rojas, impulsora y una de las autoras de la acción constitucional contra del secretario de Estado.
"La defensa del ministro se ha esforzado en desviar la atención, señalando que quienes apoyamos esta acusación nos oponemos a la presencialidad, o cuando reconoce falencias en el sistema educativo, traspasa las responsabilidades. Ambas maneras de afrontar la acusación son derechamente una falta de respeto", aseveró la representante de Comunes.
La defensa
A su turno, el abogado defensor Jorge Gálvez argumentó que "llama la atención la cantidad de situaciones país que se atribuyen al titular de Educación "como la brecha digital, problemas logísticos puntuales de Juaneb, las omisiones de algunos sostenedores para mejorar infraestructura y lo resuelto por Contraloría aplicable al cuerpo docente, entre otros".
Gálvez reiteró que la acusación es insostenible, pues infringe disposiciones constitucionales. Por ejemplo, mencionó que la acción no se habría impulsado porque Figueroa hubiera incumplido la ley, sino que por "no haber hecho un esfuerzo por sustituir la ley, y no de no de hacerlo en general, sino de no hacerlo en el sentido conforme a la apreciación política valorativa de los diputados acusadores".
De esta forma, el abogado justificó que el libelo vulnera el principio de legalidad.
Las ocho ausencias
Tras la sesión, el ministro Figueroa dijo agradeció "a todas las diputadas y diputados que han sabido comprender la magnitud que tenemos por delante y han tomado una decisión muy clara: terminar con discusiones estériles y avanzar en un camino común por el bienestar de los niños".
Señaló que "tenemos que trabajar unidos" y agregó que se ha trabajado para asegurarle a "cada niño, a cada joven, su derecho a educarse, en un contexto tan difícil como ha sido esta pandemia".
Sobre las ocho ausencias en la Cámara ayer (siete de ellas de oposición) y los cinco votos en contra también de oposición e independientes, la diputada Camila Rojas dijo en Twitter que el rechazo a la acusación fue "con la ayuda de nos de siempre, que se hacen llamar de 'oposición', pero que votan con la derecha (...) Prefieren mirar para el lado, son cómplices".
Por su parte, el ministro de la Segpres Juan José Ossa, cuyo equipo llevó adelante las conversaciones previas con los legisladores, dijo que el ministro Figueroa ha puesto "siempre por delante el interés de los estudiantes y el proceso educativo".