Agencias/Redacción
Como "insuficiente y poco sólido" fue catalogado por distintas organizaciones ecologistas el primer borrador del acuerdo final para la COP26 de Glasgow presentado ayer por su presidente, Alok Sharma, que insta a los países ricos a elevar la ayuda climática y a todas las naciones participantes a actualizar sus planes de acción antes de la COP27 a efectuarse en noviembre de 2022.
Para el diputado español de la Comisión para la Transición Ecológica, Juan Antonio López de Uralde, el borrador de acuerdo revela una "fuerte lucha de los grupos de presión de las empresas de combustibles fósiles", para que "no se avance mucho".
En esa misma línea, López de Uralde añade que lo que siempre sucede en estas cumbres, "especialmente debido a la falta del carácter vinculante de los acuerdos", es que enfrenta a esos grupos de presión contra "quienes creemos que hay que tomar medidas urgentes", por lo que todo indica que habrá que "seguir peleando" para alcanzar un acuerdo ambicioso.
Pese a que el diputado y líder del partido ecologista español Alianza Verde, cree que "hay que seguir peleando para que se llegue a un acuerdo ambicioso", concluye que la lucha contra la crisis climática continuará "en nuestros Parlamentos" para "seguir legislando y garantizando que los acuerdos se cumplen".
Por su parte, el coordinador de energía y clima de la ONG española Ecologistas en Acción, Javier Andaluz, explica que "un borrador de texto tan de mínimos como el que han presentado esta madrugada es inadmisible".
Andaluz recalca que el borrador presentado por la presidencia británica de la COP26, luego de más de diez días de negociación, "no dice nada que no supiéramos antes de venir".
Aunque el representante de la ONG reconoce que "ya sabíamos que los compromisos y la financiación eran insuficientes", se esperaba que los países "lo solucionaran en esta cumbre" y, a la luz de los textos presentados, "no lo están haciendo".
Una opinión más drástica sostiene la delegada de Ecologistas en Acción en Glasgow, Irene Rubiera, quien prevé que si el borrador de acuerdo se convierte en el resultado final de la cumbre, "la comunidad internacional habrá perdido otra vez la oportunidad de tomar medidas que cumplan con las indicaciones científicas, en un momento clave de la lucha contra la emergencia climática".
Greenpeace
"Este borrador del texto final no es un plan para resolver la crisis climática, es un acuerdo para que todos crucemos los dedos y esperemos que salga lo mejor posible", sentencia Greenpeace en un comunicado, y explica que probablemente "se trata de una petición para que los países, quizás, puedan hacer más el próximo año", lo que es "es insuficiente".
Para los activistas, el texto "debe ser mucho más sólido en materia de financiación y adaptación", además de incorporar "cifras reales de cientos de miles de millones para que los países más ricos apoyen a las naciones menos desarrolladas".
La entidad sentencia que "los negociadores no deberían ni pensar en salir de esta ciudad hasta que hayan llegado a un acuerdo a la altura del momento", porque "con toda seguridad, este no lo está".
Por su lado, David Howell, a cargo de Energía y Clima de la organización SEO/Birdlife, indica que esperan "una apuesta sólida y seria para proteger la naturaleza" y que los países presionen para "atar en el texto final todo lo relacionado con la conservación de los ecosistemas para 2030". "Es la única opción para alcanzar el objetivo de 1,5 grados", expresa.
"Invertir en la naturaleza es invertir en mitigación y adaptación" ante los impactos del cambio climático, concluye Howell, ya que "los ecosistemas son esponjas naturales de CO2" y una "infraestructura natural para reducir las emisiones".
2ºC de aumento
12 en la temperatura global sería un impacto mucho mayor que si crece 1,5°C, señala el borrador de COP26.