Las amenazas sobre el aeropuerto Hamid Karzai de Kabul se concretaron ayer en la tarde (mañana de Chile) cuando terroristas suicidas explotaron en medio de miles de afganos que buscaban desesperados abandonar el país a través del terminal aéreo. En el ataque doble murieron al menos 72 personas, incluyendo 13 soldados estadounidenses, y el presidente Joe Biden advirtió a los atacantes que "pagarán".

"No perdonaremos, no olvidaremos. Los perseguiremos y los haremos pagar", dijo el mandatario de Estados Unidos en un mensaje directo a los que "llevaron a cabo el ataque".

Biden compareció ante los medios horas después de que se produjera el doble ataque suicida en el aeropuerto, que dejó con cuerpos mutilados esparcidos tras las explosiones que fueron reivindicadas por el yihadista Estado Islámico-Khorasan (ISIS-K).

"Vi cuerpos de mujeres, niños y hombres esparcidos por todas partes después de la explosión", dijo un testigo afgano a The New York Times, que pidió el anonimato porque temía por su seguridad. Dijo que él y otros civiles, junto a combatientes talibanes, huyeron después de la primera explosión que ocurrió en una de las entradas del aeropuerto internacional de Kabul, la llamada Abbey Gate.

"abrieron fuego"

Las afueras del terminal aéreo fueron prácticamente una trampa mortal para los afganos que se vieron atrapados por las explosiones, con zanjas de aguas servidas, alambres en el suelo y dos grandes muros que separa el interior del lugar de los miles que buscan huir.

Poco después de las explosiones en el aeropuerto se registró una bomba similar cerca del Hotel Baron, próximo al aeródromo.

Según el jefe del Mando Central de Estados Unidos, el general Kenneth F. McKenzie, tras los dos estallidos "combatientes del Estado Islámico abrieron fuego contra civiles y fuerzas militares" en la zona.

Más tarde, se reportó una tercera explosión en medio de Kabul, de la que no se pudo reportar su origen, según reportaron las agencias desde la capital afgana.

"Estos terroristas del ISIS no nos ganarán", dijo Biden. "Rescataremos a los estadounidenses, sacaremos a nuestros aliados afganos y nuestra misión continuará", agregó el presidente Biden.

Horas antes, McKenzie había confirmado la muerte de 12 soldados estadounidenses, cifra que más tarde aumentó a 13 con el deceso de un militar a causa de las heridas, mientras que se reportaron 18 lesionados de distinta gravedad. "Fueron héroes", declaró Biden.

Guerra contra isis

El presidente aseguró que ordenó a la comandancia militar "desarrollar planes operativos para atacar los activos, el liderazgo y las instalaciones de ISIS-K", rama del ISIS en Irak, formada por antiguos talibanes pakistaníes.

"Responderemos con fuerza y precisión a nuestro tiempo, en el lugar que elijamos y de la manera que escojamos", agregó Biden.

En un video que agencias de inteligencia divulgaron ayer en la tarde, el autodenominado ISIS de Khorasán afirmó que uno de sus soldados logró lanzar el ataque después de pasar inadvertido a través de los controles de seguridad "de las fuerzas estadounidenses y de la milicia talibán alrededor de la capital, Kabul".

"Pudo llegar a una gran concentración de traductores y colaboradores del Ejército estadounidense en el campo de Baran, cerca del aeropuerto de Kabul, e hizo estallar un cinturón explosivo matando a unas 60 personas e hiriendo a 100, entre ellos miembros de los talibanes", según la versión de los yihadistas.

Los últimos reportes cifraban en más de 150 los heridos, la mayoría afganos.

"Me responsabilizo fundamentalmente de todo lo que ha ocurrido últimamente", declaró Biden, alegando que el expresidente Donald Trump fue quien hizo el trato con los talibanes para sacar a las tropas estadounidenses de Afganistán antes del 1 de mayo sin que hubiera ataques.

Biden aseguró que se encontró con que "tenía una alternativa": continuar con el acuerdo de Trump. "Nunca he sido de la opinión de que deberíamos sacrificar vidas estadounidenses para tratar de establecer un gobierno democrático en Afganistán, un país que nunca en toda su historia ha sido un país unido", arremetió.

Talibanes repudian

El mandatario, sin embargo, declaró que su Gobierno no tiene pruebas de que talibanes y el ISIS hubieran confabulado en conjunto el ataque perpetrado en el aeropuerto.

"El Emirato Islámico condena enérgicamente el bombardeo a civiles en el aeropuerto de Kabul. El atacante arremetió contra una base militar estadounidense. El Emirato Islámico está muy preocupado por la seguridad y protección de su pueblo", dijo el vocero talibán, Zabihullah Mujahid.

Tras el ataque, EE.UU. realizó explosiones controladas en el aeropuerto para destruir su equipamiento que no podrá sacar de Afganistán.

"Estos terroristas de ISIS no nos ganarán. Rescataremos a los estadounidenses, nuestra misión continuará".

Joe Biden, Presidente de EE.UU.

150 heridos se han reportado tras el ataque suicida de dos soldados yihadistas en el aeropuerto.

Tras el doble ataque suicida, varios gobiernos occidentales, mayoritariamente europeos, dieron por finalizadas sus operaciones de evacuación desde suelo afgano, argumentando el riesgo de la misión. Alemania, Italia, Países Bajos, Polonia, Bélgica, Canadá y Dinamarca informaron el fin de su participación en el puente aéreo, mientras que Francia terminará hoy. La situación es "extremadamente difícil y peligrosa" para todos los implicados", dijo Defensa de Alemania que alcanzó a evacuar más de 5.000 personas. Por su parte, Reino Unido seguirá evacuando y ya suma 15.000 trasladados. El plazo pactado para la retirada total es el 31 de agosto.

El principal vocero de los talibanes, Zabihullah Mujahid, tensó aún más la situación con Estados Unidos, tras declarar que no existen pruebas que demuestren que Osama bin Laden fue autor intelectual del atentado contra las Torres Gemelas en 2001.

Un reportero de la cadena estadounidense NBC News viajó hasta Kabul donde Mujahid y, rodeado de hombres armados, realizó una de sus primeras entrevistas televisadas con un medio occidental.

En un tenso momento, el periodista estadounidense Richard Engel le recordó a Mujahid que la guerra comenzó cuando los talibanes dieron refugio a Bin Laden, el cerebro de los ataques del 11 de septiembre, y le pidió dar garantías de que Afganistán "no volverá a ser base del terrorismo".

Mujahid hizo una mueca y en actitud desafiante respondió. "Cuando Osama bin Laden se convirtió en un problema para los estadounidenses estaba en Afganistán, aunque no hay ninguna evidencia de que estuviera involucrado, pero ahora prometimos que el suelo afgano no se utilizará contra nadie", aseguró sobre el fundador yihadista de la organización terrorista Al Qaeda.

Tras la insistencia del reportero sobre la responsabilidad de Bin Laden en los atentados que dejaron 2.996 muertos en Estados Unidos, Mujahid aseguró que "tras 20 años de guerra, no hay evidencia de que estuvo implicado" y agregó que fue una excusa para iniciar la guerra contra los talibanes.

Tres años después del atentado, Bin Laden publicó un video adjudicándose la autoría intelectual del ataque. En mayo de 2011, marines estadounidenses dieron muerte al líder terrorista en Pakistán.