Correo
Energía y economía circular
Cuesta entender que las cadenas de valor de algunas las empresas, sin importar el rubro, no estén ni siquiera cerca de trabajar bajo un modelo de economía circular en al menos algunos de sus procesos. La industria está atravesando grandes cambios y no sumarse a este movimiento es quedarse fuera del juego.
De hecho, según la Encuesta sobre economía circular en ciudades y regiones, de la OCDE en 2020, indica que existe una falta de conciencia sobre el tema y que esto sin duda es un obstáculo para su desarrollo. Obstáculo que con mayor indagación en el tema y también predisposición para hacer las cosas distintas, puede generar grandes cambios y llevarnos a entender que las bases para impulsar el desarrollo sostenible de las compañías; es la energía.
Energía para la operación de los procesos, energía para la electromovilidad, energía renovable para el hidrógeno y así cuantos más. Entonces, si a la generación de energía consiente y renovable que podemos promover le agregamos la filosofía de la economía circular estaremos aumentando aún más el valor de la contribución.
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Carlos Álvarez, Gerente de Negocios de Grupo IMELSA
Labor del Congreso
Las casi 15 horas de incoherente alocución del diputado Naranjo y el bochornoso show circense del diputado Ascencio para la llegada del diputado Sabag, no hacen más que confirmar que estamos en presencia del peor Congreso de la historia de nuestro país, algo que vienen ratificando las encuestas desde hace mucho tiempo.
Ojalá la ciudadanía despierte y castigue en las urnas a quienes se han esmerado en deteriorar con sus acciones repudiables el prestigio de esta institución.
Francisca Herrera J.
Congreso
Lo observado estos días en el hemiciclo de la Cámara de Diputados durante la discusión y votación de la acusación constitucional en contra del Presidente Sebastián Piñera, es la máxima expresión de la progresiva decadencia que viene exhibiendo el Congreso y gran parte de los parlamentarios en el desarrollo de sus funciones legislativas.
Se trata del síntoma más claro del deterioro del sistema político chileno, reflejado en la pandemia de populismo que contagió a parte importante de los congresistas de distintas sensibilidades. Así se puede observar con el retiro de fondos de las AFP, donde legisladores de todo el arco político están por seguir aprobando un cuarto retiro, pese a reconocer que es una pésima política pública y saber las repercusiones nefastas para nuestro sistema económico.
A esto se suma el vergonzoso espectáculo ofrecido por un sector de la izquierda, que sin importarle si existe mérito o no, está empeñado en destituir al actual Presidente de la República, a cualquier costo, que incluye seguir asestándole un enorme daño a la democracia y al sistema institucional chileno.
Para eso se prestó el sempiterno diputado del Partido Socialista, Jaime Naranjo, (lleva más de 30 años en el Congreso), quien optó por alargar por casi 15 horas su discurso y así ganar tiempo para juntar los votos necesarios para aprobar en la Cámara Baja la acusación en contra del Mandatario; comparsa a la que se incorporó el diputado DC, Jorge Sabag, quien en principio se había excusado de estar en el Congreso por presentar posibles síntomas de covid, pero que finalmente, y bajo presión de su colectividad, viajó desde Ñuble para estar presente en la votación, pese a todo riesgo y prohibición de la autoridad sanitaria.
Lo dijo una vez el presidente Aníbal Pinto y lo volvemos a observar en la actualidad: "Imposible imaginar un cuerpo más destituido de patriotismo, de miradas elevadas, de espíritu práctico que la actual cámara de diputados…".
Macarena Topali, directora Fundación Espacio 22
Democracia directa?
La consulta ciudadana realizada en la región de La Araucanía para opinar sobre la extensión del estado de excepción (donde participaron más de 144 mil personas), demuestra el creciente interés de autoridades y ciudadanos por incorporar mecanismos de participación en el proceso democrático.
Esta semana, el presidente del Servel, Andrés Tagle, expuso en la Comisión de Sistemas de Justicia de la Convención Constitucional sobre la factibilidad operativa de implementar plebiscitos dirimentes y de impulsar mecanismos de democracia semidirecta en el futuro. Todo indica que este será un tema central del debate constitucional. Sin embargo, se observa confusión sobre cómo seguirá funcionando nuestro sistema representativo, y de cómo se organizará el régimen político en el futuro. Improvisar en asuntos como este (¿régimen parlamentario, semipresidencial?) puede terminar generando serias asimetrías en nuestro sistema institucional. La representación y la participación no son asuntos excluyentes. Urge mirar ambos fenómenos de forma armónica
Fernando Peña Rivera, académico Escuela de Gobierno, USS