"El cielo está rojo": la cinta que aborda el incendio en la cárcel de San Miguel
CINE. Directora Francina Carbonell cuenta detalles del documental sobre la tragedia, ocurrida hace 11 años y que dejó 81 fallecidos, el cual ya tuvo su estreno internacional.
Flor Arbulú
Francina Carbonell estaba en el colegio cuando fue testigo, al igual que todos los chilenos, del incendio que ocurrió en la torre 5 de la cárcel San Miguel, el 8 de diciembre de 2010, que terminó con la vida de 81 reclusos y dejó 16 heridos y más 200 evacuados en lo que es considerada la peor fatalidad en la historia penitenciaria de Chile.
"Vi esas imágenes y me atravesaron particularmente. No solamente por lo infernal de la escena, que era casi insoportable de ver, era muy difícil mirarlo, pero por sobre todo porque en ese momento entendí que era una tragedia que estaba ocurriendo a manos del Estado, y eso me caló. Entendí, también, la gravedad de lo que estaba pasando", cuenta.
Las imágenes le siguieron dando vueltas en la cabeza y las dudas sobre lo que había ocurrido esa madrugada y que se acrecentó tras el dictamen de la justicia el 18 de noviembre del 2020, que obligó al Fisco a pagar más de 3 mil millones de pesos a las familias de las víctimas.
Lo que más le llamó la atención a Carbonell, según dice, es que "no había responsables", sino que recaía en manos del Estado. "Sentí impotencia, mucha rabia, (...) creo que también veníamos en un momento en Chile donde se habían repetido muchos casos en que quedaban en evidencia un poco que la justicia operaba para algunos y para otros de otra manera", cuenta.
Entrando al mundo
Al mismo tiempo que esto se producía, Francina Carbonell entraba a estudiar cine. Apenas se dio la oportunidad empezó a trabajar en el proyecto de un documental que dio vida bajo su dirección a "El cielo está rojo", estrenado mundialmente en el Festival Internacional de Documentales de Ámsterdam y ganador de premios en Guadalajara y Lima.
La producción se despliega a partir de la obtención de los archivos de la carpeta judicial del caso, no habilitados antes al público, a los cuales pone en tensión a través de los relatos de los sobrevivientes, bomberos, gendarmes y familias.
Carbonell sostiene que "sentía que había una necesidad de tejer, de hilar un poco esta herida", sobre todo porque consideraba que habían quedado muchos temas pendientes.
- ¿Fue muy complejo acceder a las personas?, porque no es fácil hablar con gente que pasó o está en la cárcel.
- Sí. Creo que ha sido un proceso muy arduo, muy intenso. En ese sentido, creo que fue fundamental el acercamiento que tuvimos con las familias de los fallecidos, sobre todo con la ONG que resultó de esta tragedia, que es la ONG 81 Razones Por Luchar, que vienen luchando hace 11 años. Ahí está presidiendo César Pizarro (hermano de una de las víctimas), que realmente está muy comprometido. Y me parece que ese primer acercamiento fue muy importante para ingresar a este mundo.
"Efectivamente -continúa-, es un mundo que a veces puede ser muy oscuro. Pero me parece que estábamos en un grupo humano muy cálido, muy afectuoso, también con un dolor muy intenso. (...) Me parece que nosotros también aprendimos muchísimo en cómo trabajar en forma colectiva, cómo dar una lucha más colectiva".
"También aprendimos, creo, a ser responsable con esos afectos. No solamente por comprender la tragedia, comprender este caso, el causa y efecto, sino también poder tomar toda la emocionalidad que hubo tras esa tragedia: la impotencia, la desesperación, la deshumanización", agrega.
En cuanto a las entrevistas a los sobrevivientes, destaca que "fue muy importante percibir el relato que ellos tenían al interior de la cárcel, porque nos abrió toda una dimensión súper sensorial de la película que tiene que ver con cómo sentían el tiempo, los sonidos, el calor, la angustia. También eso hizo que se convirtiera en una película subjetiva".
Ansia por estreno
Francina Carbonell cuenta que estuvieron más de cuatro años trabajando en torno a esta producción antes de llegar al corte final, que es el promedio que demora un largo documental.
Sin embargo, la directora confiesa que se sintió como un periodo más largo porque "es una temática muy dura", pero, a su vez, "aprendimos mucho" de temas como el sistema penitenciario, "porque claro, nosotros veníamos de otro mundo".
Asimismo, "sacar una obra pública hace que uno tenga mucha responsabilidad sobre qué se está puntualizando y qué no". De allí la importancia de que la primera vez que la viese también fuese con los familiares de las víctimas y los sobrevivientes.
Por eso, luego de quedar en Festival de Ámsterdam, conversaron con la productora que consideraban de suma importancia que antes de llegar a Europa, la vieran los involucrados, pues "en realidad son los ojos que nos interesan". Para esa función, reconoce la directora, "estaba muy nerviosa, porque creo que siempre tocar el dolor ajeno es muy difícil. Y ahí fue un momento que pude ver la película, la vi con ellos y creo que entramos en trance mientras la estábamos viendo".
"Me parece que la película tiene mucha fuerza, en el sentido de que hace esta mixtura entre que uno puede comprender la complejidad de lo que ocurrió, como crónica, como hecho, como tragedia; pero también uno puede empatizar con esas personas y poder entender lo que estaban sintiendo, y lo que sintieron después", recalca y resume: "Me parece que es una película que entra en esta tragedia de una manera compleja".
Sobre su estreno en Chile, que se producirá este viernes en la Sala Insomnia Teatro Condell, en Valparaíso, la realizadora sostuvo que "es muy significativo. Estoy muy emocionada, todo muy a flor de piel. Porque, claro, el recorrido por festivales ha sido realmente increíble, nos ha ido muy bien y es muy lindo cómo lo han recibido. Pero, obviamente, cuando uno está en su país, que también es una tragedia nuestra y que de alguna manera todos tenemos un recuerdo -por chico que sea- de ese día, de ese momento, de ese episodio, (...) entonces nos relacionamos de una manera como mucho más fuerte, emocional a ese suceso.
"Estoy con muchas ganas de que la vean, de ver la reacción que ocurre acá", asegura y añade que también considera "muy significativo" que se estrene en el contexto en que se escribe una nueva Constitución, "porque justamente son temáticas que se van a discutir, que hay que pensar, reflexionar sobre qué sistema penitenciario soñamos y queremos", concluye.
"Fue muy importante percibir el relato que ellos (los sobrevivientes) tenían al interior de la cárcel, porque nos abrió toda una dimensión súper sensorial. (...) Eso hizo que se convirtiera en una película subjetiva".
Francina Carbonell, Directora del documental